

Por: Federico Cedarri
Terminó la incertidumbre en la Cámara de Diputados bonaerense y tras una jornada extenuante jalonada por las idas y vueltas a las que nos tiene acostumbrados la rosca legislativa terció la figura de alguien que no estaba en los planes originales: finalmente el ex alcalde de Monte Hermoso Alejandro Dichiara presidira por un año el Cuerpo.
El nuevo conductor de la Cámara Baja ingresó como diputado en 2021 y reportaba inicialmente al grupo de intendentes del interior que tenía sintonía fina con el armado provincial del ex jefe de Gabinete provincial, Martín Insuarralde.
La llegada de Dichiara se cocinó a fuego lento y comenzó a tomar fuerza durante la noche del martes cuando era evidente el desacuerdo en torno a los dos pesos pesados que se disputaban el máximo sillón de calle 53, Mariano Cascallares al que empujaban los intendentes del conurbano y Rubén Eslaiman a quién sostenía con fuerza Sergio Massa.
Finalmente se apeló a un laudo salomónico, los intendentes que presionaban por tener en el comando a uno de sus alfiles dieron el visto bueno para que Dichiara, a quién consideran uno de los suyos, acceda a la silla presidencial.
El oriundo de Monte Hermoso despunta además un buen trato con Máximo kirchner a quién apoyó entusiastamente cuando asumió la conducción partidaria provincial.
De todos modos, para conformar al massismo y preservar la unidad oficialista se convino que el ex titular de Transporte nacional Alexis Guerrera ejerza la Vicepresidencia del Cuerpo y a partir del 10 de diciembre de 2024 troque con Dichiara la titularidad de la Cámara.
En lo que tiene que ver con la Vicepresidencia Primera con poder de firma se confirmó la continuidad del grindettistas Adrián Urreli abastecido por el apoyo del bloque de 14 diputados del PRO y como Vicepresidente Segundo se designó a Carlos Cuto Moreno, por expreso pedido de Axel Kicillof que suplicó por un alfil propio en la botonera de la Cámara.
La Vicepresidencia Tercera será para Alejandra Lordén del radicalismo abadista.
En tanto, el espacio de diputados de Unión por la Patria seguirá bajo el control estricto del kirchnerismo duro que logró imponer a Avelino Zurro, lugarteniente y sobrino del alcalde de Pehuajó, Pablo Zurro.
La oposición de Juntos por el Cambio encontró el atajo de los bloques propios para disimular las diferencias que acosan con pronóstico de ruptura
Aunque aseguran tanto desde el PRO como desde la UCR abadista que seguirán trabajando coordinadamente preservando cada uno su identidad partidaria, la bifurcación de caminos marca un hito que mete un cuña dentro de la coalición opositora.
El PRO determinó una rotación de la presidencia durante los dos primeros años, debutará en el comando autónomo el santillista Agustín Forchieri, mientras que en el segundo año será el turno del tandilense Matías Ranzini que responde a Cristian Ritondo.
El radicalismo había decidido conformar un bloque propio para dejar de ser furgón de cola del PRO pero no pudo gambetear la tradición internista que caracteriza al partido centenario.
Los viejos resquemores entre el abadismo y los legisladores que se referencian en Facundo Manes terminaron por dinamitar las posibilidades de unificar posiciones.
Así las cosas, el sector que responde al hoy senador nacional Maximiliano Abad logró sumar a la tribu al evolucionista Pablo Dominichini y conformará un bloque de ocho bancas que conducirá el marplatense ex mariottista, Diego Garciarena, que será acompañado por la histórica Alejandra Lordén, Valentín Miranda y Emiliano Balbín, entre otros.
El otro agrupamiento denominado Acuerdo Cívico UCR-GEN se desentiende de la posibilidad de un interbloque dentro de Juntos, será su titular el platense Claudio Frangul y tendrá bajo su égida a la margarita Natalia Dziakowski y a los cuatro legisladores manistas Nazarena Mesías, Viviana Dirolli, Julio Pasqualin y Matías Civale.
La Coalición Cívica también hacen rancho aparte aunque aclaran que funcionarán como interbloque, los lilitos serán conducidos por la titular partidaria bonaerense Maricel Etchecoin que será secundada por el productor agropecuario Luciano Bugallo y Romina Braga.
En la Libertad Avanza han quedado al descubierto las diferencias entre los grupos más puristas y originales que tienen como cabeza visible a Nahuel Sotelo y otros cuatro legisladores; y quienes provienen de otras fuerzas políticas, pasibles de flexibilizar posturas y acceder a alianzas estratégicas con los halcones del PRO.
Este último grupo compuesto por 9 legisladores será encabezado por la diputada lomense Constanza Moragues.
Quedarán sueltos el marplatense Guillermo Castello que otrora pertenecía a la tropa de José Luis Espert y que se sumó a último momento a los libertarios; y Jazmín Carrizo que responde a Carolina Píparo, disgustada de sobremanera por estos días con Javier Milei tras su frustrada llegada al ANSES.