

Por: Federico Cedarri
El radicalismo de la provincia de Buenos Aires se encuentra sumergido en una verdadera encrucijada de la que intenta asomar la cabeza con la intención de recomponer filas con vista a la elección del 2023.
Es que desde el partido centenario lanzaron luego de las internas de septiembre la premonición de que sostendrían una contienda de igual a igual con el PRO en la carrera por la gobernación.
Los boinas blancas transmitían la plena convicción de que se preparaban sin eufemismos para conducir la alianza opositora, además de prometer que sembrarían candidatos competitivos en el ámbito bonaerense.
Es rigor, especificaban por lo bajo lo traumático que había resultado para el partido la experiencia de compartir gobierno con el PRO durante el período 2015-2019 en la que se apreciaron en el balance más como furgón de cola que como cogobernantes.
El inconveniente que por estos tiempos se consolida con suficiencia dentro del partido radical, tiene que ver con que la conducción partidaria del Comité Provincia tiene un candidato a presidente pero carece de un aspirante taquillero que pueda garantizarle al espacio una competencia palo a palo con sus socios aliancistas en el distrito más populoso del país: la provincia de Buenos Aires.
Facundo Manes está cada vez más convencido de dar la batalla por la Nación, y no lo asusta la posibilidad de enfrentar a Gerardo Morales, en privado sostienen cerca del neurocirujano que el simpatizante radical comienza a experimentar cierto recelo sobre algunas actitudes del gobernador jujeño, sobre todo lo concerniente a su aceitada relación con Sergio Massa que comienza a generarle problemas no solamente con sus correligionarios sino también con los principales referentes del PRO.
Es por esta cuestión que Manes comienza a verse como un catalizador de voluntades de independientes que se sumen por el centro del espectro ideológico.
Estiman que su reciente incorporación al ruedo político lo mantiene límpido de las vicisitudes de la política, por lo que creen en su cercanía que esa virtud le generará una suma de múltiples adhesiones de parte de un electorado que tiene cada vez menos identificación partidaria.
Esta convicción de Manes la lamentan profundamente los radicales oficialistas bonaerenses que ven escurrirse como agua entre los dedos la posibilidad de que el neurocientífico encabece la oferta bonaerense: “Si Facundo fuera el candidato hasta Evolución y el possismo se encuadrarían”, explica a PDS con un dejo de impotencia un conspicuo legislador radical.
Mientras tanto y lejos de estas presunciones que enarbolan desde el Comité Provincia, el candidato bonaerense de Lousteau, MartínTetaz, continúa indiferente su periplo de recorridas por el territorio bonaerense, haciendo hincapié de su atención a las grandes ciudades del interior y los distritos más populosos del Gran Buenos Aires como La Matanza y Lomas de Zamora.
La ventaja con la que parte el economista es que debido a su trayectoria mediática ya está instalado en el imaginario colectivo de los habitantes de la Provincia, requisito indispensable para encarar con posibilidades de éxito cualquier contienda electoral en el distrito.
Mientras tanto, desde la conducción bonaerense no se amilanan ante esto y lejos de intentar cerrar filas con Evolución no muestran predisposición a aceptar la candidatura de Tetaz.
Ante esta circunstancia, el camino se ensancha y la candidatura del titular del radicalismo, Maxi Abad, aparece cada vez más cercana a su oficialización.
Razonan los ideólogos que empujan esta posibilidad que al marplatense lo empujará la territorialidad, estiman que experimentará un crecimiento de abajo hacia arriba sostenido por la tracción que ejercerán los alcaldes correligionarios lo que le resultará suficiente para derrotar a Tetaz y plantarse con posibilidades ante Diego Santilli.
El sector que se referencia en Gustavo Posee, Espacio Abierto, un bloque compuesto por los diputados Walter Carusso y Martín Domínguez Yelpo parece haber comenzado a desplegar un operativo seducción para sumar un nuevo integrante e ir paulatinamente incrementando su poderío con miras a robustecer la candidatura del alcalde sanisidrense.
Nos referimos al titular del monobloque 17 de Noviembre, el chivilcoyense Fabio Britos, hermano del hoy intendente del distrito, con raíces peronistas y que hoy podría ser considerado un suelto dentro de la Cámara Baja.
Esta suma transversal del possismo refleja que es plenamente consciente que le será difícil perforar el convencimiento de la cúpula radical de no adjuntarlo como posibilidad de encabezar la oferta partidaria hacia la gobernación.
Ante esta circunstancia, Posse se desentiende y continúa trabajando afanosamente para consolidar su agrupamiento en el territorio bonaerense.
Los coqueteos con Britos marchan viento en popa y es una posibilidad concreta que el diputado pueda sumarse a las filas del bloque possista, como asimismo que el alcalde de San Isidro pueda tener en la vitrina el apoyo de otro distrito más, enclave importante dentro de la Cuarta Sección Electoral.
En cierto modo, Posse muestra el juego y sus intenciones con vistas al 2023: integrar una fórmula transversal e híbrida y presentarse a las PASO de Juntos independientemente de los tironeos de sus ¿ex?correligionarios con el PRO.