Por: Federico Cedarri

Si bien el PRO legislativo atraviesa disidencias importantes que aún no ha podido zanjar especialmente desde que fue votada la ley que permitirá las reelecciones para legisladores e intendentes, durante la semana sellaron una tregua y la fracción amarilla del bloque de senadores de Juntos visitó al ex presidente Mauricio Macri.

Durante el encuentro, más allá de los comunicados formales que emitieron los distintos equipos de prensa, el ex presidente dejó la imagen de estar más cerca de convertirse en apalancador de una candidatura de Patricia Bullrich que de sumergirse él de lleno en la pelea presidencial.

En cierta manera, Macri no confía a ciegas en el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a quién le endilga cierta afinidad personal con Sergio Massa y recuerda generalmente ante los suyos su pasado peronista.

Si bien Macri evitó definirse por la interna y les pidió a los senadores que no es tiempo de jugarse por ningún candidato de los que salieron al ruedo, dejó traslucir un favoritismo por la Piba y la necesidad de extender alianzas hacia la derecha poniendo el foco en Milei y Espert: “El ex presidente se mostró por sobre las internas, nos dijo que es tiempo de trabajar y que ya quedaría espacio en 2023 para la confrontación electoral”, deslizó ante PDS un participante del cónclave.

Si bien Horacio Rodríguez Larreta es quién mejores valores refleja en los sondeos de opinión, en el entorno del jefe porteño comienza a generar cierta preocupación el engorde de dirigentes bonaerenses que está acumulando Patricia Bullrich con el foco puesto en la provincia de Buenos Aires.

En los últimos días, fichó para el equipo de Pato la senadora de Quilmes que respondía otrora al alcalde de Lanús, Néstor Grindetti: Lorena Petrovich.

La legisladora habría caído en desgracia en el entorno del lanusense cuando durante el invierno del 2021 precediendo las PASO se generó un conflicto laboral con su empleada doméstica que tomó un cariz mediático poco conveniente para desatarse en el umbral de una elección, razón por lo cual Grindetti habría decidido bajarle el pulgar a cualquier esbozo de apoyo al anhelo que tenía Petrovich de posicionarse para ser intendenta de Quilmes en el 2023.

En ese sentido y a sabiendas de la carencia de referentes en el conurbano que adolece el bullrismo es que la senadora del PRO presentó sus credenciales y se puso a disposición, algo similar a lo que acontenció con su par de bancada Juan Pablo Allan, que se alistó con el sector de la Piba cuando fue desairado de su apetencia a la intendencia de La Plata por otro integrante del grupo Dorrego: Julio Garro.

Bullrich también detenta en el sur del conurbano el armado que le está prohijando su principal operador, Gerardo Milman, y su esposa la flamante diputada provincial, Florencia Retamoso, caracterizada como halcón en la relación con el gobierno de Axel Kicillof dentro de la bancada que conduce Maxi Abad.

Una incógnita es la actitud que tomarán los vidalistas sueltos, que representan un número relativamente importante en órbita legislativa, y que aún no han amagado ninguna postura de apoyo para el 2023, quizás sumergidos en la esperanza de que la ex gobernadora desande sus pasos recientes y vuelva al redil bonaerense para dar la batalla por regresar a la gobernación.

El larretismo continúa manejando “los fierros” del partido en la provincia y tiene dos candidatos caminado hace meses la territorialidad bonaerense: Jorge Macri y Diego Santilli.

Si bien el Pelado no esconde su preferencia por el Colo para ocupar el sillón del Palacio de calle 6, la presencia del primo del ex presidente encaramado en un puesto de relevancia en la gestión del gobierno porteño parece constituir el precario vínculo que todavía uniría al Jefe de Gobierno con Mauricio Macri y que ninguno de los dos querría por ahora desbaratar.

Los radicales elaboran un programa de gobierno para la provincia

Cuando Evolución desembarcó en el Club Platense de La Plata su máximo referente, Martín Lousteau, dio claros indicios de su cerrado apoyo a su tocayo Tetaz como candidato a gobernador del espacio, y envalentonado prometió candidaturas en todos los distritos bonaerenses e hizo hincapié en la necesidad de  elaborar un programa de gobierno que permita visualizar la radicalismo como alternativa de gobierno.

Quien recogió el guante fue el titular del partido centenario en la provincia, Maximiliano Abad, que con toda la parafernalia y cotillón puso a andar a la fundación Pensar Buenos Aires que se aprestará, con la coordinación de la diputada provincial Alejandra Lorden, a avanzar en la elaboración de un plan de gobierno que contenga en su seno las problemáticas que atraviesan el territorio bonaerense.

El marplatense por ahora gambetea definiciones sobre la posibilidad de encabezar él mismo la formula radical para la gobernación por el sector oficialista del partido centenario, sí ha hecho saber entre su círculo íntimo que está decidido a jugar si es que no aparece en el horizonte la figura del neurocirujano Facundo Manes, quién constituye el verdadero anhelo de los correligionarios que mandan en 53 y 14, el reducto del Comité Provincia, a metros de la Catedral de La Plata.

“Maxi está decidido a ser candidato porque está convencido que representa a una nueva generación de radicales bonaerenses que no queremos ser más furgón de cola de otros”, explicó a PDS un legislador que reporta en esas filas.

En principio, Abad piensa poner todo el peso de la estructura radical a disposición de la aventura presidencial de Manes para que compita con músculo político frente al titular del radicalismo nacional, el jujeño Gerardo Morales, y el senador nacional Martín Lousteau.

Y en un nuevo guiño al neurocientífico, quien encabezará los equipos de trabajo de la fundación radical encargada de confeccionar un plan de gobierno para los bonaerenses será Eduardo Levy Yeyati, el economista de cabecera de Manes.