lunes 01 de septiembre de 2025 - Edición Nº2462

Provincia | 31 mar 2023

Efervescencia correligionaria

No amainan las diferencias internas en el radicalismo

Morales mantiene la alianza estratégica con Larreta y todo indica que confluirían en un binomio cruzado. Manes retomó su campaña bonaerense y ensaya una diferenciación de la rosca política.


Por: Federico Cedarri

En el radicalismo las diferencias entre los dos sectores que pulsean por quedarse con el premio mayor de una candidatura presidencial persisten incólume.

Luego de haber lanzado su candidatura en un teatro de la calle Corrientes, el gobernador jujeño, Gerardo Morales, aceleró en la puesta en escena de una fuerte campaña publicitaria de instalación de su figura que todavía cuenta con un nivel de desconocimiento cercano al 50%.

El jujeño busca mostrarse como un buen administrador poniendo de relieve su tarea como mandatario de la provincia norteña, pero fundamentalmente hace hincapié en un precepto rector: imponer orden.

Es que cerca de Morales analizan con minuciosidad los focus group que encargaron sobre el perfil de presidente que demanda una sociedad hastiada de las dificultades económicas y el resultado fue lapidario: una figura que restaure la autoridad.

En ese sentido, Morales machaca permanentemente con su tarea de desmonte de la estructura que ostentaba Milagro Sala en Jujuy y su posterior detención acusada de delitos de corrupción.

Se mete en la discusión económica y en este sentido busca dar certidumbre de que buscará avanzar, si es que llega a la presidencia, hacia un modelo productivista y desarrollista.

Por un lado, el jujeño promueve el orden emulando el discurso de los halcones del PRO y en lo concerniente a la economía se muestra más cercano al pensamiento del larretismo con quien comparte muchos puntos de vista.

Si bien mantiene una buena sintonía con el alcalde porteño, en el último tiempo se han espaciado los encuentros entre ambos productos también de las presiones que el Pelado recibe de parte del macrismo para endurecerse.

Morales no ha logrado recomponer la armonía con sectores del radicalismo que lo enfrentan y que amenazan con cerrar un acuerdo electoral con Patricia Bullrich.

Tanto el correntino Gustavo Valdés como el mendocino Alfredo Cornejo cuestionan el manejo personalista de Morales en la campaña, además del recelo que siempre les causó su acercamiento con el massismo con quien mantiene una alianza política en Jujuy.

En este revoltijo interno, se da la reaparición en las tertulias políticas de un actor que nuevamente comienza a adquirir preeminencia en el partido centenario: uno de los fundadores del antiguo Cambiemos, Ernesto Sanz.

El ex senador charló en los últimos días con Mauricio Macri y si bien no expresa preferencias en público y prefiere mantenerse al margen de las disputas partidarias, es consciente de la debilidad intrínseca del partido centenario para poner en la cancha un candidato competitivo contra los postulantes del PRO.

Si bien Morales prefiere propalar un carácter discursivo de posicionamiento partidario potente, en privado no abandona la hipótesis de compartir la fórmula con Horacio Rodríguez Larreta.

Manes insiste con la estrategia del outsider

El diputado nacional no parece desistir de su candidatura presidencial pese al estancamiento pronunciado que registra en los sondeos desde mediados del año 2022.

Si bien conserva hasta el momento el apoyo sostenido del radicalismo bonaerense ligado al abadismo y los alcaldes centenarios, estos últimos ya esbozan subterráneamente cierta preocupación por la falta de definiciones del legislador nacional.

Algunos intendentes radicales, al borde de la desesperación por su instinto de supervivencia, estarían analizando la posibilidad de ofrecer soporte a un bullrismo ávido de estructura política en el interior bonaerense.

A su ritmo, Manes retomó sus recorridas por la provincia pero la tesitura de esta etapa de campaña pasa por relegar la discusión sobre candidaturas: “Facundo busca mostrar una imagen alejada de la rosca”, explica un legislador radical que juega en este espacio.

El médico apuesta a la diferenciación con el internismo que despunta dentro de Juntos por el Cambio y prefiere anteponer el debate de construcción de un modelo de país ligado al centro popular como viene pregonando.

En lo que respecta a la candidatura a gobernador centenaria en la provincia de Buenos Aires, no despega en los números la postulación del manista Maxi Abad, que hoy se encuentra superado en las encuestas dentro de un módico puñado de puntos por Gustavo Posse y Martín Tetaz.

Desde el sector que responde a Gerardo Morales admiten que el sanisidrense se ha convertido en el armador del jujeño en el distrito conjuntamente con Evolución Radical, el agrupamiento que responde a Martín Lousteau.

Posse viene presionando al presidente del radicalismo provincial para que le dé la posibilidad de internas previas a la PASO y desembocar en agosto con candidato propio: “Lo que busca el intendente de San Isidro es posicionarse en la negociación con el PRO por la fórmula provincial”, dispara un referente radical ligado a la conducción partidaria.

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