Por: Federico Cedarri

El conurbano bonaerense una vez más actuó de salvavidas para que el gobernador Axel Kicillof tenga un arranque promisorio en la carrera hacia octubre.

No puede dejar de soslayarse que el mandatario tuvo además una aliada impensada: aprovechó la fuerte incidencia que tuvo en el comicio del domingo la ola libertaria que perforó fuerte en lugares inexpugnables del Gran Buenos Aires.

El porcentaje de Carolina Píparo cercano al 24 por ciento se cimentó en buena parte del conurbano, con epicentro en José C. Paz y La Matanza, donde tanto el León Javier Milei como la diputada nacional lograron superar a Juntos por el Cambio y ocupar el segundo lugar en distritos  emblemáticos donde no hacía pie ninguna fuerza ajena al peronismo.

Kicillof cumplió con creces las dos premisas que se había impuesto antes de la PASO: ser el candidato más votado y lograr un predominio aunque leve sobre las dos fracciones sumadas de Juntos por el Cambio.

El Gobernador bonaerense consideraba clave arrancar con ventaja en el tramo decisivo de la campaña pero saben cerca suyo que deberán acentuar el ingenio para poder repescar lo perdido en el interior: el mapa provincial quedó tildado de amarillo en casi toda la provincia salvo el conurbano y una buena elección en Olavarría.

Axel Kicillof dejó nuevamente de manifiesto que es quién mejor interpreta el sentir del núcleo duro del kirchnerismo: logró cinco puntos más en el total provincial que la sumatoria de los dos candidatos presidenciales peronistas, tanto Sergio Massa como Juan Grabois.

No estaba muy errado Máximo Kirchner cuando insistía a los cuatros vientos e inclusive intercedió ante la mismísima Cristina para lograr que el candidato presidencial fuese Axel Kicillof.

Esta más que claro que el Gobernador pese a la debacle del peronismo a nivel nacional es uno de los grandes ganadores de la jornada dominguera aunque cerca suyo comienzan a esbozar cálculos con respecto a la instancia definitiva de octubre.

Preocupa de sobremanera el nivel de abstención, ya que solo votó el 69% del padrón y ponen el foco en qué actitud tomará esa porción cercana al 5% de bonaerenses que podría eventualmente participar en octubre y que se encuentra a todas luces disconforme con el Gobierno nacional. “El secreto está en que los que no vinieron a votar no terminen votando a Grindetti, ahí se complicaría la elección”, admite un legislador que todavía no sale del asombro por la ola mileísta.

Lo que si queda claro es que el mandatario bonaerense se posiciona como uno de los referentes ineludibles del peronismo que viene y vuelve a dejar nuevamente a Cristina Kirchner como el oráculo del oficialismo: “La elección se dio como lo presagió Cristina, una configuración de tres tercios, los que la querían jubilar otra vez quedaron en off side”, admiten cerca del mandatario provincial.

Lejos del conformismo

Más allá de que Kicillof emergió como uno de los grandes ganadores del domingo electoral, en el Palacio de calle 6 saben que la ventaja obtenida de poco más de tres puntos no es definitiva: “Es un buen inicio para la campaña tomando en cuenta el contexto adverso nacional”, explica un analista de opinión que no vio venir la ola liberal en esa magnitud.

El escenario dista de ser el ideal para Kicillof, en 2019 obtuvo una ventaja superlativa de casi 20 puntos contra María Eugenia Vidal y selló la suerte de la ex mandataria en la PASO.

El interior fue nuevamente el talón de Aquiles del mandatario bonaerense, salvo en contados lugares, nuevamente los grandes centros urbanos le dieron la espalda y lo obligarán a un replanteo de su estrategia respecto a octubre: “No podemos seguir dependiendo del conurbano, tenemos que ampliar un poco la base de sustentación en el interior”, destaca a PDS un diputado provincial peronista.

Es que de reiterarse el voto que alumbró en la primaria de este domingo también Kicillof se encontraría, en caso de reelegir, con una Legislatura aún más hostil que la que tuvo que lidiar en los últimos dos años.

Los resultados en las secciones electorales del interior trasuntan que el oficialismo no solamente perdería diputados sino que también vería evaporarse el equilibrio que había alcanzado en el Senado, además de que el libertario podría meter más de un senador por la Tercera Sección.

En el peronismo bonaerense ponen el acento fundamentalmente en la poca participación: comenzarán desde hoy a rastrear cual es el nicho social que no concurrió a la PASO.

“Hay una mezcla, clase media que no acompaña habitualmente al Gobernador pero también hay nichos populares que fueron otrora votos del Frente de Todos y están profundamente desencantados, bueno a esos habrá que ir a buscar”, traza un panorama ante PDS otro legislador peronista que no ve sentenciada la historia hacia octubre.

En el oficialismo reconocen que la impensada performance de Javier Milei, que nadie vio venir, terminó en cierto modo apalancando la suerte de Kicillof ya que parte de los 23 puntos que obtuvo Carolina Píparo ayudaron a contener el voto bronca que podría haber recalado en Juntos por el Cambio.

Paradojalmente la ex diputada provincial cambiemista contribuyó para que el mandatario bonaerense lograra salvar la ropa en la provincia de Buenos Aires.

Cerca de Kicillof reconocen que si bien cumplieron las premisas trazadas no están tranquilos con el resultado, entienden que deberán replantear lo actuado sobre todo en el interior bonaerense donde admiten que realizaron una mala elección y volcar todos los esfuerzos en evitar que los ausentes al convite del domingo se aliste en un hipotético voto útil contra el Gobernador que pueda ajustar el resultado al voto a voto.