

El 26 de julio de 1943 nace en Caucete, Miguel Vicente Guerrero, quien es considerado el “padre” del Cóndor II.
En 1964, siendo alférez viajó becado a Estados Unidos para ganar sus primeros conocimientos, vuelve Argentina y luego en 1974 regresa para graduarse en tecnología misilística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), logrando el segundo lugar de mérito de su promoción.
En 1979 en el bunker construido en Falda del Carmen, provincia de Córdoba, bajo la dirección y responsabilidad del Brigadier Ernesto Crespo junto a un centenar de técnicos y científicos a su cargo, se logró avanzar en el proyecto misilístico argentino.
El mismo se mantuvo y llegó a ser un secreto bien guardado ya bajo el gobierno de Raúl Alfonsín, momento donde se logró su pleno desarrollo.
A fines del gobierno de facto, se tomó la decisión de acelerar la producción de un arma que tuviera largo alcance para convertirse en una amenaza para los ingleses, obligándolos de este modo a sentarse a negociar, teniendo en cuenta el costo militar que les implicaría poseer en las Islas, defensas anti misiles de largo alcance.
Guerrero llegó a ser un hombre de gran importancia. Era un hombre que sabía cómo manejar las negociaciones y doblegar a los ingleses. Por eso, finalizada la guerra con su convicción intacta logró crear un arma poderosa, la que conocemos como misil Cóndor II, pero los tiempos cambiarían y las decisiones políticas también, y en lugar de ser reconocido, lo pasaron a retiro.
Este desarrollo fue desmantelado en la administración de Carlos Menem, con el Plan de Convertibilidad llevado adelante por el ministro de Economía Domingo Cavallo y el canciller Guido Di Tella, relaciones internacionales.
Y tiempos del embajador de EE.UU. Terence Todman quien endureció las exigencias, en cuanto a los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y el lugar que ocuparía nuestro país en el marco de la política internacional.
Apoyando la decisión tomada de descontinuar dicho proyecto, con el fin de no tener cuestionamientos y quedar bien con el gobierno británico y de EE.UU. Serían años en lo que conoceríamos con la desafortunada frase del canciller Di Tella que intentaba demostrar el grado de lineamiento de nuestro país como “relaciones carnales”.
En cuanto al Comodoro Guerrero, algo que demuestra a las claras la clase de hombre y sentimiento que tenía incorporado es una decisión que tomó luego de su retiro, le ofrecieron un puesto académico en una universidad de EE.UU. para poder aportar sus conocimientos, ofrecimiento que rechazó y se incorporó a la Universidad del Salvador en nuestro país. Lugar donde volcó su saber como docente y luego como Decano de la Facultad de Ciencia y Tecnología.
Este oficial de la Fuerza Aérea cuya muerte por un infarto el 16 de agosto de 2019 pasó desapercibida, fue el cerebro de ese proyecto misilístico que estaba bajo el mando del brigadier Roberto Petrich, también fallecido.
Un hombre noble, con una mente brillante, hizo mucho por la Patria.
Comodoro Miguel Vicente Guerrero es un “HÉROE Y COMO TAL, NO LO DEBEMOS OLVIDAR”.