La CGT no asistirá al acto para la firma del Pacto de Mayo convocado por el presidente Javier Milei el próximo martes, el Día de Independencia. En la central obrera aseguran que no recibieron ninguna invitación del Gobierno, a pesar de que en la Casa Rosada dan a entender que se le cursó invitación, y dan por hecho que ninguno de los gremios de la conducción dirá presente en la a Casa de Tucumán.
El viernes pasado, cuatro días después de que la Secretaría General de la Presidencia de Karina Milei empezó a enviar invitaciones a gobernadores, integrantes del Congreso y expresidentes, en el edificio de la calle Azopardo afirmaron que no habían sido incluidos en ese listado. "No llegó nada", dijeron los voceros de la central, donde desmienten la información oficial del Gobierno, que asegura haber incluido a los gremios en la convocatoria.
Milei había mencionado por primera vez su intención de convocar a algún sector del sindicalismo al Pacto de Mayo por primera vez en la Asamblea Legislativa del 1 de marzo. Después, durante el Tedeum del 25 de Mayo, volvió a hablar de la conformación de un Consejo de Mayo en donde los gremios tendrían un representante. A las declaraciones presidenciales se sumó el llamado del gobierno a la CGT, que derivó en una reunión de los dialoguistas con Guillermo Francos, el exjefe de Gabinete Nicolás Posse y el asesor presidencial Santiago Caputo. Pero la relación formal entre la administración libertaria y la central obrera nunca encontró un cauce por donde correr.
Más allá de las diferencias internas entre las tribus más combativas y los dialoguistas, en la CGT hay coincidencia en esquivar la foto con Javier Milei y los gobernadores que respondieron al llamado para firmar el Pacto de Mayo. La negociación por la ley ómnibus y la reforma laboral dejó expuesta a la vista de todo el mundo la grieta entre los dos sectores gremiales y en la agenda cegetista la prioridad ahora es intentar acercar posiciones para volver a un posicionamiento común en esta etapa de su vínculo con la Casa Rosada.
En las últimas horas, el cosecretario general de la CGT, Pablo Moyano, apeló a una ironía para confirmar su faltazo. "El 8 de julio voy a tener fiebre, no voy a poder ir al Pacto de Mayo", señaló el líder del gremio de Camioneros, el más confrontativo con la Casa Rosada y al que nadie esperaba en esa foto. Sin admitirlo públicamente, Héctor Daer está en esa misma sintonía.
En estos días, lejos de Tucumán, la CGT pondrá en marcha su avanzada judicial contra la ley ómnibus sancionada por el Congreso. Desde distintos gremios presentarán pedidos de declaración de inconstitucionalidad de los artículos de la ley fiscal que habilitaron la reversión de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. En la agenda de la central también aparece un encuentro del Consejo Directivo Nacional para definir el plan de acción y posibles nuevas medidas contra el gobierno de Milei.
Consejo del Salario
En tanto, la semana pasada el Gobierno nacional convocó a una nueva reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) para el próximo 18 de julio. Según se anticipó, el encuentro se realizará de manera virtual y no contará con la participación del secretario de Trabajo Julio Cordero, que será reemplazado por el subsecretario Martín Huidobro.
Está claro que el componente gremial dentro del organismo tripartito (con representación de las principales centrales sindicales del país: CGT, CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma) buscará presionar por un aumento del salario mínimo que permita compensar el impacto de la inflación de los últimos meses sobre los ingresos de los trabajadores. Especialmente porque desde la asunción del Gobierno de Javier Milei los acuerdos en este organismo vienen siendo muy negativos para el salario en relación con la evolución de los precios.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la inflación de mayo fue de 4,2 por ciento y se anticipa una que ronde el 5 por ciento para el pasado mes de junio. En la última reunión del organismo, el pasado 3 de mayo, ante la falta de acuerdo entre las delegaciones gremiales que pedían una recomposición del SMVM de 40 por ciento para el bimestre marzo/abril) y las empresariales (que ofrecían entre 5 y 8 por ciento), el gobierno terminó laudando y estableciendo unilateralmente un aumento de 15 por ciento.
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