Sabido es que el Viagra es un medicamento que marcó una época para hombres con dificultades en las erecciones. La famosa “pastilla azul” fue descubierta por pura casualidad, pero ¿Qué hay de cierto con respecto a su consumo?

Silvina Lizarraga, la sexóloga de cabecera en nuestra columna habitual de Política del Sur, destacó: “Es una consulta común donde se espera una pastilla mágica que venga a solucionar las cosas en lugar de ir a ver porque me está pasando eso. Si voy a ir las cosas que me están provocando esa situación o si tapo síntomas. La sexualidad es de emociones dependientes, si puedo ir a tomar una vitamina pero si mi nivel de Cortisol está alto tampoco me puede ayudar, después todo sigue igual. Lo que aparece como un síntoma es la punta del iceberg”.

En ese sentido, Lizarraga advirtió que “muchos pacientes quieren rendir mejor, pero sufren infinidad de cosas que son agotadoras y terminan influyendo en el rendimiento sexual”.

“Quizás compran la pastilla y así y todo no funciona. Entonces se toman dos pastillas y eso es un grave error. Muchas veces tener una dificultad en la erección es un aviso de una dificultad cardiaca. Hay que ser responsable de la salud y saber qué es lo que nos pasa”, precisó.

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— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) June 23, 2023

Asimismo, profundizó: “Depende de la personalidad de cada uno. Ver como reorganiza su vida diaria, hay personalidades que son adictivas y en vez de ir a ver que necesito tapar sigo por ese camino. Tampoco sabemos hasta cuándo va a funcionar. No cerré el circuito de ansiedad, no trabajé mi valoración, es un trabajo personal”.

A su vez, Lizarraga remarcó que “hay que trabajar con muchos aspectos de la personalidad, con que uno pueda ser su propio calmante. Que se pueda encontrar y que no esperes que otro te pueda levantar el pulgar. Muchos quieren tapar lo que pasa”.

“Tomar un Viagra después de tomar varios tequilas es algo erróneo, el efecto del alcohol es contraproducente. Hay circuitos que se están haciendo habituales pero no funcionan. La mayor recomendación y en este proceso recetas el sildenafil para que no se sientan tan frustrados. No queremos que se transforme en un hábito. Si es recetado por un médico es acertado, pero los que se auto medican son los más factibles de quedar adictos a eso y son los que meten la basura debajo de la alfombra. No es la pastilla sino que es un tratamiento lo válido”, sostuvo la sexóloga.

No obstante, admitió: “Lo que si necesitan los jóvenes es una tendencia a una baja aceptación a la frustración. Todos los frustra y el manejo de eso es muy difícil, hay veces que tienen herramientas para poder manejarlo. Que no derive en ira, ni en malos vínculos. Esa ayuda que derive en acompañamiento terapéutico, son producto de mi propia expectativa. Me frustro cuando no salieron tan bien las cosas. Voy a buscar la pastilla que me genera el resultado mágico”

Por último, subrayó: “Cuando hablamos de sexualidad hablamos de dos, tiene que ver con ese vínculo. La sexualidad es emociono dependiente y es altamente vulnerable. Si algo no funciona se va a saber también en ese aspecto. Es  recomendable una consulta de pareja. Los terapeutas decimos a veces que se haga algo de forma individual o si fortalecemos el vínculo para poder entender mejor que es lo que pasa. A mí me gusta trabajar en red y poder intercambiar el modo de comunicarse. Hay que hacer un trabajo muy minucioso. No hay que resolver cada uno por su lado. Hay que ponerse en los zapatos de otro, ese vaivén que se da en la comunicación humana”.