Por: Diego Lanese

Con una reunión en la localidad de Marcos Paz, el grupo de gremios municipales que rompió recientemente con la vieja federación de la provincia de Buenos Aires profundiza su agenda propia, lejos de las estructuras existentes. Este grupo, que se denomina Corriente de Sindicatos Municipales Bonaerenses, rompió a mediados del año pasado con la Federación de Sindicatos Municipales de la Provincia de Buenos Aires (FSMPBA) y comenzó una serie de encuentros para acomodarse en el escenario futuro. En este sentido, en el verano tuvieron un primer encuentro en Navarro y ahora lo repitieron esta semana, consolidando su postura alejada de la entidad que lidera Humberto Bertinat. Además de analizar la situación de los empleados de las comunas, el grupo consensuó un documento donde defendieron la actividad de los gremios de base en los municipios y denunciaron la “canibalización” que se vive en el sector, con la participación de gremios provinciales y entidades nuevas que se crean con complicidad de los intendentes. En el texto, confirmaron que no se sumarán a ninguna entidad provincial y se mantendrán bajo el paraguas nacional de la Confederación de Obreros y Empleados Municipales (COEMA).

La nueva cumbre de esta corriente “rebelde” de gremios municipales de la provincia de Buenos Aires consolida la “tercera posición” que buscan mostrar, luego de un inicio donde criticaron a la veja federación y tuvieron cierto acercamiento a la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO). Como hicieron en la localidad de Navarro, estos dirigentes estuvieron en Marcos Paz, analizando el armado propio. Según confirmaron, estuvieron presentes el dirigente del gremio local Juan Monasterio, y sus pares de Navarro, Cristian Carrizo; de Merlo, José Luis Núñez; de Moreno, Marcelo Espíndola; de Baradero, José Montero; de Bragado, Pablo Zúcoli; y de Tres de Febrero, Ariel Collia. Allí, según pudo saber Política del Sur, se aprobó un documento donde se ratificó la independencia de las federaciones provinciales y la necesidad de lograr una agenda propia. En este sentido, la corriente resaltó que “somos superiores a una sumatoria de sellos y gozamos de la satisfacción de haber sido elegidos por el voto directo y secreto de los afiliados”.

Uno de los puntos tratados en su “declaración de principios” es la preocupación por la "canibalización" en la captación de afiliados que comparten las federaciones provinciales del sector y otras organizaciones como ATE y UPCN y distintas mutuales. Advirtieron, asimismo “una situación de desacreditación de la función sindical que explicaría por qué apenas el 50 por ciento de las plantas de personal de los municipios están sindicalizadas”. El espacio representa a unos 10 mil empleados municipales, con fuerte incidencia en el oeste del conurbano, y en un principio se separaron de la vieja federación con críticas duras a su titular Humberto Bertinat, a quien acusaron de “no fortalecer a los gremios de base”.

Un tema central de esta agenda que se elabora en este grupo de dirigentes es su alineamiento provincial y nacional. En este sentido, se negó que se vayan a sumar a la FESIMUBO, con quien a inicios de la separación, a mediados del año pasado, tuvieron algunas conversaciones informales. Pero ahora ese canal está roto. Así se lo confirmaron a Política del Sur fuentes del sector, que ratificaron que esta corriente se mantendrá “independiente de ambas entidades”. A nivel nacional, se mantendrán en la COEMA, la entidad que forma parte de la CGT, y que cuenta con su reconocimiento, pese al crecimiento de la Confederación de Trabajadores Municipales (CTM). “Esta es una muestra de la degradación de la vieja estructura”, insistieron las fuentes consultadas, que recordaron que en los últimos tiempos hubo varias fugas de gremios de base de la FSTMPBA, además de denuncias por mal manejo de recursos por parte de su dirigencia.

#Ley14656 pic.twitter.com/XYeJk6lfqL

— Fe.Si.Mu.Bo. (@fesimubo) March 27, 2023

La vieja federación era la entidad que nucleaba históricamente a los sindicatos municipales bonaerenses, hasta que en la década del 90 se quebró. Allí nació la FESIMUBO, que comenzó a crecer de la mano del descontento de los trabajadores por la aprobación de la ley 11.757, que eliminó la instancia provincial de paritarias y llevó la discusión a cada municipio, entre otras cuestiones que perjudicaron la estabilidad y las condiciones laborales en las comunas. Liderada por Rubén “Cholo” García, el nuevo espacio comenzó a crecer hasta que logró aprobar una nueva norma, la 14.656, que rige actualmente. El surgimiento de esta nueva corriente se entendió como una “tercera posición”, aunque su proyección todavía es limitada.