

Por: Federico Cedarri
El acuerdo que parece alumbrar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) buscará calmar las agitadas aguas financieras y generar un escenario de certidumbre en los próximos dos años del gobierno de Alberto Fernández.
En la provincia también siguen con atención los detalles del entendimiento y fundamentalmente quienes tienen la guardia alta son los alcaldes y legisladores de Juntos, que en voz baja expresan su resquemor de que con la excusa del ajuste que debe cumplimentarse en las cuentas públicas para arribar a las metas de déficit fiscal con el organismo de crédito, el gobierno bonaerense ralentice los recursos a los municipios opositores.
“Los intendentes nos han trasmitido su preocupación por el impacto negativo que pueda tener un ajuste del gasto en los municipios”, explicó con un dejo de preocupación un legislador opositor.
En rigor, los alcaldes juntistas cavilan sobre la experiencia de lo acontecido con la situación del quite de los subsidios del transporte a la CABA.
Si bien consideran óptimo el entendimiento alcanzado por el Gobierno nacional con el Fondo, se muestran intranquilos ante la eventual discrecionalidad política que podría afectarlos. “Esperemos que Kicillof sea criterioso con el reparto de fondos, no puede haber bonaerenses de primera o de segunda de acuerdo a como votaron en el 2021”, precisó un diputado del PRO.
Desde las bancadas de Juntos en el Parlamento provincial se viene expresando malestar por lo que consideran una distribución desigual del Fondo Covid que la Nación habilitó durante el 2020 a la provincia de Buenos Aires: “De ese fondo el 50% debía ser para las comunas y llegó mucho menos a los distritos opositores”, expresó con cierto fastidio el mismo legislador.
Desde el partido centenario también se encuentran abocados al análisis de los pormenores de la estrategia que estaría elucubrando el oficialismo referente a un posible adelantamiento de los comicios provinciales.
Si bien fuentes ligadas a los legisladores radicales tratan de bajar el tono a la cuestión, argumentando que no son épocas de ese tipo de especulaciones sino de trabajar por el bienestar general, en su fuero íntimo trasuntan cierta preocupación y tiene la velada sospecha de que la intención del peronismo es concreta y supera la entidad de rumor.
En ese contexto, no desconocen que el PRO tiene ya en la cancha al menos tres potenciales candidatos caminando la provincia y con alto nivel de exposición mediática: Diego Santilli, Cristian Ritondo y Jorge Macri.
“Estamos en desventaja porque no tenemos candidato”, alerta un legislador centenario.
Esta hipotética situación de adelantamiento electoral actuó con contundencia en la estructura radical, ya que los animó en la búsqueda de alternativas ante la posición esgrimida en forma recurrente por Facundo Manes de gambetear una definición sobre su futuro político recién hasta los primeros meses de 2023.
Si bien hubo ciertos sondeos de Evolución Radical, el sector que comanda Martín Lousteau, para intentar “venderle” a la conducción partidaria a Martín Tetaz como posible candidato a gobernador, la opción rápidamente fue desestimada por la conducción que encabeza Maxi Abad.
Sostienen que el economista está muy ligado a al ex gobernadora, María Eugenia Vidal, y no pocos lo vislumbran como posible candidato en CABA si es que la ex mandataria provincial finalmente se lanza al ruedo con su candidatura presidencial como se lo hizo saber a staff del círculo rojo.
Si bien desde la fuerza centenaria relativizan la cuestión de no tener un candidato consolidado en las gateras, mantienen la esperanza de que Manes finalmente desista de su intentona presidencial y entienda que la provincia representa el campo más propicio y fértil para la continuidad de su desarrollo político: “Facundo no pude dilapidar el porcentaje de votos que en menos de dos meses logró en la provincia contra la estructura del PRO”, suelta un legislador centenario movido por la esperanza de que el neurocirujano finalmente acepte el convite de participar en territorio bonaerense.
El radicalismo sabe que se encuentra en la obligación de buscar un candidato competitivo en la provincia que sacie con creces lo tantas veces pregonado: que en el 2023 habrá un competidor partidario para las PASO con el PRO.
A pesar de predominar una sensación de orfandad los boinas blancas relativizan la cuestión de la acefalia de postulantes y prefieren concentrarse en la tarea legislativa arguyendo que el espacio de tiempo hasta la elección les dará el oxigeno necesario para moldear un aspirante con chances sustentables para la interna: “Hay que ponerlo en la cancha sobre la hora como hicimos con Facundo en la legislativa, apelar al factor sorpresa para evitar el desgaste”, deslizan.