miércoles 18 de septiembre de 2024 - Edición Nº2114

Gremiales | 14 nov 2023

SALUD LABORAL

El país encabeza el ranking regional de trabajadores “quemados”, según una encuesta

Más del 90 por ciento de los empleados consultados por la consultora Bumeran padece varios síntomas del síndrome de Burnout, reconocida como enfermedad laboral hace unos 20 años. De esta forma, la presencia de este problema aumentó nuevamente, incluso más que en la pandemia.


Por: Diego Lanese

La pandemia generó duros efectos en la salud mental de la población, alertan muchos expertos, que afirman que se viven en muchos países un verdadero boom de cuadros de angustia y depresión, entre otros males. Los más afectados fueron quienes fueron esenciales durante el confinamiento extremo, como personal de salud. A estos se le sumó una enfermedad reconocida hace unos 20 años, que desde hace un tiempo está bajo la lupa de los especialistas en salud laboral: el síndrome de Burnout. También conocido como “síndrome del quemado”, se caracteriza por el agotamiento extremo de las personas por las condicionales laborales. Hace unos días se conoció una encuesta realizada en el continente, que ubica al país entre los más “quemados”, superando el 90 por ciento de los consultados. Si bien no hay rubros establecidos en la encuesta, se sabe que el personal de salud suele estar muy afectado por esta enfermedad, lo mismo que trabajadores del transporte público. Además, el trabajo alerta que los sectores de Recursos Humanos consultados admiten que no suelen tener planes de prevención y contingencia para este tipo de casos, y son pocos los lugares de trabajo que tienen programas para contener a los empleados.

 

La encuesta de la consultora Bumeran determinó que los trabajadores argentinos sufren en su mayoría el síndrome de Burnout por las condiciones laborales. En concreto, el 94 por ciento de los consultados dijeron tener agotamiento laboral o estar “quemados”. Estos datos son los más altos de la región, además del registro más alto de agotamiento laboral desde que se realiza. En esta cuarta edición el estudio “Burnout” participaron 4.386 trabajadores y especialistas en Recursos Humanos: 1549 de Argentina, 754 de Chile, 452 de Ecuador, 464 de Panamá y 1167 de Perú. La investigación explora “cómo experimentan las personas el síndrome de Burnout y qué políticas implementan los especialistas para mitigarlo”. El aumento en el país de esta enfermedad laboral es notable: “En 2020, plena pandemia, fue el 88 por ciento de las personas encuestadas que aseguró transitarlo, en 2021 un 80 por ciento, y en 2022 un 86”. En cambio, este año la enorme mayoría de los consultados afirmaron atravesar un agotamiento excesivo en el contexto laboral. En este contexto, la Argentina se posicionó nuevamente primero entre los países de Latinoamérica. Por detrás se ubicaron Chile, con un 91 por ciento; Panamá, con un 83 por ciento; Ecuador con un 79 por ciento; y, por último, Perú, con un 78 por ciento. Una clave de estos datos es la falta de medidas contra este flagelo.

Según la encuesta, “el 56 por ciento de los especialistas de Recursos Humanos afirmó que no se hace nada desde la empresa una vez que hay señales de Burnout en el trabajador, el 28 por ciento brinda apoyo emocional, el 16 por ciento fomenta un ambiente de trabajo flexible, otro 15 por ciento explica que se reasignan tareas y responsabilidades, el 7 por ciento implementa programas de bienestar laboral, el 6 por ciento reduce la carga de trabajo de la persona afectada y proporciona tiempo libre adicional, y el 5 por ciento facilita el acceso a servicios de salud mental y promueve el uso de días de descanso pagos”. 

Si bien el estudio no identificó los rubros laborales más expuestos al síndrome de Burnout, se sabe que hay muchas que son especialmente sensibles. El personal de salud en uno de ellos, sobre todo por lo que sucedió desde la aparición de la crisis del Covid-19. De hecho, los primeros casos estudiados y documentados de esta enfermedad se dieron en médicos y otros integrantes del sistema sanitario. La enfermería es un caso que suele nombrarse para graficar esta “quemazón”. Cuestiones como el pluriempleo, los bajos sueldos, la falta de reconocimiento laboral y el maltrato suelen hacer que terminen en esta situación. Según un informe elaborado por el Departamento de Medicina Preventiva y Laboral de la Corte Suprema de Justicia recordó que el país se sumó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y definió este síndrome “como un factor de riesgo laboral, debido a su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso hasta poner en riesgo la vida del individuo que lo sufre”. La definición del máximo tribunal lo describe como “una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal”.

La OMS definió por su parte al síndrome, como “el resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo, que no se ha manejado con éxito”. Además, tanto a nivel nacional como internacional se estableció que “las circunstancias que favorecen la aparición de este cuadro están ligadas a los siguientes factores: sobrecarga laboral, a menudo desplazada hacia tareas burocráticas y marginales; y presión en el trabajo con exigencias de rendimientos a través de resultados”. Además, se estableció que la “baja implicación laboral, escasa autonomía, poca participación en la organización, gestión y planificación, indefinición de actividades, carencia de innovaciones laborales e incomodidad física” son situaciones que pueden favorecer su aparición. También factores externos o ambientales, como pudo ser la pandemia de coronavirus.

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