Marissa es miembro de Al-ANON, la Asociación Civil sin fines de lucro que brinda apoyo a familiares de personas que transitan la enfermedad del alcoholismo.

En diálogo con Política del Sur, informó que “nosotros como familiares recurrimos a estos tipos de lugares creyendo que nos van a dar una solución mágica, y en realidad tanto en Al-Anon como en Alateen, uno encuentra un refugio y una especie de sanación propia, independientemente de lo que pasa con la persona que sufre la enfermedad”.

“Uno aprende a enfocarse en sí mismo y dejar que el otro pueda hacer su vida porque los familiares primero nos contagiamos de la enfermedad del alcoholismo y después adoptamos conductas que son muy difíciles de saca y cuando un bebedor está en recuperación, las seguimos teniendo y terminamos dañándolo”, aseguró.

Siguiendo esta línea, afirmó que “cuando estamos sobreprotegiendo a nuestro familiar o amigo, no le permitimos asumir su responsabilidad y  cuando ellos están en recuperación, seguimos controlándolos de la misma manera, entonces en Al-Anon se encuentra ese camino que lleva a enfocarse en uno, en la recuperación propia y en poder tratar al familiar con dignidad y comprensión”.

“Es muy difícil salir solo, pero en estos grupos de familiares y amigos de alcohólicos, como en nuestro caso, escuchamos la experiencia de otros compañeros que cuando uno está en el medio del problema piensa que las cosas nos pasan solo a nosotros sy sin embargo en este lugar encontramos gente que ha pasado por lo mismo y que está bien”, remarcó.

Agregó que, de esta manera “uno ve luz de esperanza para lograr serenidad, que es básicamente lo que buscamos porque cuando se vive con una persona con problemas de alcohol, lo que primero pierde es eso".

“Cuando atravesamos este problema, uno se transforma en una persona incontrolable e irascible. Somos como las locas porque de alguna manera una pierde el sano juicio pero acá en estas instituciones, se recupera”, aseveró.

También afirmó que “nadie puede señalar a otro como un alcohólico porque es un tema de conciencia propia, de darse cuenta. Si existe la negación a aceptar que uno posee esa enfermedad, es dificil que se lo pueda ayudar”.

 “El que padece alcoholismo también llega a Alcohólicos Anónimos cuando toca fondo, cuando ve que su vida es ingobernable, junto con la nuestra porque nuestras vidas son adaptadas a la de ellos. De alguna manera estamos unidos, nosotros nos contagiamos de sus actitudes y ellos tienen que darse cuenta, como lo tenemos que hacer nosotros, que ya no podemos hacer nada”, afirmó.

En esta línea, comentó que tanto el grupo Alcohólicos Anónimos como Al-ANON y Alateen “son programas espirituales porque uno también pierde la fe cuando se transita este tipo de enfermedades, entonces empieza creer en algo superior a nosotros que selo puede llamar como quiera, porque no es una institución religiosa”.

“Es un proceso absolutamente personal que lleva diferentes tiempos según el estado que llegue cada uno, y según también la perseverancia y la voluntad de la persona, es una combinación de factores que, en lo personal, me llevaron a encontrar un camino independientemente de si mi familiar toma o no”, concluyó.

📌 #Sociedad [AHORA🔴] 🗣️🎙️ Al aire, Marisa Cortez, una participante de Al-Anon.

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— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) December 5, 2022

¿Cómo comunicarse con Al-ANON?

Oficinas generales: 4382 9229.

Guardia de 24 horas los 365 días del año: 11 5699 7504. 

“Uno necesita a alguien que lo escuche y en esta época del año es muy importante que uno tenga la capacidad de reconocer y pedir ayuda para que puede transitar el camino de la mejor manera”, remarcó.