sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº1963

Gremiales | 3 feb 2023

ANALISIS

Un Pablo Moyano conciliador hace equilibrio en la interna del oficialismo

Desde hace tiempo es referente del grupo de gremios más combativos y coincide con los que piden una CFK candidata. Pese a esto, no deja la CGT y mantiene fluidos puentes con Sergio Massa. Su pedido de conducción para el peronismo también apunta a Máximo Kirchner.


Por: Diego Lanese

“Estamos podridos, queremos respuestas”. En una reciente entrevista radial, Pablo Moyano se mostró enojado por la interna del Frente de Todos. El dirigente sindical explotó por la falta de conducción del PJ –nacional y de la provincia de Buenos Aires –y calificó la disputa como “un cambalache”. Como referente de los gremios más combativos de la CGT, lugar que ganó desde que le puso el cuerpo a las protestas contra la reforma previsional macrista, suele coincidir con las críticas del kirchnerismo. Además, nunca se sumó a la intentona de crear el “albertismo”, que la mesa chica de la CGT intentó antes de migrar su respaldo a Sergio Massa. Sus palabras son escuchadas a ambos lados de los grandes bloques del oficialismo, y por ahora hace equilibrio para evitar más tensión. De la misma manera que pide una mesa de conducción, alerta que no romperá con el Gobierno nacional. “Es mi gobierno. Se laburó mucho para llegar a la unidad del Frente de Todos y lo vamos a defender hasta el último día de mandato”, completó. De esta forma, el dirigente aparece como una inusual pieza de unidad, que puede buscar acercar posturas, algo que está difícil en el momento de internismo que se vive.

 

Lejos de su fama de temperamental, Pablo Moyano se ubicó en un lugar de equilibrio en esta pelea. Forma parte de los cónclaves que su Frente Sindical organiza con los sectores movilizados del movimiento obrero, como la Corriente Federal y las dos CTA, pero sigue como conductor de la CGT, y suele respetar ese espacio institucional. Integrante del PJ bonaerense, no estuvo en la cumbre de intendentes y funcionarios de esta semana, lo que ratifica el malestar que existe por esta vieja disputa. En su entorno recuerdan que “no se casa con ningún político”, y si hoy pide por una candidatura de CFK puede cambiar de postura. De hecho, no tuvo problemas en enfrentar en su segundo mandato a aquel oficialismo, protagonizar más de un paro nacional y ver desde afuera como la falta de unidad del peronismo le daba el triunfo a Mauricio Macri en 2015.

Una característica del secretario Adjunto de los camioneros es su pragmatismo. Por eso estuvo reunido con Massa en momentos de definiciones políticas, para llevarle un viejo reclamo suyo: universalizar las asignaciones familiares. “Seguimos con toda esta pavada y seguimos alimentando a Clarín, La Nación, (Patricia) Bullrich, (Mauricio) Macri. Nos debemos un debate interno para ir definiendo temas importantes", sostuvo, a la vez que renovó el reclamo por la "universalización de la AUH para todos los trabajadores registrados”, recalcó. Si bien en diciembre anunció que a fin de año “habría novedades” sobre esos temas y Ganancias, los cambios no llegan como espera. Pero es paciente. Sabe que su apoyo es un punto importante en la interna, y lejos de romper por ahora se muestra conciliador. Sus dichos se conocieron luego de la pelea por los medios entre Eduardo “Wado” de Pedro y el presidente, que marcaron otras crisis de cuestionamientos y críticas. La bronca del camionero no se hizo esperar.

 

Un tema que puede terminar con este modelo moderado de Pablo Moyano es la cuestión salarial. A mediados de enero alertó que no iba a aceptar el techo salarial del 60 por ciento que propone el Gobierno a través de Sergio Massa. “No creo que ningún gremio cierre hoy una paritaria del 60 por ciento anual”, advirtió en una entrevista radial, dejando en claro que el techo en las paritarias no sería aceptado. Al mismo tiempo, aclaró que “si cerramos en un 60 por ciento, es porque la inflación bajó”, manifestó, volviendo a equilibrar su postura. Esto se lo dijo primero a Raquel “Kelly” Olmos, ministra de Trabajo, y después a Massa, cuando hablaron de las asignaciones familiares. Se entiende que estos temas pueden enfrentar al camionero con el Gobierno.

Por ahora, el dirigente no se manifestó en el plano electoral. No participó del armado la Mesa Político-Sindical Nacional, que la conducción de la CGT lanzó el 17 de octubre para buscar espacios en el armado electoral peronista. Si bien no lo criticó, no estuvo en las discusiones, ni alienta su participación. Una opción que se barajó en las últimas horas es que los jefes sindicales esperen la eventual convocatoria del presidente a una mesa nacional del FDT que podría darse bajo el paraguas del PJ. Ahí podría sumarse Pablo Moyano, aunque eso no está confirmado.

 

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