

Por: Federico Cedarri
El PRO afronta un problema mayúsculo dentro de la bancada propia en la Cámara de Diputados provincial donde disimula las diferencias con el radicalismo abadista en la figura de un interbloque atravesado por la desconfianza mutua.
En esas circunstancias emerge por estas horas un intento frenético por aferrarse a una banca que se le escabulle como agua entre los dedos.
La particular situación es la del alcalde de San Nicolás, Santiago Passaglia, que debía cumplir su mandato en la Cámara Baja hasta el 10 de diciembre del 2025 pero que fue electo como intendente en los comicios del 22 de octubre sucediendo a su hermano Manuel.
El nicoleño jugó la carta de una licencia extraordinaria de 30 días para evitar que asuma la siguiente en la línea sucesoria que es la radical evolucionista de San Andrés de Giles, Belén Malaisi.
La presión de la conjunción de radicales díscolos y de la Coalición Cívica que tienen la esperanza de seducir a Malaisi para que se sume a su bloque de ocho legisladores, logró que la licencia se reduzca a 7 días a partir del 8 de diciembre pasado.
Passaglia acorralado redobló la apuesta, asumió el 15 de diciembre en San Nicolás como alcalde y pidió licencia allí hasta el 30 de diciembre para no tener que renunciar a su banca en la Cámara joven, aunque pegó el faltazo a la extraordinaria del día 28 de diciembre.
La estrategia amarilla pasa por evitar que la boina blanca ingrese al Cuerpo ya que el PRO en este caso perdería una banca, la de Passaglia, y ganaría un escaño el radicalismo institucional que comanda Diego Garciarena o en su defecto los descarriados que capitanea el turco Claudio Franjul que hicieron rancho aparte con los lilitos.
Con estas maniobras, Passaglia surfeó la posibilidad de que Malaisi jurará como su reemplazante en la sesión extraordinaria del día 28 de diciembre. “Están rascando la olla en el PRO”, desliza a PDS un diputado boina blanca del bloque abadista.
En rigor, Passaglia gana dos meses ya que la legisladora que le sigue en la boleta original del 2021 no podrá asumir su banca hasta tanto no haya una sesión, y la misma podría llevarse a cabo eventualmente luego de la apertura de ordinarias allá por marzo.
En esa ventana de tiempo la bancada amarilla haría un desesperado intento por convencer a los legisladores peronistas para que los acompañen con el pedido de un cambio en el reglamento interno que generaría polémica: que el recambio sea por una persona del mismo sexo.
De lograr esto, asumiría la banca el hoy concejal de San Nicolás y alfil de los Passaglia, Ignacio Fernando Mateucci.
Según pudo consignar este portal es hartamente improbable que el oficialismo se embarque en una cruzada de este tipo ya que también contribuiría a generar discordia por violar la igualdad de género: “Hoy te digo que es imposible que apoyemos algo así”, asegura con convencimiento a este portal una fuente del bloque peronista.
Esta dilación de Passaglia pone los pelos de punta a su ex socios políticos ya que desde el bloque de Garciarena cuentan como tropa propia a Malaisi por lo que empujaron a la evolucionista de San Andrés de Giles a presentar una nota ante el titular de la Cámara, Alejandro Dichiera, denunciando las movidas del nicoleño y exigiendo que se ratifique que asumirá en marzo como legisladora de acuerdo a lo establecido por la Justicia electoral.
El intento de Passaglia tiene un indisimulable trasfondo político y es evitar que el espacio se siga deteriorando y quede al fleje de perder el título de segunda minoría.
La inminente pérdida de la banca de Passaglia se suma a la reciente deserción del sanmiguelino Juan José Esper que pegó el salto hacia la bancada oficial de Avanza Libertad que preside Nahuel Sotelo.
Esper había ingresado al Cuerpo representando al bullrismo por la Primera Sección electoral, sin embargo el 28 de diciembre decidió abandonar las huestes amarillas y presentar credenciales en el bloque libertario.
Su jefe político, Joaquín de la Torre, mantiene una buena relación con Milei pero por el momento juega un rol de líbero en el Senado provincial donde tiene su unibloque, aunque marcó la cancha a sus ex socios de Juntos por el Cambio votando en contra del endeudamiento y de la normativa que rige el esquema impositivo.
Pero lo que más enciende las alarmas dentro del menguado espacio amarillo es que los libertarios se jactan de estar manteniendo tratativas con otros legisladores ligados al bullrismo que, según aventuran cerca de Sotelo, podrían recalar próximamente en las filas mileistas: “Eso por ahora no es así, la banca de Esper nosotros no la contábamos como propia, estaba atada con alfileres, no habrá más fugas”, asegura contundente a PDS un legislador del PRO ligado a los intendentes.
Sin embargo, hay indicios que pueden aventurar nuevos movimientos, las diputadas Florencia Retamoso de Almirante Brown y la marplatense Sofía Pomponio que tienen línea directa con Patricia Bullrich y son parte del bloque del PRO, votaron en contra de las dos iniciativas que envió Kicillof a la Legislatura desafiando la postura adoptada por el espacio.