Las dos caras de una misma moneda sirven para analizar el presente de Temperley. De un lado, el equipo metedor, sacrificado y que con actitud se las ingenia para seguir sumando en una Primera Nacional que no da tregua y donde a los dirigidos por José María Bianco no les sobra nada. Y si damos vuelta la página, también podría decirse que el Gasolero volvió a tener una actuación donde tuvo pocas variantes en ataque, bajos niveles individuales y que no pudo ante un Almirante Brown que llegaba al Beranger con una racha de 10 partidos sin ganar.
Las dos son válidas, pero el "Cele" volvió a tener otra actuación con altibajos (como en Campana, ante Dálmine) que hace que haya que mirar (al menos por ahora) el único objetivo tangible: seguir sumando puntos para abrochar lo antes posible la permanencia en la divisional.
En una tarde (casi) olvidable, donde sólo se recordará el gol agónico de Agustín Sosa para 1-1 final, el despliegue de siempre de Agustín Toledo y el compromiso de Agustín Allione; o que bien podría también pasar a los libros por el polémico arbitraje de Adrián Franklin que pitó casi todas las divididas a favor del visitante; al menos el Gasolero consiguió sumar otro punto para mantenerse con 19 puntos a seis de Tristán Suárez (13), el primero de los equipos que hoy estaría perdiendo la categoría.
Una tarde algo fallida para varios intérpretes del Gasolero, como Brian Gómez, "Toto" Reinhart o Pedro Souto que no pudieron marcar diferencias ni acompañar a "Peluche" en ataque. Y también de Rosales, que había insinuado con varios desbordes pero se hizo expulsar de manera ingenua al cometer un foul sin pelota a los 25' del complemento.
Al Gasolero le sobró actitud, pero le faltó claridad. Aún cuando el DT reunió en cancha a Callejo, Toloza y Luis López, el "Cele" no pudo poner contra las cuerdas al "Mirasol" aunque sí generó un par de situaciones muy bien resueltas por el arquero Ramiro Martínez. El punto estuvo bien: Temperley no merecía irse con las manos vacías ante un visitante que se mostró ordenado, defendió bien, pero que fue demasiado mezquino y llegó poco al arco defendido por el uruguayo Matías Castro.
Las próximas paradas serán ante Gimnasia de Jujuy en el Norte Argentino y luego recibiendo a Flandria, en el Teatro de Turdera, dos buenas pruebas (justo antes de la fecha libre) para ver si Temperley puede dar un salto en la tabla o si finalmente sólo peleará por no descender.
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