sábado 02 de agosto de 2025 - Edición Nº2432

Provincia | 11 oct 2023

Campaña oficialista

Massa ante el desafío de recrear esperanza con la escalada del dólar de fondo

El ministro candidato apela a propuestas de impacto social para motivar expectativas e insiste con la línea discursiva de un hipotético recorte de derechos sociales si Milei o Bullrich acceden a la presidencia. Consolidar el voto en el conurbano y recuperar terreno en el norte argentino se constituyen en las prioridades del tramo final.


Por: Federico Cedarri

El comando de campaña de Sergio Massa está asolado por la preocupación debido a las posibles consecuencias electorales que podrían devenir de los coletazos del caso que involucró a Martín Insaurralde.

Según pudo consignar este portal habría ya encuestas que estarían marcando una mella en la intención de voto del tigrense por las repercusiones del escándalo que involucró al ex jefe de Gabinete de Kicillof. “Nos está afectando”, musita a PDS un prominente referente massista de la provincia de Buenos Aires.

Más allá de que la lógica de los encuestadores asegura que debe esperarse un espacio de tiempo más prolongado para evitar conclusiones precipitadas, la cercanía con la fecha de las elecciones desemboca en un aumento de la ansiedad en el bunker massista y la necesidad de refugiarse en los números que le acercan los consultores amigos.

A esta preocupación se suma la adición del convencimiento de que el episodio de Insaurralde sacó definitivamente de la campaña a Cristina Kirchner. “No se va a sumar y menos después de lo de Martín porque ella lo impulsó a la Jefatura de Gabinete de Axel”, explica otro dirigente massista a este portal.

No obstante, la mayor apuesta del ministro candidato está sentada en la necesidad de consolidar el voto propio y sobre todo garantizar el apoyo en el conurbano.

Es por este motivo que el tígrense se mostró el sábado en La Matanza en el final de una multitudinaria caravana y su equipo de campaña rescata la empatía de Massa con la gente: “Se pudo apreciar el buen vínculo de Sergio con la gente humilde lo que tira por la borda lo que pregonan algunos analistas de que ese sector social está enojado con la gestión económica”, sostienen optimistas.

Lo cierto es que el ministro candidato también debió soportar los embates de la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, en el debate aunque rescatan en su equipo que Massa se mostró inhiesto y como en Santiago del Estero esgrimió propuestas concretas a diferencia de los demás postulantes a la Casa Rosada. “Era previsible el ataque de Bullrich, era su última oportunidad después del papelón del primer debate”, sostienen despreocupados.

Las próximas dos semanas de campaña mostrarán a un Massa recorriendo el norte del país para descontar la ventaja que le sacó allí Javier Milei y confiado en la promesa que le hicieron los gobernadores peronistas de recuperar al menos un millón de votos el 22 de octubre.

Mientras tanto continuará el operativo despegue del desdibujado Alberto Fernández:Sergio solo se hace cargo de su año de Ministro resaltando el desastre que heredó de Guzmán y se focalizará en la generación de propuestas hacia adelante”, precisa a PDS un comunicador que trabaja cerca del tigrense.

En rigor, la centralidad de la campaña pasará exclusivamente por recrear las expectativas de un futuro mejor, se orientará indefectiblemente hacia ese perfil ya que razonan que será clave para comenzar a revertir la cuesta de la caída de la economía y las tensiones inflacionarias: “El plus de los primeros 100 días será clave”, agregan.

No ignoran que la presión sobre el dólar y el dato de inflación que se conocerá el jueves, que otra vez rondará los dos dígitos, contribuyen a dejar más lejos la orilla de la segunda vuelta, aunque algunos estrategas de campaña arguyen que la gente ya amortizó las malas noticias producto de la devaluación y que está con la mirada puesta en el futuro.

“A Sergio ya no lo afectan los resultados económicos porque la gente ya descontó que en septiembre iba a ser alto el número de inflación y en octubre mostrará un notable descenso que denotará que lo peor ya pasó”, explica a este portal un diputado provincial peronista que trabaja en la campaña bonaerense.

No abandonar la premisa de un gobierno de unidad nacional

El ministro de Economía, Sergio Massa, seguirá propalando la necesidad de consolidar, si es electo presidente, un gobierno de unidad nacional con la intención manifiesta de acicatear las contradicciones de los sectores progresistas del radicalismo con el macrismo duro.

El tigrense descuenta que si logra llegar al ballotage podrá acercar a su rebaño a buena parte de la dirigencia centenaria que acompañó a Horacio Rodríguez Larreta, entre los que tildan al jujeño Gerardo Morales y a los evolucionistas de Martín Lousteau, aunque tampoco descartan que el científico Facundo Manes pueda ser parte del éxodo bullrista.

Massa quemará las naves buscando convencer a los desencantados con el peronismo que lo acompañaron en el 2019 y que lo abandonaron en 2021 y 2023, quizás frustrados por el deterioro económico que pega directo en la línea de flotación de los asalariados con menos ingresos que componen la base de la pirámide laboral.

Los ejes discursivos a los que el oficialismo apelará durante los últimos días se centrarán en insistir en la esperanza de un futuro mejor y que un gobierno de la derecha agravará el cuadro social: será la estrategia a la que apelarán para recuperar los apoyos que le escamoteó el libertario Javier Milei en el norte argentino y en el conurbano bonaerense en la PASO de agosto pasado.

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