Por: Federico Cedarri

Un nuevo round asoma en la Legislatura bonaerense y amenaza con desatar nuevos controversias entre los bloques del oficialismo y la oposición: el remanido proyecto de modificación del régimen previsional de los trabajadores del Banco Provincia.

El tratamiento de esta iniciativa contribuyó de sobremanera a dinamitar los puentes de negociación que se habían entablado entre el oficialismo y la bancada juntista.

Las consecuencias de aquel rechazo súbito del PRO por un informe que el ex ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, elevó al ex presidente Macri puso en jaque el compromiso que habían asumido previamente los amarillos dejando absortos a los socios radicales que en aquella ocasión resolvieron plegarse a la postura negativa para evitar mostrar otra imagen de fractura como la de diciembre pasado cuando tuvo lugar el tratamiento de la reelección de los intendentes.

Sin embargo, el Frente de Todos sigue adelante en su empresa de que la iniciativa llegue finalmente al recinto, por lo que resolvieron que la propuesta haga el recorrido respectivo por las comisiones para lograr la emisión de tres despachos, para poder llevarla cuanto antes al recinto y aprobarla con mayoría simple.

En esa línea, la comisión de Asuntos Previsionales que preside el neo peronista Fabio Britos del bloque 17 de Noviembre, emitió despacho de mayoría y giró la propuesta a su próxima posta: la comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos.

La diputada macrista Johanna Panebianco emitió un despacho de minoría donde objeta la propuesta oficialista con los mismos fundamentos que esgrimió el informe de Lacunza que convenció al ex presidente de vetar la propuesta: aumento injustificado del gasto público para consagrar privilegios.

Este nuevo embate del Frente de Todos tiene final abierto porque solamente fue negativo el voto de Panebianco mientras que las legisladoras del radicalismo Melisa Greco y Vanesa Zúcari esta vez se abstuvieron por lo que dejaron al Frente de Todos en mayoría con los votos de la zaratense sindicalista de ATE, Soledad Alonso, la ensenadense Susana González, y el massista y presidente de Lanús Nicolas Russo, a quienes se suma la inestimable y recurrente colaboración de Britos con el oficialismo, a cuya autoridades de bloque había prometido agilidad con el tratamiento del proyecto cuando se frustró el debate hace dos semanas.

El gobierno de Axel Kicillof está sumamente ungido de que la propuesta avizore un rápido tratamiento parlamentario, ya que los juicios hechos por jubilados por el recorte de derechos que se practicó durante el gobierno de María Eugenia Vidal haciendo recaer el peso del déficit sobre el mismo Banco, recortando la edad jubilatoria de las mujeres alos 65 y promediando el 70% móvil de los últimos 100 salarios, deberán ser pagados por el erario bonaerense.

Ante la insistencia de la Corte Suprema para que se avance en un camino legislativo que la exima del ingrato trago de declarar inconstitucional la actual ley, el Gobernador consensuó una propuesta con los gremios bancarios que contempla fundamentalmente la restitución del 82 por ciento móvil, la vuelta atrás con la edad jubilatoria para la mujer que retorna a los 60 años y la garantía del Estado provincial para ir saneando paulatinamente el déficit de la caja previsional, complementado con un aumento significativo del aporte de los activos.

El oficialismo deberá negociar apoyos en el recinto

Si bien la iniciativa del Frente de Todos todavía debe recorrer un prolongado camino, si logra dictamen favorable en tres comisiones de las que tiene asignadas y logra desembocar en el recinto, allí el oficialismo deberá acentuar su ingenio y bordar prolijamente un acuerdo para lograr el número que le permita aprobar el proyecto.

Debemos recordar que el peronismo y aliados cuanta con 42 legisladores y necesitaría por los menos cuatro más para poder sacar la iniciativa por mayoría simple.

Para llegar al bendito número de 46 afirmativos necesitará convencer a la disidente albertista Débora Indarte que enojada por el desaire que denunció de parte de La Cámpora y el kirchnerismo pegó el portazo del bloque oficial: ahora su voto podría ser de suma trascendencia.

Y los otros dos votos, se descuenta la voluntad favorable de Fabio Brito, deberá bucearlos en la intrincada bancada de Gustavo Posse, Espacio Abierto, donde tanto Walter Carusso como Martín Domínguez Yelpo han oscilado con el acompañamiento y rechazo a las movidas de Juntos.

De hecho los votos de los tres libertarios serán negativo, ya que argumentan que no avalarán ninguna propuesta que genere más déficit fiscal.

Queda en suspenso el rol que cumplirá la izquierda que, si bien cuestionó la reforma de Vidal por considerarla de ajuste y sumamente perjudicial para los trabajadores, también ha argumentado cierto reparo por los valores promedios de las jubilaciones que perciben los bancarios, muy por arriba de la mínima a la que acceden la mayoría de los pasivos.

Será importante tener una certeza sobre el comportamiento del radicalismo, la abstención de sus dos representantes en la primera comisión por la que pasó la iniciativa podría esbozar un indicativo de su futura conducta.