La tarde-noche de las elecciones primarias en el búnker del precandidato a intendente de Lanús Nicolas Russo estuvo atravesado por un claro sentimiento de resignación, que se agravó con la oficializacion de los datos del recuento de votos que lo colocó como el tercer aspirante a intendente dentro de Unión por la Patria en el distrito, con menos de la mitad de lo que cosechó Julián Álvarez, el vencedor de la interna.

El clima en el local ubicado en la intersección de las calles Eva Perón y Héctor Guidi no estuvo reinado por el optimismo casi en ningún momento, pudo ser al principio de la jornada electoral, pero con la llegada de las primeras actas de las escuelas la cara de los presentes se fue languideciendo cada vez más con el correr de las horas. Los primeros reportes marcaban que la diferencia con la lista del hombre de La Cámpora sería notoria pero quedaba la esperanza de un segundo puesto que mantenga con presencia su espacio en los comicios generales de octubre.

El hombre del massismo lanusense se mantenía cauto y había expresado que no daría declaraciones a la prensa hasta que no se subieran los datos del recuento a la pagina oficial, aunque también entendía que "en algunas mesas fue bastante bien". Seguidamente, entró a las oficinas de cómputos y no volvio a salir hasta despues de un buen rato.

Con fiscales y militantes llegando copiosamente al local, se conocieron los primeros resultados de la PASO: no solo había perdido contra la fórmula de Álvarez, sino que había quedado relegado al tercer lugar, quedando Agustín Balladares en el segundo puesto. Con más del 92% de las mesas escrutadas la nómina del Frente Renovador en Lanús, cuenta con 19.992 sufragios, mas de 2 mil votos por debajo de la del referente del Movimiento Evita y poco menos de la mitad de lo recaudado por Álvarez.

Con la derrota consumada, el ex mandamás del Club Atlético Lanús salió de las oficinas para saludar a una militancia que estaba entre la resignación ("Perdimos en todos lado", e escuchó) y una esperanza vana ("Esto es voto a voto", dijo otro). A pesar de lo dicho anteriormente, Russo prefirió no hablar y continuar en el centro de cómputos.