lunes 17 de noviembre de 2025 - Edición Nº2539

Temperley | 9 abr 2022

EL GASOLERO TOCÓ FONDO

Temperley no hizo pie en San Juan y se hunde en el fondo de la tabla

En el estadio San Juan del Bicentenario, el verdinegro lo pasó por arriba: 4-1 con doblete de Matías Gimenez, Jeremías Rodríguez y Nicolás Franco. Toloza, de penal, había empatado transitoriamente para el Celeste que lució nervioso, sin ideas y carente de marca. Sexta derrota en diez presentaciones para un plantel que se armó para pelear un Reducido y hoy mira de reojo la zona de descenso.


Por: Pepe Tricanico

Utilizando la metáfora de una embarcación, bien podría decirse que este Gasolero es "un barco a la deriva" o como mínimo que le entra agua por todos lados como aquél Titanic que se estrelló contra el iceberg. No reacciona Temperley. Y si bien pasaron ya cinco partidos desde la salida del DT Fernando Ruiz y cuatro desde la renuncia del manager Leonardo Di Lorenzo, los principales responsables en el armado del actual plantel, todavía los jugadores (sobre todo aquellos que llegaron como "refuerzos") parecen estar shockeados, aturdidos, nerviosos, fastidiosos, sin mostrar el nivel suficiente para poder hacer pie en una divisional difícil como es la Primera Nacional. 

La dupla técnica que encabezan Cristian Quiñónez y Gastón Aguirre tomó un barco que se hunde cada vez más. Y donde los jugadores experimentados, aquellos que tienen que poner la cara (y el fútbol) en un momento caliente como este, siguen sin aparecer. Los pibes, una vez más (como ocurrió en el primer ciclo de Ruiz), tienen que saltar de manera prematura a la cancha para tratar de salvar la hidalguía de una camiseta pesada a la que varios no terminan de adaptarse.

La derrota por 4-1 en San Juan es una foto más de la catástrofe: un escenario que lo tiene al Celeste en la el pelotón final de la Primera Nacional, a pocos puntos del siempre temido descenso. Matías Gimenez, en dos oportunidades, Jeremías Rodríguez y Nicolás Franco fueron los encargados de marcar los goles en una tarde olvidable para casi todo el equipo. Temperley fue un equipo largo, con serios problemas defensivos, con niveles individuales bajísimos y sin un funcionamiento que le permita soñar con algo diferente a corto plazo. Las ganas de Agustín Toledo (el único recuperador natural que tuvo el equipo en cancha) y el ingreso del atrevido Juan Gabriel Frías (pidió todas las pelotas, aún en un momento de crisis) son las únicas aristas favorables en una tarde negra donde Matías Castro falló en dos de los cuatro goles, donde Bojanich volvió a mostrar un nivel por debajo de la media de toda su carera y donde otros experimentados como Brian Gómez, Diego Chavez o Agustín Campana parecieron mirar pasar otra oportunidad de ganarse un lugar entre los once. 

El escenario es inimaginado para dirigentes que hablaban de "pelear si o si entre los 8 primeros". Y es chivo, caliente, sin lugar dudas. Porque el Cele recibirá el sábado a Chaco For Ever con la necesidad ya no de ganar para aspirar a un Reducido sino con la obligación de empezar a sumar para escaparle, paulatinamente, al fantasma de pelear por la permanencia. ¿Qué hará la dupla técnica? ¿Volverá a insistir en fortalecer conceptos con varios experimentados que no aparecen o se la jugará con varios pibes que conocen bien sus ideas desde la reserva? Lo que está claro es que ni Aguirre ni Quiñónez pensaban en una escenario como este, donde sólo pudieron cosechar 4 puntos sobre 15 que disputaron.

El equipo además no tiene una sola voz de mando en ninguna de las tres líneas. ¿Será la hora de Crivelli en el arco? Habrá que tomar decisiones fuertes. Y enderezar el rumbo antes de que el barco se termine de hundir. 

 

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