sábado 02 de agosto de 2025 - Edición Nº2432

Nación | 11 oct 2023

PLANES PARA CANDIDATOS

Porqué la derecha se radicaliza a 10 días de las elecciones y no va por el centro

Bullrich y Milei tiraron la moderación a la basura. Massa pesca en el río revuelto. Bregman sorprende por su simpatía con el tigrense. Schiaretti fomenta el turismo en Córdoba. ¿Qué están planeando los candidatos para llegar fortalecidos al 22 de octubre?


Por: Ricardo Carossino

Antes de los debates presidenciales, cualquier persona debidamente interesada en los discursos de los candidatos habrá notado el modo alevoso en que la ultraderecha personificada en Patricia Bullrich y Javier Milei intentó correrse al centro.

Diatribas como el complejo gobierno humanista del PRO o el negacionismo de las propias propuestas disruptivas de La Libertad Avanza hicieron foco en intentar ampliar la base de representación electoral, pero fracasaron.

Bullrich ganó su interna por diferenciarse del moderado Horacio Rodríguez Larreta y Milei fue el candidato más votado porque sus provocadoras ideas lo convirtieron en un personaje de ficción que captó la audiencia a través de las redes.

Ahora, ante la imposibilidad de crecer más allá de sus limitaciones retóricas, han tomado la decisión de reforzar su núcleo duro para no perder lo que se tiene. Más vale pájaro en mano que cien volando. A contramano de lo que mandaba el manual de político bonaerense.

En los dos debates presidenciales la notoria estrategia de campaña estuvo claramente expuesta. La provocadora defensa de la dictadura militar, el rechazo a los derechos humanos y la consolidación de las ideas liberales en un país sin divisa propia, marcó el punto de inicio del plan de Milei para enderezar su nave hacia el ballotage, pero, ante todo, para no perder la cantidad de diputados y concejales que obtendría con el actual porcentaje de votos que hoy conserva en la Provincia de Buenos Aires y CABA.  

Bullrich por su parte, en el último debate explotó toda su violencia verbal (aunque torpemente), defendiendo su mirada militarizada para la represión social y consolidarse así en el territorio anti kirchnerista, para al igual que Milei, conservar intendentes, diputados y concejales en todo el país.

En tanto, Sergio Massa, que tampoco puede crecer, aunque se incline a la izquierda o a la derecha, mantuvo la moderación con la idea de robar votos a Juan Schiaretti, a la UCR y a los larretistas derrotados. En todo caso, podría ser el único candidato en crecer uno o dos puntos.

La doctora Myriam Bregman mantuvo la línea histórica de su diatriba socialista de los trabajadores al poder, discurso que, ante una hegemonía de la derecha, hace agua. De todos modos, por primera vez en la historia de la izquierda, llamó la atención su negación a destrozar a Massa en cuando se le preguntó si lo considera igual a Milei.

Astuta, la dirigente del FIT le aclaró públicamente al líder de Unión por la Patria que primero tiene que consolidar su bloque parlamentario y le pidió que espere a noviembre para decir si son o no, lo mismo, por la obvia razón que un apoyo en la segunda vuelta vale más que antes de la primera.

Terminados los debates, lo que quedó en el tintero son los gestos de cada uno, la manera en que se expusieron públicamente para defender sus ideas y sus extrañas plataformas electorales. Pero la batalla empezó por otra parte y es la polarización en el debate real del dólar.

Pero Massa radicalizó su discurso orientado al ballotage y así como antes de los debates el malvado operador económico amarillo Luciano Laspina, ahora el líder del mal es el libertario. Consigna: seguir relegando a Bullrich -sacarla de la pelea-. Para colmo, el PRO mordió el anzuelo y mira todo desde la tribuna (ni siquiera desde el palco).

El ministro de Economía responsabilizó al "gatito mimoso" de “agitar a la gente a que saquen los depósitos de manera irresponsable” y en ese sentido afirmó: “Cuando veo a un candidato que por un voto puede prender fuego a una casa, la verdad es que me preocupo”.

“Si quieren encontrar un responsable del descalabro económico que estamos viviendo los argentinos vayan a Balcarce 50 y al Congreso a revisar todos los que aprobaron un presupuesto con 25 mil millones de dólares de déficit fiscal”, disparó Milei.

Mientras tanto, en ciudad PRO… Bueno, la banda de Mauricio Macri tiró con balas de salva. La ex ministra de Seguridad calificó a Massa, de “pirómano” y a Milei, de “irresponsable” por fomentar la corrida cambiaria. Increíblemente cambió el eje histórico del discurso. Ahora la derecha dice que Milei y Massa son lo mismo. Punto para el tigrense. Tal vez así, se gane un voto de la izquierda que lo acompañó en la quita del Impuesto a las Ganancias.

Pero yendo a un breve análisis más serio de la realidad del mercado, Martín Epstein, analista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), disertó sobre las propuestas del candidato ultraderechista.

“La incertidumbre electoral se potencia porque un candidato dice que quiere dolarizar la economía con un tipo de cambio de 1.000, 3.000 o 7.000 pesos, nadie sabe”, detalló, y agregó: “El dólar blue, que es marginal, genera mucha incertidumbre”. En ese sentido puntualizó: “Los corrimientos bruscos del tipo de cambio, se van a trasladar a precios, lamentablemente, es lo que marca la historia argentina”.

Es la batalla del movimiento, como le gustaba a Perón, "se mueve para acá, se mueve para allá", nunca se detiene en el centro. Esto es hablar con la izquierda y gobernar con la derecha o viceversa. Massa parece estar recordando esta máxima del general mientras llama a un gobierno de unidad. ¿Quiénes responderán la oferta? Todavía tiene que entrar al ballotage y después, si llega, ganar en noviembre. La otra máxima, no escrita dice: En las góndolas argentinas, una hora, es mucho tiempo.

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