martes 29 de julio de 2025 - Edición Nº2428

Provincia | 23 feb 2022

Elecciones internas

PJ Bonaerense: La Cámpora consolidó poder en los distritos sin tierra

La agrupación que responde a Máximo Kirchner ganó preponderancia en lugares donde el FDT no gobierna. El titular del peronismo provincial respetó la territorialidad de los intendentes.


El cierre de listas del peronismo bonaerense no deparó grandes sobresaltos ni sorpresa mayúsculas en lo que concierne a ciertas rebeldías que podían presumirse contra la conducción de Máximo Kirchner.

Finalmente, el diputado nacional pudo nuevamente imponer sus preferencias en la mayoría de los distritos sin tierra donde no estaba en juego la injerencia de los alcaldes, y respetó la territorialidad en aquellos lugares donde manda el peronismo.

Puede argumentarse que el resultado del armado de listas conjeturó un balance salomónico, donde Máximo Kirchner avanzó fuerte en lo que respecta a los congresales provinciales para granjearse un sustancial apoyo en el manejo partidario mientras que en los distritos donde gobierna el Frente de Todos les dejó a los intendentes la presidencia del PJ a nivel local.

Sigue innata la alianza que han enarbolado los jefes comunales del conurbano conjuntamente con el hijo de la Vicepresidenta y quien más siente los efectos de tal entendimiento estratégico es el gobernador bonaerense, Axel Kiicllof.

El mandatario siente que está quedando demasiado alejado y relegado de las grandes decisiones partidarias y empieza a sospechar seriamente que sus intereses pensando en el 2023 aparecen equidistantes de los del kirchnerismo.

A partir del repliegue en la provincia de Buenos Aires, luego del hecho político que significó la renuncia de Máximo Kirchner al bloque nacional, todos los cañones apuntan a retener a como de lugar la provincia de Buenos Aires, y en el esquema de poder que estaría imaginando el oficialismo partidario no contemplaría por el momento la posibilidad de reelección del actual gobernador Kicillof.

La Cámpora peleó cada centímetro en la vorágine del cierre de listas en los distritos donde no gobierna el peronismo, y el caso más específico quedó patentizado en La Plata donde el ministro de Justicia, Julio Alak, intento tímidamente volver a tener injerencia en el armado local y la agrupación que lidera Máximo Kirchner fue implacable: no solo le bajó la lista que pergeñaba sino que le arrebató la presidencia a los sectores ligados al bruerismo.

El camporismo si bien replicó la alianza con ese nucleamiento desplazó sin miramientos al histórico Luis Lugones por el flamante diputado propio Ariel Archanco que asumirá los destinos del engranaje partidario platense.

El pac man de Máximo fue ahogando cada incipiente rebelión que amenazaba desatarse en algunos distritos y finalmente, aunque los intendentes del interior discrepan en voz baja con la forma de ejercer el poder del diputado nacional, finalmente terminaron acordando una tregua ya que continuarán ejerciendo el liderazgo en sus armados locales.

Lo que dejó explícito el cierre de listas es que contrariamente a lo que algunos sostenían ha quedado consolidado un nuevo polo de poder el peronismo bonaerense, y es el que componen La Cámpora y la liga de intendentes del conurbano y van a ser quienes, de no mediar un vuelvo en las aspiraciones, tendrán la potestad de decisión, no solamente en la elaboración de las estrategias que vayan a ponerse en marcha en el esquema provincial de poder sino también en la delineación de las candidaturas con vistas al objetivo de máxima que es seguir gobernando la provincia de Bueno Aires.

Pese a la armonía entre los dos bandos, hoy socios tácticos, cada sector enarbola candidatos disímiles para encabezar la boleta en el año electoral, el sector que responde a Máximo Kirchner visualizaría a Wado De Pedro como un catalizador de voluntades con pretensiones de sintetizar a todos los sectores y los intendentes del conurbano pretenden que esta vez le toque a uno de ellos: Martín Insaurralde está presto con un armado de legisladores y alcaldes del interior que lo apoyarían en sus pretensiones.

El albertismo con poca injerencia en el peronismo bonaerense

La ciudad de Mar del Plata representa el lugar simbólico donde el albertismo decidió dar la batalla a La Cámpora, pudo hacer pie en el distrito armando una opción que contiene a sectores ligados al  peronismo ortodoxo con el apoyo del sindicalismo asociado a la CGT local.

Los arquitectos de la oferta albertista son el director del Correo Argentino, Rodolfo Manino Iriart  junto a su esposa, la diputada provincial Débora Indarte.

Este globo de ensayo que representará para el albertismo la confrontación contra la titular de ANSES, la camporista Fernanda Raverta, es apadrinada por Santiago Cafiero, de optima vinculación con Iriart.

El Canciller también medirá fuerzas en un distrito histórico para su familia, San Isidro, contra la lista apalancada por la titular del bloque de senadores del Frente de Todos, Teresa García, que reporta credenciales con la vicepresidenta, Cristina Kirchner.

Otro vértice del poder en el peronismo bonaerense lo representa el alcalde de Esteba Echeverría, Fernando Gray, que si bien tuvo que aceptar la entronización de Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense, nunca cesó en sus cuestionamientos a la metodología de su designación.

Con el episodio del cierre de listas consumado, en su distrito hay lista única que responde a su voluntad, se mostró con uno de los titulares de la CGT, Héctor Daer, en lo que puede leerse como un apoyo tangencial del albertismo a la actitud quijostesca de Gray en su disputa con el líder de La Cámpora.

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