

Una nueva pericia balística realizada por la Policía Federal ratificó que las únicas vainas halladas en el lugar del crimen de Bastián Escalante Montoya (10) fueron disparadas por Juan Alberto García Tonzo (30), el policía acusado de asesinar al niño en la localidad de Wilde, luego de ser abordado por un grupo de delincuentes.
El hecho ocurrió el pasado 10 de julio pasado, cuando el chico salió del entrenamiento de fútbol de la categoría 2013 en la Sociedad de Fomento Barrio de La Carne. La víctima estaba a bordo de su bicicleta y se encontraba acompañado por su madre, que lo había pasado a buscar.
Cerca de allí, García Tonzo, integrante del Comando de Patrulla de Avellaneda, era abordado por cuatro delincuentes que circulaban en dos motos, quienes intentaban robarle la moto Rouser NS200 en la que él iba. En un intento de defenderse, el agente disparó contra los ladrones, los cuales pudieron escapar.
Las primeras pericias realizadas por expertos de la Policía Federal determinaron que las únicas ocho vainas servidas halladas fueron disparadas por el arma de García Tonzo: “[Una] pistola semiautomática de acción simple y doble, calibre 9x19 mm (9mm Luger), marca Bersa, modelo TPR9, con numeración serial 13-J84797". Asimismo, en el documento consta que "las vainas servidas (...) han sido percutadas por dicha arma de fuego”, es decir, la del policía.
En tanto, trascendió un nuevo análisis realizado por el mismo cuerpo que se basó en cuatro puntos: 1) si el arma fue disparada; 2) las condiciones del funcionamiento de la pistola; 3) la calificación legal del arma y las municiones recibidas y 4) si las vainas servidas, proyectiles y encamisados fueron percutadas por el arma secuestrada.
Sobre el primer ítem, quedó demostrado que el arma del policía fue disparada, mientras que el segundo aseguró que estaba en condiciones de funcionamiento.
Respecto al tercero, se determinó que “los seis cartuchos de balas secuestradas” eran de “uso prohibido”. En ese sentido, la pericia detalla que se encuadran como “armas, materiales y dispositivos de a/uso prohibido” y explica que se trata de una “munición de proyectil expansivo y (con envoltura metálica, sin punta y con núcleo de plomo hueco o deformable), con cabeza chata, con deformaciones, ranuras o estrías capaces de producir heridas desgarrantes, en toda otra actividad que no sea la de caza o tiro deportivo”.
En el último punto de análisis se estableció que las ocho vainas encontradas salieron de la pistola del policía. Existen otras cuatro que, por su estado, no pudieron ser certificadas, aunque tampoco se pudo determinar que no eran de esa arma. De esa manera, la conclusión a la que llegaron las autoridades es que el arma de García Tonzo estaba en condiciones de ser disparada, fue la única pistola secuestrada y que las vainas halladas le pertenecen.
García Tonzo está imputado por “homicidio cometido con arma de fuego en exceso de la legítima defensa”. El pasado 23 de julio recibió la excarcelación porque se determinó que no existía riesgo de entorpecimiento ni de fuga, una decisión que fue criticada por el abogado de la familia de Bastián, Matías Morla.
Al respecto, el letrado insiste en el cambio en la calificación legal y es la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora, integrada por los jueces Pablo Little y Alejandro Rojas, la que deberá determinar si hace lugar al pedido del abogado, quien pidió imputar al policía por “homicidio”.