El representante legal y titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, informó que el relevamiento de precios llevado a cabo por su organización arrojó un aumento del 5,04% en la canasta básica durante enero, como consecuencia de distintos factores que impactaron en frutas y verduras, principalmente. Sin embargo, estimó que “es posible que disminuya en febrero”.

“Se produjo un fuerte aumento en frutas y verduras por dos cuestiones. En buena parte de enero, hubo temperaturas superiores a los 44 grados, sumado a los cortes de energía eléctrica que afectaron al riego de las plantaciones de La Plata y Mar del Plata, dos áreas muy importantes”, comentó en el programa Política del Sur, por Radio Urbe FM 97.3.

La pérdida en la producción causada por la ola de calor y las fallas en los suministros de luz, según el especialista, impactaron en el valor final de los artículos. “Ahora aumentaron los combustibles, factor que incide en un 27% promedio en la estructura de costo de una canasta de alimentos”, añadió.

🗣"Un aumento en las tarifas va a frenar la recuperación económica. Tienen que pagar más aquellos que están en condiciones de pagar".

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— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) February 8, 2022

Aumento de tarifas

Por otra parte, Polino anticipó que, de concretarse el aumento tarifario previsto para los servicios públicos, tendría una repercusión directa en los precios de los productos. “Hubo una audiencia por el gas natural y, más adelante, la habrá por la luz. Todo incremento en las energías aumenta las estructuras de costos de las industrias que producen y los comercios que venden”, enfatizó.

En ese sentido, explicó que, desde las organizaciones de defensa de los consumidores, plantearon la negativa a un aumento general y la segmentación según ubicación geográfica y poder adquisitivo. “El país ha vivido una crisis económica muy fuerte en los últimos años, potenciada con los efectos de la pandemia”, aseveró.

“Sostenemos que debe haber una reducción en los subsidios para aquellos que están en condiciones de pagar una tarifa plena. No tiene sentido seguir subsidiando a bancos, casinos, bingos, barrios cerrados o a usuarios que viven en lugares como Puerto Madero, en las Lomas de San Isidro o en viviendas de alto valor inmobiliario”, determinó el especialista.

Basado en este parámetro, Polino sostuvo que “así se va a evitar que el aumento impacte en las clases sociales medias y bajas”. No obstante, reconoció que es necesario “estudiar los criterios de segmentación” para no aplicar aumentos desproporcionados a personas que no poseen altos ingresos pero que viven en barrios como, por ejemplo, Belgrano o Recoleta.

En tanto, Polino indicó que un aumento en las tarifas también supondría un freno a la reactivación económica. “Se estuvo viendo una recuperación en las industrias y sectores pymes, pero una suba en la luz y el gas detendría toda esa recuperación”, concluyó.