miércoles 30 de julio de 2025 - Edición Nº2429

Provincia | 22 mar 2022

Preocupación oficial

Kicillof teme que la inflación erosione su proyecto reeleccionista

El mandatario bonaerense funda sus expectativas en el plan Seis por Seis que lanzó sonoramente durante la Asamblea Legislativa. Encuentros periódicos con legisladores e intendentes para coordinar medidas de contención social.


Por: Federico Cedarri

La interna que se abate impiadosa sobre la coalición oficialista por ahora no genera consecuencias inmediatas dentro del esquema de poder que el peronismo ejerce en la populosa provincia de Buenos Aires.

La alianza de Máximo Kirchner con los intendentes del conurbano parece soslayar los subterfugios intestinos que ciernen a la fuerza a nivel nacional.

Cuando el titular de La Cámpora dio un paso al costado en la jefatura del bloque nacional, ordenó a su tropa un repliegue planificado hacia la provincia de Buenos Aires considerada un bastión del kirchnerismo que no quiere bajo ningún concepto dilapidar en 2023.

Es ese el cuadro de situación que se maneja por estas horas en el tablero político del oficialismo, Kirchner presidiendo el peronismo bonaerense casi sin oposición en las internas que se disputaran el próximo domingo 27 de marzo, y de las que piensa emerger con un fuerte espaldarazo a la estrategia de alianza territorial con los intendentes, con quienes deberá dilucidar las mejores opciones para el 2023 en la provincia.

En el razonamiento de aquellos protagonistas no entra por ahora la posibilidad de reelección de Axel Kicillof que no obstante pese a que carece de una vasta estructura que le dé soporte y músculo político, parece haber encontrado la herramienta que podría granjearle, así lo cree, el apoyo popular que la estructura pejotista hoy parece escamotearle: el seis por seis.

Se pudo apreciar durante el fin de semana la profusa aparición de la publicidad del plan en la cartelera de campo de todos los estadios del fútbol argentino, con el detalle no menor de que se celebró la jornada de los clásicos, la fecha que más rankea.

Este compilado de obras públicas constituye la piedra filosofal del proyecto 2023 de Kicillof, sin embargo el mandatario está comenzando a apreciar subrepticiamente impresiones negativas provenientes de indicadores  económicos que le sugieren algún tipo de condicionamiento al éxito del mismo.

El gobernador bonaerense instauró un cambio de paradigma que le permita solventar una mejor relación con legisladores e intendentes peronistas, los recibe semanalmente y tratará de articular medidas tendientes a solucionar los acuciantes problemas que se suceden en los distritos.

“La mayor parte de la reunión de la semana anterior se focalizó en la lucha contra la inflación y la queja de los intendentes por la suba de precios”, explicó con tono de preocupación un legislador peronista participante.

“De obras casi no se habla, el aumento del costo de vida es la preocupación central de los intendentes”, reiteró el diputado como conclusión de la reunión con Kicillof.

En rigor, según pudo reconstruir PDS los alcaldes y legisladores le plantearon al Gobernador bonaerense su enorme preocupación por el aumento intempestivo de la inflación en los primeros meses del año, tomando en cuenta que las paritarias que han cerrado con los empleados municipales empiezan a quedarse cortas y deberán acentuar la imaginación para buscar recursos ante los inminentes pedidos de aumento del piso previamente acordado.

Kicillof piensa que si la Nación avanzara en un fuerte ajuste del gasto sería el gobernante más perjudicado, debido que ha sido quién más se ha beneficiado por el reparto indiscreto de fondos dispensados por el gobierno de Alberto Fernández durante los más de dos años de mandato.

“Hemos recibido más recursos, pero también somos la provincia que más dinero giramos al Gobierno nacional y solo vuelve una parte”, se le escuchó quejoso al mandatario provincial.

Los datos que se analizaron en el encuentro con intendentes y legisladores encendieron las alarmas, se esgrimió que la inflación en alimentos en lo que es la órbita del conurbano ascendió en febrero a la friolera de 8,6, y se presume que de continuar esta tendencia el primer trimestre cerrará con aumentos rayanos al 20%.

Este dato genera tensión, sobre todo porque en ese denso conglomerado porblacional se encuentra concentrada la base del voto duro del Frente de Todos que ve aceleradamente erosionar sus ingresos.

Esta situación que se presenta con la inflación núcleo estabilizada en alrededor de 5 por ciento y la de alimentos en más del 8 por ciento, conspira contra los planes inmediatos de Kicillof que se veía durante marzo recorriendo la provincia para comenzar a bordar su intención de reelección al compás de fulgurantes de inauguraciones de obras de infraestructura y viviendas.

“Esta situación ralentiza la posibilidad de apretar el acelerador con las obras, fundamentalmente porque todos los presupuestos se van para arriba por el aumento sostenido de los costos e insumos, y hay que tratar de optimizar recursos”, tiró a PDS un diputado del Frente de Todos que analiza con cavilación la marcha de la gestión bonaerense.

Mayores recursos para evitar desbordes sociales

La mayor petición que escuchó el mandatario bonaerense durante su encuentro con intendentes y legisladores fue la necesidad imperiosa de acentuar los mecanismos de ayuda social, para operar de dique de contención de las demandas populares ante las dificultades que puedan presentarse por el aumento del costo de vida en los sectores más marginales de la sociedad.

“El peronismo no pude permitirse un estallido social”, aseguró tajante a PDS un diputado del FDT.

“Pese a lo recurrente de la inflación no tenemos indicios de desbordes”, aclaró el mismo legislador a este portal.

En rigor, lo que se pactó con los intendentes es la necesidad de institucionalizar la ayuda que los distintos grupos poblacionales de menores recursos accedieron durante la pandemia: “Se convertirá en un soporte permanente para las familias”, explican desde el palacio de calle 6.

Tanto los alcaldes como los legisladores peronistas son conscientes de lo dificultoso que será para el Frente de Todos absorber una experiencia electoral en la provincia si los niveles inflacionarios siguieran este sendero de crecimiento.

Es por esto que Kicillof ruega ante el presidente Alberto Fernández sobre la necesidad de abordar este problema complejo con seriedad y coordinación entre las distintas áreas económicas: “Axel sabe que si no le solucionan la inflación se complica y mucha su plan de reelección”, destaca otro actor legislativo.

La moneda hacia el 2023 está en el aire, y la desvalorización del peso amenaza con severidad al bastión que el peronismo considera un reaseguro inexpugnable para su ambición triunfalista.

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