

Por: Federico Cedarri
No es un secreto que el kirchnerismo considera a la provincia de Buenos Aires como su meca y que se valdrá de todos los esfuerzos posibles para poder retener el poder en el distrito más relevante del país.
Y en ese menester, se habría resuelto que los intendentes con uso de licencia que se encuentra investidos como ministros dentro de los gabinetes nacionales y provinciales retornen a la trinchera de sus distritos para formar parte de la oferta electoral del peronismo bonaerense.
Con la premisa de abroquelarse dentro del territorio bonaerense el gobernador Axel Kicillof reunió en su residencia a las principales espadas de su gabinete conjuntamente con el titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y los principales intendentes del conurbano para comenzar a diseñar la estrategia con vistas al año electoral.
Si bien la excusa que se profesó al periodismo señaló que analizaron la marcha de las obras y el Gobernador aprovechó la ocasión para repasar los principales lineamientos del presupuesto que presentará en los próximos días a la Legislatura, el nudo gordiano de la charla se basó en la preocupación por el crecimiento del costo de los alimentos que pega de lleno en el consumo de las familias más postergadas que constituyen la piedra filosofal del electorado peronista.
En rigor, el Gobernador y sus invitados hablaron de darle fluidez a las obras de infraestructura y de construcción de viviendas, al tiempo que coincidieron en la necesidad de atacar con fondos frescos la asistencia a muchas familias que se encuentran en una situación crítica en las barriadas del conurbano.
No fue casualidad que de la reunión participaran los titulares de Infraestructura de Nación, Gabriel Katopodis, y su émulo provincial, el malvinense Leonardo Nardini.
También estuvo presente el encargado del área de Vivienda y Hábitat del Gobierno nacional, Jorge Ferraresi, que retornará en noviembre al poder en Avellaneda, amenazado hoy por La Cámpora que quiere entronizar allí al senador provincial Emmanuel González Santalla.
Con la presencia de Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, quedó especificado fehacientemente que la focalización en la distribución de los recursos será prioritaria para obras y asistencia a los sectores más postergados.
Todos los indicios llevan a que Axel Kicillof será el candidato a gobernador indiscutido por el Frente de Todos, más allá de los escarceos subterráneos de algunos referentes del conurbano, simplemente porque es el que más mide en los sondeos incluso por arriba de la media nacional del espacio.
No obstante, hay algunas encuestas que arribaron la despacho de calle 6 que pusieron en alarma a los principales referentes peronistas ya que comienzan a marcar una paridad muy fuerte con Diego Santlli, el candidato larretista: “Hay empate técnico hoy en la mayoría de los números, o dos puntos arriba nosotros o un par arriba ellos según la encuesta que mires”, informó lapidario a PDS un legislador asiduo participante de las tertulias políticas del oficialismo.
El complejo escenario nacional para el peronismo profundizó la premura en comenzar a definir la confección de una oferta electoral donde se ponga toda la carne en el asador para retener la provincia de Buenos Aires.
Lo que no quedó aún zanjado es la posición que se adoptará respecto a la posible eliminación de las PASO ya que hay sectores del mismo oficialismo, entre ellos los movimiento sociales y la mismísima Cámpora, que tienen inteciones de torear electoralmente a algunos alcaldes del Gran Buenos Aires como es el caso de Damián Selci en Hurlingham ante el retornado a la intendencia, Juan Zabaleta, y de la Colo Patricia Cubría del Evita ante el matancero Fernando Espinoza.
“Hoy el cuadro de situación por las PASO en la provincia depende de lo que pase en Nación, si allá no se avanza en una suspensión acá tampoco habría novedades, por ahora perdió impulso”, confiesa otro legislador peronista a este portal.
Si para el kirchnerismo la provincia de Buenos Aires es una prioridad central es razonable que juegue la mejor carta a fin de logar la continuidad en el poder bonaerense durante cuatro años más.
Es por eso que estaría avanzada la posibilidad de que la Vicepresidenta encabece la boleta a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, arrastrando desde arriba al gobernador Kicillof que también se verá reforzado por el peso de los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires.
La actual titular del Senado nacional conserva un inobjetable cúmulo de adhesiones en el conurbano bonaerense, tierra santa para el kirchnerismo, que ayuda al promedio provincial.
Es un incógnita aún el papel que jugará el massismo en lo que concierne al enclave oficialista, ya que se presupone que luego de haber asumido la responsabilidad de manejar la economía y ante el poder diluido del presidente Fernández, Sergio Massa tendría una fuerte injerencia en el manejo de la lapicera en lo que tiene que ver con la presencia de sus dirigentes en las listas legislativas tanto en lo que respecta a la Tercera como en la Primera Sección electoral, donde anida la cuna del espacio.