domingo 22 de junio de 2025 - Edición Nº2391

Provincia | 18 ago 2023

Mirada bonaerense

Kicillof hace cuentas y lo desvela la opción del voto útil

El mandatario provincial denota preocupación por los porcentajes menores que obtuvo su candidatura respecto a las listas locales en algunos distritos de la Primera Sección. Considera que será difícil un acuerdo implícito entre Piparo y Grindetti para coadyuvar en apoyo a una opción que apunte a desalojarlo del sillón de Dardo Rocha.


Por: Federico Cedarri

El gobernador bonaerense Axel Kicillof considera que en las elecciones PASO del domingo 13 de agosto logró el primer objetivo de encarrilar la posibilidad de reelección.

Estiman en el Palacio de calle 6 que el 36% logrado es un piso alto pero no garantiza eventualmente un triunfo, debido fundamentalmente al número importante de abstencionistas que no participaron en la PASO, que todo indica que concurrirán en la general y ostentan un perfil profundamente crítico hacia el oficialismo.

Kicillof deduce que salió ciertamente indemne en la provincia al efecto Milei aunque esta bajo la lupa el notable corte de boleta que se exhibió en algunos municipios del conurbano bonaerense.

Uno de los casos más elocuentes es en Luján donde el camporista Leonardo Boto saco cerca de 20 puntos por arriba de lo que recolectó Axel Kicillof que de yapa en ese distrito cayó por debajo de la suma de los dos candidatos de Juntos por el Cambio.

La Matanza y Quilmes fueron la excepción, no hubo prácticamente corte de boleta y las listas de Unión por la Patria locales lograron resultados calcados a los guarismos que quedaron en haber de Kicillof.

En la Primera Sección Electoral donde hay varios distritos que gobierna Juntos por el Cambio, sobre todo en el corredor norte y oeste, allí Kicillof obtuvo casi 120 mil votos menos que los candidatos locales de UP.

En la zona sur, Tercera Sección Electoral, la votación peronista fue más disciplinada y el mandatario provincial quedó abajo en casi 70.000 votos por sobre lo que sacaron los alcaldes.

Sin embargo, destacan en el entorno del Gobernador la buena elección que hizo en los distritos del interior de la provincia donde el promedio general fue del 30%, en principio un piso que colmó las expectativas que se habían sembrado a priori.

No obstante, hay inquietud por la irrupción de Javier Milei en distritos que son considerados bastiones por el peronismo, el segundo lugar del libertario en La Matanza, Berazategui y Florencio Varela no denota tranquilidad.

Genera reservas la penetración de la Libertad Avanza en los sectores postergados de la sociedad: “Hay nichos de población que otrora votaban al peronismo producto de que sentían una contención de ese espacio para con sus demandas, pero en los últimos años se advierte desencanto y el voto a Milei se caracteriza más como una válvula de escape”, sostiene ante la consulta de PDS un analista de opinión que toma el pulso a la provincia de Buenos Aires.

En el equipo de Kicillof entienden que pueden mejorar los guarismos en dos centros urbanos del interior que creen determinantes para la suerte electoral del mandatario en octubre, Mar del Plata y La Plata: “No podemos confiar ciegamente en el conurbano”, repiten como un mantra.

De todos modos hay conformismo en la gobernación bonaerense, razonan que quedaron bien posicionados rumbo a octubre y hay un dato adicional que les enciende el optimismo: consideraban potencialmente más peligroso a Diego Santilli que a Néstor Grindetti.

Al Colo lo visualizaban más competitivo y aunque prefieren no subestimar al lanusense creen que su victoria está relacionada puntualmente con el arrastre que le propinó a su boleta Patricia Bullrich.

Dudas con respecto a octubre

El reto que debe aprontar el peronismo bonaerense hacia las elecciones de octubre tiene que ver con imposibilitar la conformación de un escenario de voto útil.

Son optimistas en que difícilmente pueda darse un acuerdo implícito entre la libertaria Carolina Píparo y el bullrismo para fomentar el apoyo a una opción que apueste a derrotar a Axel Kicillof.

También hay otras inquietudes que se abaten sobre la gobernación bonaerense y la principal es si Milei en la elección general ampliará la oleada en el conurbano o si el peronismo oficiará de dique de contención con su aceitado aparato.

Kicillof es plenamente consciente de la pérdida sustancial de votos respecto al 2019 pero también esgrime que pese al desgaste del Gobierno nacional su administración salió relativamente bien parada por lo que se considera en su fuero íntimo como uno de los pocos ganadores en la órbita del peronismo.

La última duda que carcome a los estrategas de Gobernador es si el deterioro de la situación económica luego de la devaluación del 22% del lunes 14 de agosto contribuirá a un agravamiento de las variables sociales, que pueda llegar a impactar aún más en el escenario electoral bonaerense.

Es por esto que el Gobernador bonaerense es uno de los principales impulsores del pago de una suma fija que permita apuntalar los ingresos más bajos de la base de la pirámide salarial, contribuya a incentivar el consumo y genere un cambio del humor social que pueda arrimar nuevamente al redil a una buena parte de los desencantados con el peronismo.

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