

Por: Federico Cedarri
La situación intestina dentro del PRO continúa generando situaciones peculiares que permiten una continuidad de capítulos que no parecen encontrar una definición inmediata en la carrera iniciada hacia el 2023.
No es un secreto que se vienen acentuando las disputas internas dentro de la fuerza amarilla, si bien en primera instancia se creía en forma fehaciente que luego de las PASO la candidatura de Diego Santilli desfilaría hacia el sillón de Dardo Rocha, el achicamiento de la brecha en la provincia de Buenos Aires bajó las acciones del larretismo y abrió el escenario dentro del espacio que fundó Mauricio Macri.
Luego de las generales se aceleró la irrupción de figuras menos condescendientes con el Gobierno nacional.
Comenzó a cobrar protagonismo supino la titular nacional del PRO, Patricia Bullrich, amparada en los números que le devolvían las encuestas de opinión de emparejamiento con Horacio Rodríguez Larreta, comenzó a hilvanar un armado meticuloso en tierra bonaerense que hoy amenaza la supremacía de las huestes del jefe porteño.
Aunque maneja las principales intendencias de la provincia y distritos populosos del Gran Buenos Aires como Tres de Febrero y Lanús, el conglomerado que pontifica a Larreta como presidenciable desconfía de la aceitada relación que el espacio de Bullrich sostiene con dirigentes conspicuos del radicalismo bonaerense.
“Esperemos que Patricia con todas estas movidas no termine haciéndole el juego a los radicales para perjudicar a Horacio”, interroga un legislador amarillo preocupado por el crecimiento de la Piba en los sondeos de opinión.
La ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri lanzó en Pilar su línea interna en la provincia de Bueno Aires, flanqueada por sus laderos Javier Iguacel y Gerardo Milman.
El intendente de Capitán Sarmiento responde sin sonrojarse al macrismo duro y se lo menciona insistentemente en el campamento de Bullrich como alguien que puede apuntalar, con una candidatura a gobernador, la ambición presidencial que ya no oculta Pato.
Con esta preliminar confirmación de Iguacel en el frente bonaerense parece desvanecerse todo tipo de especulación que imaginaba a Patricia Bullrich bajando a la provincia de Buenos Aires, y siendo la candidata del espacio desplazando a los dos candidatos que hoy sacó a caminar Larreta: Jorge Macri y Diego Santilli.
Quien tiende puente con el radicalismo es Emilio Monzó que parece sentirse cómodo en el papel de articulador del espacio de Pato con las distintas opciones que componen Juntos.
El oficialismo radical está carente de un candidato taquillero para enfrentar al PRO y la posibilidad del tejedorence, que jugó en la interna para Manes, no es despreciada y seduce a más de un correligionario.
Si bien desde el entorno monzonista no gastan su tiempo en aplacar las apetencias de su jefe de convertirse en candidato a gobernador, creen que todavía no ha llegado el momento de apretar el acelerador: “Emilio está expectante y viendo cómo se acomoda el tablero opositor”, tiró alguien que conoce los puntillosos movimientos del ex presidente de la Cámara de Diputados nacional.
Otra de las principales operadoras de Bullrich en la provincia es la esposa de Milman, la diputada provincial Florencia Retamoso, una permanente hostigadora del gobierno de Axel Kicillof que pidió en primera instancia el cese del pase sanitario en la provincia y ahora redobló la apuesta exigiendo el abandono del uso del barbijo en las escuelas bonaerenses.
También cumple un papel destacado en el entorno de Pato el actual senador provincial Juan Pablo Allan, que se alejó bruscamente de Julio Garro cuando el alcalde pareció encontrar en Fabián Perechodnik un posible sucesor para la intendencia de la capital provincial en desmedro del legislador.
Ante esa circunstancia, Allan corrió presuroso a presentar sus credenciales en las filas de Patricia Bullrich, y con el empuje de la ex titular de Seguridad conquistó en las últimas elecciones de la fuerza el estratégico puesto de Secretario General del PRO bonaerense.
El vidalismo residual que ocupa un número significativo de bancas en el Parlamento provincial y que no se referencian en intendentes, no descarta eventualmente sumar sus “fierros” al espacio que capitanea la Piba debido al acentuamiento de los puntos de vista cada vez más disímiles con el sector que reporta al larretismo.
“Hoy nos sentimos más identificados con la forma de hacer política de Patricia que de Larreta”, soltó un legislador afín a aquel grupo.
Las diferencias subyacentes de los distintos espacios que integran la bancada opositora se sintetizan en la defensa sin ambages contra la intención del juez Ernesto Kreplak, de citar a indagatoria al legislador platense Juan Pablo Allan en el marco de la supuesta conformación de una mesa judicial que se habría encargado del armado de causas contra dirigentes opositores y sindicalistas durante el gobierno de María Eugenia Vidal.
Por estas horas, desde el comando de Juntos se estudian dos alternativas para resolver la encrucijada planteada por el magistrado platense: la primera de ellas contempla la presentación espontánea de Allan el lunes 21 de marzo, fecha de la citación, ante Kreplak amparándose en la ley de fueros nacional que le permite sentarse ante la requisitoria de la Justicia sin perder los atributos al existir acefalía normativa en la provincia al respecto.
La otra posibilidad que cobra menos fuerza, pero que con el trascurrir de los días puede convertirse en la más viable, es que el legislador amarillo expida ante el juzgado un escrito en carácter de declaración sin responder los interrogantes que le plantee el juez interviniente.