Por: Federico Cedarri
El cierre de listas en el ámbito de la provincia de Buenos Aires dejó como conclusión fehaciente que el gobernador Axel Kicillof puede considerarse como uno de los ganadores políticos al haber salido indemne de la refriega en la que se había inmiscuido el espacio durante un viernes y sábado frenéticos.
El mandatario ya había comenzado a avizorar un buen panorama para sus aspiraciones cuando el ministro del Interior, Wado de Pedro, lanzó en las redes el globo de ensayo de su candidatura presidencial.
En rigor, el mandatario estuvo toda la semana en ascuas sintiéndose en una encrucijada ya que su intención manifiesta era quedarse en la provincia e intentar la reelección pero sentía en sus espaldas la presión de Máximo Kirchner ante Cristina para que lo conminara a ser candidato presidencial.
El Gobernador no fue un protagonista esencial en la jornada de fragor del viernes donde sus colegas del norte, en acuerdo con el presidente Fernández, despojaron de la candidatura presidencial a Wado de Pedro e impusieron a Sergio Massa torciendo la voluntad de Cristina.
Entonces, el mandatario bonaerense respiró aliviado al saber que ya no tendría más escollos para avanzar en la campaña para su reelección aunque el sábado entrada la tarde también logró otra victoria personal al imponer nuevamente como su compañera de fórmula a la matancera Verónica Magario.
La postulación se vio amenazada durante la tarde debido a que se elucubró que la actual vicegobernadora podría ir a La Matanza a competir contra la oponente del Movimiento Evita, la Colo Patricia Cubría, ocasión que aprovechó Máximo Kirchner para comenzar a rodar especulaciones de que alguna referente de La Cámpora como Fernanda Raverta, la massista Cecilia Moreau o el mismísimo jefe de Gabinete de Kicillof, Martín Insaurralde, podrían eventualmente cubrir ese lugar.
Se puede concluir que fue un fin de semana redondo para Kicillof ya que logró evadir la presión de Cristina que finalmente lo respetó y no le pidió el sacrificio de ir a disputar la candidatura presidencial.
No solo se quedó en la provincia Kicillof sino que además logró que se repita la fórmula del 2019: “Axel no podía dejar el sostén que le brinda La Matanza, es un territorio estratégico aparte de la buena coordinación que ha tenido con Magario durante estos cuatro años”, sintetiza un legislador provincial peronista a PDS.
La frutilla del postre para el mandatario provincial fue la incorporación de su ministro de Seguridad, Sergio Berni, como cabeza de lista por la Segunda Sección electoral: “Hasta esa le salió a Axel, encontró una salida elegante para Sergio que era muy resistido”, suelta con sorna otro legislador que no tiene simpatía por el actual funcionario de Kicillof.
Así las cosas, el Gobernador comenzará en las próximas horas a trazar su estrategia de campaña que se centrará fundamentalmente en la gestión bonaerense: “Las realizaciones concretadas y las que haremos se constituirán en el eje de campaña”, se escucha cerca del mandatario.
Será hora de desenvainar el plan Seis por Seis que había sido debidamente cajoneado hasta que se confirmará la candidatura a la reelección.
El Gobernador es consciente de que deberá acentuar las recorridas por el interior bonaerense, verdadero talón de Aquiles para Kicillof, donde necesita mejorar los números en las grandes ciudades de tierra adentro para ganar sin sobresaltos y no depender solamente del aluvión de votos que le brinda el aceitado aparato peronista del conurbano bonaerense.
Una vez clausurada la tensión que se desenvolvió en rededor del cierre de listas, el Gobernador bonaerense tomó la decisión de confirmar las elecciones en la provincia de Buenos Aires para el 22 de octubre en consonancia con los comicios presidenciales.
Vale recordar que el mandatario había elevado el decreto para que los bonaerenses concurran a la PASO en comunión con las nacionales pero había sembrado interrogantes con respecto a la elección general en territorio bonaerense.
La provincia de Buenos Aires se ha convertido en una verdadera cabecera de playa del cristinismo y eso quedó plenamente evidenciado con la conformación de las listas en la provincia donde La Cámpora volvió a tener un papel preponderante.
El no adelantamiento de la elección bonaerense puede leerse como un fuerte respaldo a la candidatura de Sergio Massa que necesita indispensablemente del acompañamiento de la estructura del peronismo provincial.
Kicillof hace la lectura de que en esta ocasión la boleta presidencial sí tiene buenas posibilidades de arrastrarle apoyos por afuera del núcleo duro kirchnerista.