

El crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario asesinado y cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en Ingeniero Budge, sigue rodeado de misterio, a pesar del esfuerzo de los investigadores, que hacen foco en los peritajes y en el análisis de pistas para determinar quién mató a la víctima.
Hasta ahora, la principal hipótesis acerca del móvil del asesinato es una venganza por motivos económicos y a esta teoría llegaron las autoridades del caso por varios factores: la forma en la que mataron a "Lechuga", pero sobre todo, que debía cientos de miles de dólares y lo acusaban de numerosas estafas. Por lo tanto, hay varios sospechosos.
Además, en las últimas horas, el fiscal de la UFI 5 de Lomas de Zamora que está al frente de la causa, Marcelo Domínguez, estableció que Pérez Algaba había recibido más de 200 amenazas de muerte y mensajes en su teléfono, la mayoría de ellos ligados a cuestiones económicas.
La fiscalía pudo obtener información valiosa gracias a que en las últimas horas se logró hacer un "espejo" de uno de los teléfonos celulares del fallecido, a pesar de que el aparato nunca fue hallado.
Mediante un sistema tecnológico, los expertos de la Policía bonaerense pudieron hacer una copia de la información guardada en la nube del teléfono que el empresario utilizaba en Argentina, por lo que ahora se intentará bajar todo tipo de mensajes que permitan establecer quienes fueron las últimas personas que lo contactaron el 18 de junio, cuando fue visto por última vez.
Mientras tanto, la única persona detenida en el marco de la causa redactó en las últimas horas una carta de puño y letra para dar a conocer su versión.
Se trata de Alma Nicol Chamorro, la mujer trans acusada de ser partícipe secundaria del homicidio. Aseguró que es “inocente”, que la “implican injustamente” en la causa y pidió que “por favor” la ayuden.
"Mi nombre es Nicol Chamorro, soy una mujer trans, me implican injustamente en un caso del cual me enteré de que se trataba a través de los medios y por mis abogados”, comienza la misiva.
Posteriormente añadió: “En el principio pretendían que declare sobre algo que no entendía y sin la presencia de mi defensor y abogado. Ahora digo que soy inocente de lo que se me culpa, nunca fue mía esa maleta (donde hallaron los restos del empresario) y nunca tuve contacto con ella”.
“Decidí hablar porque necesito se sepa mi versión de lo que estoy pasando. Es injusto el hecho de estar detenida”, afirmó Chamorro en otro tramo de la carta.
Asimismo, señaló que se encuentra “contenida en todo sentido por el personal, autoridades, compañeras y sobre todo la presencia” de sus abogados, a quienes les aclaró que las manchas encontradas en su campera eran “de salsa”.
Esto último fue confirmado el pasado martes por un peritaje realizado en la sede de la Policía Científica de Lanús, que determinó que no eran de sangre las manchas halladas en una campera y una remera de Chamorro.
“Quiero agradecer a mis seres queridos y a las personas que me ayudan día a día a soportar esta situación”, concluyó la mujer trans, antes de pedir, con letras mayúsculas: “Por favor ayúdenme, soy inocente, gracias”.