

Luego del nuevo revés judicial para la familia de Leonel Sotelo, la madre del joven fusilado por la espalda por un efectivo de la Policía Local de Almirante Brown durante un presunto intento de robo ocurrido en diciembre del 2016 en Burzaco insistió con el reclamo de justicia y aseguró que apelarán a una última instancia para revocar la absolución.
“Mi lucha va a seguir hasta tener justicia por mi hijo y siempre lo vamos a tener presente”, manifestó Noemi Robelli, que al aire del programa Política del Sur apuntó sus críticas al Poder Judicial y la Policía Bonaerense.
Es que Giuliano Fattori, juzgado por el homicidio de Sotelo sigue siendo parte de la fuerza, lo que genera más indignación en el entorno cercano del fallecido. “Nunca dejó de trabajar y sigue en el patrullero", declaró la entrevistada. Además, apuntó a “la institución”, en referencia a la Policía. "Como decimos siempre, no es un policía, es una institución", indicó.
La semana pasada, la Sala Cuarta del Tribunal de Casación Penal de La Plata ratificó el fallo del juicio contra Fattori, absuelto en agosto del año pasado por el supuesto caso de gatillo fácil.
La Justicia rechazó el recurso de apelación contra el fallo dispuesto por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de los Tribunales de Lomas de Zamora que condenó a Alan Devesa y dispuso la absolución de Fattori.
Los jueces de Lomas habían condenado a Devesa a la pena de 5 años y 6 meses de prisión por haber sido considerado coautor penalmente responsable de los delitos de tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego, mientras que el policía fue encontrado inocente de la acusación por homicidio calificado.
Durante su declaración en el juicio, Fattori manifestó ante los jueces que el 1 de diciembre del 2016 se resistió a un intento de robo de motochorros y que mantuvo un enfrentamiento armado con los delincuentes. De acuerdo a esta versión, Sotelo falleció producto de ese fuego cruzado.
Sin embargo, según las pericias, la víctima recibió los disparos por la espalda y los investigadores nunca encontraron la pistola con la que los presuntos ladrones habrían intimidado al efectivo para robarle.
Tampoco los proyectiles, ya que las pesquisas policiales sólo encontraron nueve casquillos de bala, todos pertenecientes a la 9 milímetros de Fattori.