Por: Federico Cedarri

La intrincada situación interna del radicalismo va increscendo y no tiene nada que envidiar a las rencillas de sus socios del PRO.

Es que la profundización de las diferencias entre los espacios del gobernador jujeño Gerardo Morales y el neurocientífico Facundo Manes no parecen encontrar un fin.

Aún no se ha instrumentado desde el radicalismo una metodología para encarar la PASO, sus dirigentes vacilan entre buscar una síntesis para conformar una fórmula pura o marchar a los brazos del PRO a negociar la composición de binomios híbridos tanto para el nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires.

La parsimonia de Facundo Manes comienza a generar grietas en el único bastión sólido de apoyo que aún tiene: el radicalismo abadista.

Es que las vacilaciones del diputado nacional le valieron de excusa al sector enrolado bajo el tutelaje de Martín Lousteau, Evolución, para volcar un apoyo definido a Gerardo Morales.

Fue la confirmación de la distancia política que siempre mantuvieron los dos espacios, de hecho cuando en el 2021 el oficialismo radical enfrentó al possismo por la conducción partidaria uno de los principales soportes del intendente de San Isidro para dar la lucha interna fue la estructura de Evolución.

También en La Plata sectores que anteriormente estuvieron ligados al neurocientífico comienzan a tomar distancia y manifestaron su público respaldo a Morales, tales como los militantes de RAPACA enrolados con el actual diputado nacional  Miguel Bazze como aquellos que responden al ex titular radical platense, Diego Rovella.

Según manifestaron, la decisión encuentra fundamentos en la persecución de la consolidación de un espacio auténticamente radical en desmedro de la intentona de Manes de ampliar la alianza hacia peronistas no kirchneristas.

Si bien este importante sector del radicalismo provincial rompió lanzas con Manes continúa incólume en su apoyo al marplatense Maximiliano Abad para la gobernación bonaerense.

En los últimos días tuvo lugar un evento con simbología política que va dejando al descubierto los apoyos que se van configurando en el escenario bonaerense: el gobernador jujeño desembarcó en San Isidro para sumar el respaldo explícito de Gustavo Posse, que también está anotado para la pelea provincial.

Ante esta situación de acumulación, Morales decidió dar el paso y se lanzará en el teatro Gran Rex el 15 de marzo con parte de la estructura radical nacional bajo su ala.

Manes en tanto no se quedó quieto y buscó dar un golpe de efecto al reunirse contra todos los pronósticos con Mauricio Macri con la intención de limar asperezas.

En rigor, desde ambos campamentos expresaron que la reunión llevada a cabo en la quinta Los Abrojos fue de tono cordial y que abordaron distintos temas de la realidad política y económica del país además de adentrarse en los vericuetos de la interna de Juntos por el Cambio.

El dato político que alumbra del encuentro es la respuesta a la buena sintonía que había exhibido a comienzos de año entre el dueto de Gerardo Morales y Horacio Rodríguez Larreta.

La encrucijada de fórmula pura o cruzada recorre el escenario radical

El partido centenario cruje ante el desafío de resolver una estrategia electoral conveniente que preserve la identidad radical.

Luego de la reunión con Macri, sectores cercanos a Manes continúan propalando la idea de acudir a la PASO conformando un binomio propio donde esperan disputar la candidatura presidencial con Gerardo Morales y los dos contendientes, hasta el momento, del PRO.

El neurocientífico, que comenzó a caminar nuevamente el territorio bonaerense, juzga como apresurado comenzar algún tipo de negociación con los amarillos tomando en cuenta el nivel de enfrentamiento interno que ostentan y las pocas certezas que hay sobre el juego que finalmente llevará adelante Mauricio Macri.

“Facundo es el mejor candidato presidencial y aunque respetamos a los correligionarios que optaron por Morales queda claro que la mayoría del radicalismo bonaerense esta encolumnado tras Manes”, resaltó ante PDS una legisladora provincial boina blanca.

Contrariamente, desde el sector ligado al gobernador jujeño no desechan la posibilidad de conformar un binomio con el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con quien comparte la coincidencia de amplificar el alcance de los acuerdos por fuera de Juntos por el Cambio en caso de acceder al gobierno para llevar adelante sin traumas reformas estructurales.

No obstante, desde el moralismo sacan el pie del acelerador y se limitan a confirmar a este portal que por ahora, más allá de la buena química con el larretismo, no existe un pleno consenso para avanzar en una fórmula cruzada: “Hoy estamos en un período de acumulación muy importante y seguimos con la premisa de avanzar con candidaturas propias sin injerencia del PRO”, espetó a PDS un referente radical bonaerense que se sumó al armado del gobernador jujeño.

Si bien el algún momento Morales había deslizado la posibilidad de avanzar en una interna previa antes de la PASO para elegir el candidato radical y propiciar una consolidación de la fuerza, desde el campamiento de Manes desestiman una y otra vez esa chance: razonan que cosechan más votos de manera transversal que dentro de la estructura radical, hoy copada mayoritariamente por el jujeño salvo el sector abadista del radicalismo bonaerense.