El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la provincia de Buenos Aires decidió destituir de su cargo al fiscal de la UFI en lo Correccional 17 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora Oscar David Acevedo, considerado responsable de desviar una investigación para favorecer al acusado de un robo y homicidio ocurrido en Avellaneda en 2008.

El jury por el mal desempeño del funcionario público se había suspendido tres veces en el marco de la pandemia, hasta que finalmente se puso fecha al proceso en el cual se juzgó al acusado, cuya conducta fue cuestionada durante las jornadas del juicio en el que finalmente determinaron su culpabilidad en el hecho investigado.

Durante la instancia de alegatos, la parte acusadora planteó ante los miembros del jurado que gracias a los testimonios aportados en las jornadas probatorias, "quedó suficientemente probada la mala conducta en el desempeño de agente fiscal por parte de Oscar David Acevedo".

En su exposición desarrollada el 5 de julio pasado, consideraron que "los delitos cometidos por Acevedo tienen un hilo conductor" y que ese sería "el favorecimiento personal de uno de los imputados en una causa por robo con homicidio".

El hombre que habría recibido los favores sería Héctor Oscar Arias, involucrado en el crimen de Agustín Manuel Ramos, asesinado por motochorros durante un robo cuando bajaba de su auto el 23 de febrero del 2008 sobre Chile 469, en Avellaneda.

La víctima había sido acribillada de cuatro disparos de arma de fuego mientras que los autores del ataque escaparon a toda velocidad tras concretar el robo.

"Acevedo hizo interfiriendo en la investigacion de otro agente fiscal que había ordenado la detención de Arias por la participacion que habia tenido en ese robo con armas y homicidio, proveyendo a los cómplices y coautores de la moto y las armas", aseguraron.

Además, de acuerdo a los líneamientos previos a comenzar el juicio y lo expuesto en la etapa de alegatos, el fiscal destituido habría promovido la investigación por un supuesto caso de extorsión de la Policía Bonaerense contra Arias "con el único propósito de juntar pruebas para Arias" y que también "coaccionó personalmente, apretó y apañó coacciones a testigos" en la causa que era llevada adelante por otro fiscal para esclarecer el hecho.

Por ende, lo acusaron de "encubrimiento agravado por tratarse de un funcionario público", "falsedad ideológica", "abuso de autoridad agravada" y "usurpación de funciones".

En el caso de la defensa, había estimado que las acusaciones carecían de basamento y que en el debate no se pudo probar ni acreditar el mal desespeño, por lo cual pidió el rechazo el requrimiento de la procuración y la absolución de Acevedo.