Un hombre de 55 años lavaba su auto en la vereda de su casa, hasta que delincuentes armados lo amenazaron, le rompieron la cabeza a culatazos y le gatillaron varias veces, antes de escapar a toda velocidad a bordo de su vehículo.
El violento hecho de inseguridad, que afortunadamente no tuvo trágicas consecuencias porque "la bala no salió", ocurrió frente a una vivienda situada en Miguel Diomede al 1600, en el Barrio Arzeno de Burzaco, a plena luz del día.
En diálogo con Política del Sur, la esposa de la víctima contó que los agresores serían dos jóvenes menores de edad que actuaron a cara descubierta y que habrían sido identificados como dos delincuentes que ya habrían atacado en los últimos días en la misma zona. A pesar de ello, permanecen impunes.
"Eran dos chicos armados, le pidieron la billetera y el celular, pero cuando le dicen que no tenía, le dispararon, pero no salieron las balas. Ahí le pegaron tres culatazos en la cabeza", expresó Lorena.
Su marido tuvo que ser asistido por personal de SAME que se presentó en el lugar por un llamado al 911. Tenía la cabeza ensangrentada, a raíz de un corte en el cuero cabelludo, provocado por los golpes que recibió en medio del asalto.
"La Policía me dijo que los delincuentes están identificados, que serían dos menores que salieron libres la semana pasada", indicó la testigo.
Según contó la mujer, los autores del hecho llegaron en un FOX de color negro, y huyeron con la propiedad de la víctima: una camioneta Tracker color plateada que usaba para trabajar.
Lorena atendía su negocio cuando le avisaron lo que había ocurrido. En ese momento, temió lo peor, pero al ver a su esposo en esa condición, entró en un estado de shock y filmó la impactante escena.
"Hoy estoy hablando de que tengo a mi marido vivo de milagro, pero no se puede vivir así. Nos queremos ir del país", expresó, todavía indignada por el ataque, y por los reiterados episodios de inseguridad.