

El viernes 28 de mayo del 2021, un grupo de delincuentes balearon a José Gatto, un mecánico de 74 años a quien habían entrado a robar en su casa de Turdera. Los asesinos habrían ejecutado por la espalda a la víctima ante la presencia de su hijo, debido a que les exigían dinero en efectivo que no tenían.
Los familiares del jubilado fallecido convocan a una actividad para pedir justicia a un año del crimen, que consistirá en una concentración en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Azcuénaga a partir de las 17 horas de este sábado, en donde aprovecharán también para pedir seguridad a raíz de los robos en la zona, que serían permanentes.
"La intención es pedir seguridad ya que no podemos salir a comprar ni a la esquina de nuestras casas y pedir justicia porque no voy a tener tranquilidad hasta que esas personas estén presas", contó su hija, Agata Gatto.
En diálogo con el programa Política del Sur, la mujer lamentó la falta de novedades en la causa que investiga el hecho. "Tardan tres meses para dar la orden de un allanamiento. Cuando van a buscar ya no hay nada ¿Para quién trabajan? ¿Para nosotros o para ellos?", reclamó.
La fiscalía a cargo del caso solicitó la elevación a juicio para juzgar a los dos imputados que permanecen detenidos, mientras sigue la búsqueda de los otros prófugos que habrían participado de la entradera.
"Ellos deben estar todavía en la calle trabajando porque le dijeron a mi papá que estaban 'trabajando'", recordó la entrevistada.
Los dos imputados que se encuentran tras las rejas habían recuperado la libertad a mediados del 2020 en medio de las excarcelaciones otorgadas por la Justicia por la pandemia. De acuerdo a las tareas desplegadas en busca de los de los partícipes del asesinato, “el cabecilla” sería un hombre identificado como Juan Daniel Martínez, reconocido por las cámaras de seguridad en el escenario del hecho.
El supuesto jefe de la banda a la cual se le atribuyen otros robos bajo la misma modalidad en el partido de Lomas de Zamora y alrededores, cayó la madrugada del 4 de junio en el interior de la casa de la hija, en Llavallol, ubicada a pocas cuadras de donde habían abandonado el auto del damnificado.
“Ellos querían plata que no había. No se entiende ni de donde sacaron esa información. Le gritaban y le pegaban a mi hermano diciendo que estaban trabajando", mencionó al recordar el testimonio de su hermano, quien sobrevivió al ataque y relató lo ocurrido.
El dramático hecho de inseguridad ocurrió el viernes 28 de mayo cuando Gatto (74) llegó a su casa ubicada junto a su comercio de venta y reparación de radiadores, en la avenida Hipólito Yrigoyen y Azcuénaga.
El comerciante fue interceptado por dos delincuentes que, a punta de pistola, lo ingresaron por la fuerza a su vivienda. Allí se toparon con su hijo, Nahuel, a quien golpearon en la cabeza.
Antes de escapar, los malvivientes efectuaron dos disparos de arma de fuego, una de las cuales impactó en la espalda de la víctima y le provocó la muerte más tarde en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora.
Los asesinos escaparon a bordo del vehículo Citroen Berlingo del fallecido, encontrado abandonado y prendido fuego sobre San Luis y Avenida del Rey, en Llavallol.