

El referente de la Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda, Rubén “Pollo” Sobrero, sostuvo que su organización no pagará la multa millonaria por la que fue intimada desde el ministerio de Seguridad de la Nación y aseveró que “lo único que están buscando es tener las medidas más represivas contra los laburantes”.
“No voy a pagar ninguna multa por protestar cuando estoy reaccionando contra las acciones que está llevando adelante el gobierno”, manifestó Sobrero en diálogo con Política del Sur, tras la intimación que recibieron más de 20 organizaciones sociales y gremiales por los gastos ocasionados en materia de seguridad al participar de las protestas del 22 y 27 de diciembre pasado en contra del “mega DNU” emitido por el presidente Javier Milei.
“Los empresarios están ganando muchísima plata con todo del decreto, que está hecho a medida de los grandes empresarios, no solamente en lo relacionado con lo laboral, sino también en lo relacionado con los derechos civiles comerciales, inclusive hasta con con las tierras de la de nuestro país como la ley de tierra”, señaló.
El dirigente del Frente de Izquierda calificó a la nueva gestión nacional como un “gobierno cipayo” al que “hay que salir a pelearlo con todo el poder que se tenga”. “Nosotros lo vamos a enfrentar porque no vamos a regalar nuestro país a un grupo de mercenarios liberales que están hoy en el gobierno”, resaltó.
Por otra parte, ratificó la participación de su espacio en la convocatoria de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) al paro del próximo miércoles 24 de enero, aunque criticó que la medida de fuerza “tendría que haberse hecho antes”.
“Yo entiendo, la CGT se viene callando mucho en la boca hace muchísimo tiempo, entonces están en un problema”, apuntó, y consideró que “un grueso de la CGT, no quiere hacer el paro”, el cuál indicó que busca “descomprimir la broca que hay en la sociedad”.
En último lugar, manifestó que van a “seguir apostando en las nuevas direcciones del movimiento obrero”, ya que señaló que los dirigentes gremiales “evidentemente son parte del problema”.