

“Es un reto muy grande el que tenemos los argentinos por mantener la mente equilibrada dentro de tanto desequilibrio”, aseguró la Licenciada en Psicología, Úrsula Anrriquez en diálogo con Política del Sur.
En esta línea, informó que “las consultas psicológicas y psiquiátricas aumenta constantemente a causa de la vertiginosa realidad en la que vivimos” y agregó: Abelando Yrigoyen, médico clínico, refiere que si se mantiene 24 horas el estrés y la descarga de estas hormonas, nos terminamos enfermando”.
Anrriquez aseveró que en su consultorio “llegan muchos pacientes con traumas de hechos de inseguridad los que si son tratados a tiempo, logran resolverse pero muchos otros quedan por ejemplo sin poder salir de su casa, con insomnio, crisis de pánico, depresión y hasta suicidio”.
“El trauma psicológico es un acontecimiento repentino e inesperado, imposible de manejar, que perturba el bienestar de la persona que lo vive y, como consecuencia, la persona queda afectada psicológicamente”, apuntó.
Resaltó que “la vulnerabilidad que siente la persona ante la inseguridad genera actitudes defensivas y agresivas en muchas personas, otras se paralizan y pueden quedar hasta catatónicas”.
“Muchas veces queda la sensación de persecución constante al caminar en la calle y la persona se convierte en un estratega ingeniando cuál es la mejor manera de llegar, por ejemplo, al trabajo con vida”, determinó.
Asimismo, subrayó que “la constante información de los noticieros preocupa constantemente a la población. No hablan más que de robos, asesinatos, ataques sexuales, peleas callejeras, salideras, etc”. “Generan angustia y miedo”.
Por último, reflexionó: “¿Es posible sobrellevar una vida así, sin consecuencias, sin mal estar? Claramente no”. “¿Se trata de la aceptación de esta realidad? Cómo hacer para tener una mirada positiva ante la existencia si la vida de una niña de 11 años no tienen ningún valor”.