domingo 10 de noviembre de 2024 - Edición Nº2167

Provincia | 10 may 2022

PERONISMO BONAERENSE

Lo que nadie contó del acto del PJ en Los Toldos: caras largas, puteadas y poca plata para recordar a Evita

Varios intendentes se sorprendieron ante la decisión de no abrir el acto. El museo fue un bunker y no hubo foto dentro del recinto con el pueblo. "Los popes parecen reinar encerrados entre cuatro paredes", analizaron dirigentes presentes en el acto.


Por: Ricardo Carossino

El Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires se dio cita este fin de semana pasada en Los Toldos para recodar a Eva Duarte de Perón y tanto el titular del partido, el diputado Máximo Kirchner, como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, aprovecharon la ocasión para hablar de las tensiones internas del Frente de Todos.

Estas tensiones, en lugar de serenarse, van creciendo conforme avanza el devaluado gobierno de Alberto Fernández, sobre todo luego del discurso en el Chaco de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Pero si el Presidente de la Nación ha perdido legitimidad política dentro del FDT, del otro lado de la grieta interna no es menor el desagrado que existe por Máximo Kirchner y eso quedó demostrado en Los Toldos, ya que no faltó nadie de la dirigencia peronista, pero el peronismo fue sacado del recinto para que no lincharan a Máximo K. y Axel Kicillof, o cómo dijo otra fuente presente en el acto, porque “esos muchachos son antiperonistas”.

Quizás, las dos posturas pueden ser exageradas, pero muchos aprovechan para ventilar, en realidad, el pésimo momento que viene padeciendo el peronismo en su conjunto, por culpa de las políticas económicas del gobierno nacional.

El descontento de la gente no es novedad a esta altura. Y desde el kirchnerismo la incomodidad que les provoca el enojo popular es evidente, quizás, porque hasta el momento nunca el pueblo los había juzgado de una manera tan tajante.

Todo empezó una media hora antes de que Máximo K. y el gobernador llegaran al museo Casa Evita. Había gente dentro del museo, esperando a los principales oradores de la jornada y crecía la expectativa en la popular.

De pronto, sin que nadie lo esperara, Paulina (la secretaria de la vicegobernadora Verónica Magario) hizo desalojar el recinto cerrado: sacaron a toda la gente que no fuera intendente, con la intención (dijeron) de que los popes del poder interno pudieran recorrer el museo sin ser molestados para luego descubrir las dos placas que merecen un párrafo aparte, según la fuente consultada por Política del Sur (ver al final de la nota).

“Las caripelas y los comentarios eran para grabar”, confesó a este medio un allegado a una importante dirigente del Justicialismo bonaerense. De acuerdo a lo narrado por este cuadro político, “fue un abanico de comentarios y de puteadas, desde que ‘son unos HDP antiperonistas’, hasta ‘estos tipos le tienen miedo a la gente’, que no los quiere”.

Si tenían un adjetivo para graficar esta repentina separación entre dirigencia, pueblo y militancia, fue “grotesco, algo nunca visto en el peronismo desde el gobierno de (Carlos) Ruckauf”. Tal vez, el contraste que cabe, es recodar la alegría que causaba la presencia de Néstor Kirchner, cuando la gente se abalanzaba sobre él para demostrar agradecimiento y afecto. Todo lo que Néstor construyo, los principales dirigentes del FDT, lo están liquidando.

El dato de color entre tanta sorpresa y enojo, fue “la imperdible cara de póker de (Fernando) Espinoza”. Al parecer, el inefable intendente de La Matanza, mantuvo la postura de “acá no pasa nada” y los comentarios post acto daban cuenta de “su clásica sonrisa”, al tiempo que se golpeaba el pecho enfáticamente mientras levantaba la mano con los dos dedos en V.

El dato final de las charlas finales entre intendentes, fue “la berretada barata” que usaron como placa recordatoria de la abanderada de los humildes: dos placas de MDF ploteado con un acrílico finito que no modifica ni el bolsillo de un militante peronista.

Deslucidas quedaron las declaraciones formuladas por el titular del PJ provincial: “(A Néstor y a Cristina) nunca les tembló la pera a la hora de defender a la gente y a los trabajadores”, aseguró Máximo, y a su vez pidió subir los salarios y “no romper la solidaridad entre el que tiene trabajo registrado y el que no lo tiene”.

Pero el hijo de Néstor y Cristina remató su discurso con una frase que quedó fuera del contexto que ordenaron antes de arribar al museo, desalojando a todo el mundo: "Los debates dentro del FDT hay que darlos de cara a la sociedad". 

 

 

 

 

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