

Por: Federico Cedarri
El peronismo atraviesa por estas horas un cierre frenético de listas en todo el territorio bonaerense con vista a las elecciones para elegir las conducciones distritales del próximo 27 de marzo y donde en cierto modo primó la unidad, a regañadientes, entre algunos alcaldes del interior y los representantes de La Campora.
En ese contexto de búsqueda de verticalidad se enmarca la visita que hace unos días el ahora raso diputado nacional y titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, efectuó a los legisladores, funcionarios provinciales y nacionales e intendentes del conurbano en la residencia del presidente de la Cámara Baja bonaerense, Federico Otermín, lugarteniente del jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Martín Insaurralde.
Este encuentro marcó lo que desde PDS anticipamos hace una semanas cuando ocurrió la renuncia de Kirchner a la jefatura del bloque del FDT en el Congreso Nacional en disonancia con las pautas del entendimiento con el FMI: en la provincia de Buenos Aires el acuerdo entre la otrora agrupación juvenil y los alcaldes de las grandes ligas sigue vigente debido a que constituye un pacto de mutua conveniencia que les permite manejar los resortes del poder legislativo.
Sin embargo, desde este portal también anticipamos que había intendentes y dirigentes, sobre todo en los distritos sin tierra que comanda Juntos, donde había disgusto con la actitud de Kirchner en desmedro del presidente Alberto Fernández y que tenían intención de ir con listas separadas de los pretendientes que impusiera el hijo de la Vicepresidenta de la Nación.
Y en ese marco, todo parece indicar que habrá trifulca intestina en dos importantes distritos que constituyen el padrón más importante de la provincia después de La Matanza: La Plata y Mar del Plata.
En la ciudad capital ebullen las diferencias entre los distintos sectores en pugna que componen la estructura del peronismo local, y en las últimas horas parecen en vano los intentos y atajos que se estarían buscando para conformar una lista de unidad.
La dificultad radica en las desavenencias históricas que esbozan desde el sector que comanda actualmente el partido, más ligados al peronismo clásico que integran el histórico dirigente Luis Lugones y rémoras del bruerismo como el concejal Guillermo Escudero, con el histórico alakismo.
Vale recordar que el actual ministro de Justicia, Julio Alak, se alejo en forma paulatina durante más de 15 años de las decisiones del partido a nivel local e intentó un tímido regreso apoyando a un histórico de su banda, Carlos Bonicatto, en la anterior interna partidaria contra Lugones que entonces contaba con el apoyo de La Cámpora.
Aunque las diferencias parecen insalvables y todo indica que habrá internas, son denodadas las gestiones que intentan desde sectores sindicales y ligados a movimientos sociales para logar la tan mentada unidad.
El tercer factor que incide es La Cámpora, la agrupación que comanda Máximo Kirchner aspira a ir por el premio mayor y estaría en la gateras con el nombre del actual diputado provincial Ariel Archanco a quien propondrían como una especie de síntesis de los espacios en pugna.
El bruerismo si bien tuvo una alianza táctica con el camporismo no vería con buenos ojos que le arrebaten la presidencia del partido.
Así las cosas, hoy parece tener más visos de realidad una emulación de la alianza de La Cámpora con parte de los resabios del bruerismo que lograr una lista de unidad que componga a los tres sectores.
Y también el ministro Alak parece haberse metido en camisa de once varas: sus seguidores le piden que encabece la boleta con el riesgo que conlleva perder una interna local, que lo debilitaría en el entorno gubernamental provincial y trastabillaría su puesto en el Ministerio de Justicia.
Otra de las internas furibundas que tendrá el peronismo el 27 de marzo será en la costera Mar del Plata, y allí emergerá fulgurante la disputa entre el sector que responde a la titular del ANSES, Fernanda Raverta, conjuntamente con su esposo el ahora senador provincial, Pablo Obeid, contra una incipiente estructura del albertismo que encabeza el actual director Nacional del Correo Argentino, Rodolfo Manino Iriart, y su esposa la diputada provincial, Débora Indarte.
En la ciudad feliz es recurrente la pelea interna entre La Cámpora que no logra hacer pie en las elecciones generales acusada por sectarismo y dogmatismo en la conformación de las listas y el sector del peronismo tradicional que quedó vacante de líderes una vez salido de la escena el histórico Juan Garivoto.
Iriart toma la posta de ese espacio y armó una lista con sectores afines al sindicalismo ortodoxo y dará la batalla con el sustento económico que le brinda su cercanía con el canciller Santiago Cafiero.
Raverta ira en segundo término de la lista que encabeza el dirigente de Luz y Fuerza, Eduardo Cóppola y sumó a su boleta a un ex cambiemos, Lucas Fiorini, que supo colectar junto a Roberto Costa y su agrupación Unidos a peronistas desencantados e independientes para Juntos, pero sus diferencias con el intendente Guillermo Montenegro fueron más fuertes y pegó el portazo saltando a las filas de la titular de ANSES.
Este armado de La Cámpora intentará desbancar a su ex aliado y ahora rival: Juan Rapacioli llegó de la mano de Raverta a la titularidad del peronismo marplatense y en esta ocasión encabezará la lista apañada por Iriart.
Si bien en la mayoría de los distritos del interior habrá lista de unidad, subterráneamente se vislumbra descontento con la jefatura de Kirchner que se materializó en algunas reuniones de dirigentes de distritos donde manda Juntos que comenzaron a levantar la voz comandados por el ex intendente de Ayacucho, Darío David, que supo ser por una corta estadía coordinador entre municipios y el Ministerio de Seguridad provincial mientras ejercía la Jefatura de Gabinete del organismo el dirigente de la Quinta sección, Mario Baudry.
Justamente en Ayacucho habrá confrontación entre la lista que encabezará una pieza clave del organigrama de David, la concejal Ana Clara Revori, que será secundada por el ex intendente, y enfrente tendrá a la Agrupación 8 de Octubre, con tendencia kirchnerista y buenos vínculos con La Cámpora que lleva a Juan Pedro Erreguerena como aspirante.
El peronismo se sacará chispas en algunos importantes distritos de la provincia de Buenos Aires, en lo que quizás sean una muestra que anticipe las confrontaciones que acontecerán en 2023 cuando se diriman las futuras candidaturas en el partido que creó Juan Domingo Perón.