

Por: Federico Cedarri
La conmoción por la incomprensible muerte de Morena en Lanús implosionó el cierre de la campaña de los diferentes espacios políticos, un dramático acontecimiento que puede ser leído por los analistas de la política como la escenificación de un cisne negro: un hecho que por sus características luctuosas torna impredecible las consecuencias sobre el escenario electoral del domingo.
La política que no puede salir del estado de shock en que la sumió la trama macabra de este inconcebible asesinato se quedó sin tiempo material de reacción para contrarrestar los efectos colaterales que puedan desatarse.
Abstrayéndonos transitoriamente del impacto que nadie aventura podría tener este lamentable hecho sobre la elección, hay que consignar que Juntos por el Cambio venía poroteando subterráneamente los apoyos que cada bando tiene en lo que concierne a la candidatura a gobernador por la estratégica provincia de Buenos Aires.
Diego Santilli, que tiene un alto nivel de conocimiento producto de su irrupción bonaerense en 2021, fatigó con sus recorridas el cordón sur y oeste del conurbano donde se concentra la mayor cantidad de electores de la provincia de Buenos Aires y acredita el apoyo de Evolución Radical que responde al armado de Martín Lousteau.
Santilli paseó por ese corredor del Gran Buenos Aires de la mano del alcalde de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y apuesta sus fichas a una decorosa elección del referente social Héctor Toty Flores en La Matanza donde pulsea la interna con el bullrista Lalo Creus.
El larretismo confía en un buen papel en Florencio Varela con el soporte del armado de la ex randazzista Florencia Casamiquela y resabios del justicialismo tradicional expoliados por el kirchnerismo.
En el campamento de Diego Santilli muestran números favorables en el conurbano norte sobre todo en San Martín, donde el carussismo lleva al abogado mediático Mauricio D`alessandro a la intendencia, y descuentan un triunfo rotundo en San Isidro de la mano de Macarena Posse, hija de su compañero de fórmula Gustavo Posse, que enfrentará al bullrista Ramón Lanús.
El búnker de la santilleta tiene en claro una sola premisa: si ganan en la Primera y Tercera Sección Electoral la elección interna estará asegurada.
Es la misma cuenta que despuntaron en 2021 cuando pese a haber perdido en la mayoría de la Secciones del interior con el radical Facundo Manes el Colo se alzó con la victoria por casi 20 puntos.
Y este cálculo final no es antojadizo, ya que Grindetti cuenta en tierra adentro bonarense con el respaldo de la estructura del radicalismo que según aseguran los voceros de su titular, Maxi Abad, en algunos distritos el lanusense dobla en votos a Santilli.
También rescatan desde el politburó del Comité Provincia que el aparato centenario es importante en las grandes ciudades del interior donde prometen recortar las ventajas que Santilli saca en la Séptima Sección con epicentro en Olavarría, de la mano de su aliado Ezequiel Galli, con el aporte de Azul de la mano del intendente local, el ritondista Hernán Bertelleys y de la estructura de Alejandra Lordén en Saladillo.
Desde el entorno del alcalde de Lanús cuentan con tilde la Sexta Sección donde no solamente confían en el alcalde bahiense, Héctor Gay, sino que acreditan un puñado de distritos gobernados por el radicalismo que juegan con el lanusense.
Sin embargo Grindetti no descuida el conurbano, allí se apoya en Jaime Méndez en San Miguel que responde a Joaquín de la Torre y en su propio distrito Lanús donde con su mano derecha Diego Kravetz apuesta a retenerlo.
El cálculo que hacen en el grindettismo es opuesto al que esgrime el larretista Santilli, piensan que tienen una ventaja considerable en el interior provincial y que, si como le marcan algunas encuestas que manejan se confirma una buena elección de Patricia Bullrich en la Primera Sección, podría arrastrar al lanusense a la victoria pese a los números favorables al Colo en el oeste y sur del conurbano.
Hay tres partidos de la provincia de Buenos Aires donde Diego Santilli y Néstor Grindetti tienen la mira puesta por la importancia estratégica y demográfica de los mismos.
Mar del Plata y La Plata son luego del conurbano los lugares de mayor cantidad de electores y en la ciudad feliz los dos candidatos van enganchados de la boleta del alcalde local Guillermo Montenegro.
Desde el bullrismo analizan que la presencia multitudinaria reciente de la Piba en Mar del Plata, que contó con la presencia del prescindente Montenegro, más el aparato de Maxi Abad podrían dotarle de un triunfo resonante a Grindetti apoyado por otros distritos de la zona donde se esperan amplias victorias como Ayacucho, Madariaga, Rauch y General Belgrano, solo contrarrestadas por Tandil donde Miguel Lunghi se embanderó con Santilli.
En La Plata el que lleva las de ganar es Diego Santilli ya que allí el intendente Julio Garro comenzó a mover la maquinaria a favor del Colo, mientras que el bullrismo apuesta por el senador provincial Juan Pablo Allan que atina como estrategia al arrastre que pueda proveerle la figura de Patricia Bullrich.
Vicente López es el lugar más enigmático, ya que allí también los dos candidatos al sillón de Dardo Rocha comparten la boleta con la intendenta local Soledad Martínez, que responde a Jorge Macri, aunque desde el santillismo sospechan que el candidato a Jefe de Gobierno porteño por el PRO estaría operando en las sombras para volcar el apoyo del distrito hacia Grindetti debido a sus constantes recelos con Horacio Rodríguez Larreta.