

Por: Federico Cedarri
El PRO no logra finalmente encauzar la discusión interna que pretendió atomizar con el acuerdo logrado para consolidar una oferta electoral en CABA y dos en la provincia de Buenos Aires.
El desmadre que se está produciendo en territorio bonaerense comenzó a encender luces de alerta sobre la dispersión que puede llegar a provocarse en caso de que gane la interna del espacio en agosto el larretista Diego Santilli.
Si bien la elección del lanusense Néstor Grindetti como candidato a gobernador por el bullrismo generó ruidos en los otros dos precandidatos que estaban en la consideración, Javier Iguacel y Joaquín de la Torre, es un incógnita lo que puede llega a acaecer si el Colo vence en la PASO al hoy presidente de Independiente.
De hecho, de la Torre asegura a quienes quieran escucharlo que no apoyará a Santilli por considerarlo ajeno a las problemáticas de la provincia de Buenos Aires, mientras que Javier Iguacel, que fue sondeado por Javier Milei en una actitud considera desleal por los operadores bullristas, tampoco despunta entusiasmo más allá de algún ofrecimiento de cargos en el área de energía en un hipotético gobierno larretista.
Los intendentes bonaerenses continúan exigiendo sin medias tintas una fórmula única en la provincia y que las boletas presidenciales de Larreta y Santilli sean utilizados por todos los alcaldes del palo.
Los jefes comunales amarillos quieren preservar sus territorios y evitar que el peronismo meta la cola y aproveche la diáspora interna para arrebatarle algún que otro distrito ajustado en los números.
Larreta viene observando con preocupación el crecimiento sostenido que experimenta Patricia Bullrich respecto a las adhesiones en la provincia de Buenos Aires. Cerca del porteño admiten que fue un mazazo el vuelco del bahiense Héctor Gay hacia la Piba.
Bahía es cabecera de la Sexta Sección electoral que había representado un puntal en la interna del 2021 contra Manes, ya que el santillismo derrotó solamente en aquella ciudad del sur bonaerense al radicalismo perdiendo el resto de los distritos pequeños en mano del médico.
Bullrich no da el brazo a torcer, presentará candidatos en todos los distritos bonaerense salvo en tres municipios en los que aceptará compartir la boleta con Larreta: Mar del Plata con Guillermo Montenegro; Vicente López con Soledad Martínez y Tres de Febrero con Diego Valenzuela.
“Son las únicas comunas en que Patricia confía que le van a cuidar los votos y no hacer trapisondas”, justifica ante PDS un legislador provincial amarillo.
Después de los coqueteos que el jefe de los diputados nacionales del PRO había experimentado con Larreta luego de que Bullrich lo desairara eligiendo a Grindetti para la candidatura a gobernador, finalmente el ex ministro de Seguridad bonaerense priorizó la amistad con el lanusense y eligió resguardarse bajo su cobijo.
Sin embargo ese apoyo no será gratuito. Ritondo le hizo una serie de pedidos a Bullrich más allá de la promesa de encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales y eventualmente si ganará Pato presidir la Cámara Baja en el próximo turno.
El ex ministro de Seguridad bonaerense solicitará lugares en las listas hacia la Legislatura para las espadas vidalistas: el senador Walter Lanaro que debe reelegir en el Senado y el diputado provincial Alex Campbell.
Del mismos modo, también habría pedido un lugar en la boleta de la Quinta Sección para el alcalde de Pinamar Martín Yeza que oficiaba de jefe de campaña de Ritondo y que no irá por la reelección en el distrito costero.
El ex ministro de Seguridad bonaerense acercaría al bullrismo al alcalde de Azul Hernán Bertellys que venía apoyando con tesón la candidatura a gobernador del jefe de los diputados nacionales amarillos; y por sobre todas las cosas le garantizaría el armado de Alejandro Finocchiaro en La Matanza y de Santiago López Medrano en San Martín, todos ex vidalistas que se apretujaban bajo el ala de Ritondo.
Ante este avance del armado de Pato el alcalde porteño comenzó a tender de manera desesperada puentes con el sector del radicalismo que apoya la candidatura a gobernador de Maximilano Abad y que concentra a la mayoría de los alcaldes provinciales centenarios.
El inconveniente del Pelado es que algunos intendentes de ese sector se cortaron solos y le arrimaron un apoyo implícito a la Piba a la vez que le ofrecieron estructura para fiscalizar: como contrapartida Bullrich les ofreció la candidatura a vicegobernador secundando a Grindetti.
Larreta contaría en la provincia con el apoyo de algunos alcaldes radicales, como el sanisidrense Gustavo Posse y el intendente de San Cayetano Miguel Gargaglione, que le acercaría el titular nacional Gerardo Morales, además de los principales referentes de Evolución que responden a Martín Lousteau, socio político del jujeño.
Larreta presuroso cerró la unívoca candidatura del PRO en CABA que recayó en Jorge Macri complementado con la elegante bajada de Fernán Quiros, pero con el objetivo de fondo de garantizarse el apoyo a su candidatura presidencial de los alcaldes bonaerenses que responden al primo de Mauricio Macri: el juninense Pablo Petrecca, el intendente de 9 de Julio Mariano Barroso y la sucesora de Jorge en Vicente López, Soledad Martínez.
De igual manera, apoyan al Pelado el pergaminense Javier Martínez que si bien responde a la jefatura del ex presidente se alistó en esta ocasión del lado de Larreta acercado por el ex presidente de Boca y operador radical ligado a Lousteau, Daniel Angelici.
Otro macrista consecuente que por ahora se recuesta en el Pelado es el dolorense Camilo Etchevarren que maneja un importante distrito dentro de la órbita de la Quinta Sección electoral.
Sin embargo, el apoyo de estos alcaldes no sería tan incondicional ya que exudan cierto desconcierto respecto a la caída en las encuestas de la candidatura de Larreta en relación con Bullirch en un territorio como la provincia de Buenos Aires que parecía inexpugnable para la Piba: “Si Larreta no da un golpe de timón puede llegar a perder el impulso que había conseguido”, se lamenta un legislador que todavía reporta en ese espacio.