viernes 17 de mayo de 2024 - Edición Nº1990

Provincia | 11 nov 2021

Recta final

El Frente de Todos y Juntos juegan los últimos cartuchos en una elección polarizada

El peronismo busca recuperar terreno en el conurbano a expensas de su aceitado aparato. En tanto que la alianza opositora intentará consolidar la ventaja de las PASO. Las secciones electorales adquieren preponderancia en la futura composición legislativa provincial.


Por: Federico Cedarri

Se acerca el domingo electoral donde todas las especulaciones se desvanecen y aflora la única certidumbre existente que finalmente es la decisión soberana, el voto popular que discernirá como se posiciona el tablero político durante los próximos dos años.

Y aunque algunos pronosticaron que la grieta estaba perecida con la irrupción de la pandemia, la tregua pactada se fragilizó y se posicionó nuevamente en el escenario político la disputa entre el oficialista Frente de Todos y la oposición más competitiva que hoy se agrupa en Juntos.

Luego del terremoto que se ciñó sobre el oficialismo en forma posterior a las PASO y que lo obligó a un reformulación forzada, con el consiguiente desembarco en el gobierno provincial de la liga de los intendentes del conurbano representados en la figura de Martín Insaurralde con la venia del kircherismo, se inició una promisoria etapa donde se le intentó dar a la gestión de Axel Kicillof una impronta más ligada a la territorialidad.

De hecho, el ex mandatario de Lomas de Zamora se mostró contrariado cuando comenzó a pasar revista de las ejecuciones presupuestarias y en algunos casos, las mismas alcanzaban menos del 20%, especialmente en áreas sensibles como las ligadas a la obra pública.

El gobierno provincial adquirió una nueva dinámica que también incluyó el llamado al diálogo con los alcaldes de Juntos, que lograron en esta nueva etapa la posibilidad concreta de exteriorizar los múltiples reclamos que venían realizando de manera insistente ante el ahora devaluado, Carlos Bianco.

El peronismo se encuentra en etapa de ebullición permanente desde el 12 de septiembre y sabe acabadamente que luego del próximo domingo se zambullirá irremediablemente en un cruento debate que terminará de definir la modalidad de gestión con la que deberá afrontar los próximos dos años.

De hecho, los intendentes esta decididos a exigir un protagonismo impostergable en la última etapa del gobierno de Axel Kicillof: “Se cansaron de la desconfianza que el gobierno provincial depositó sobre ellos, y el control permanente que derivaba en una burocracia insoportable que no permitía una gestión ágil en el desembolso de fondos”, explica contrariado un legislador que camina hace tiempo los pasillos del Parlamento provincial.

El lunes 15 podrían ser varios los funcionarios de la primera hora del Gobernador eyectados por presión de los alcaldes comunales y del kirchnerismo duro, se menciona en los corrillos políticos que titulares de cargos importantes en organismos dependientes del Ejecutivo podrían ser desplazados, y el motivo que se pone sobre la mesa sería el mismo que dio fundamento al replanteo de la gestión luego de las PASO: las disidencias de estos integrantes del circulo aúlico del Gobernador con los intendentes de todo pelaje político.

Juntos mientras tanto transita los días finales hacia el domingo de manera menos aciaga, trata de no cometer errores no forzados y reza para que el ex presidente Mauricio Macri mantenga un bajo perfil y no vuelva a absorber trascendencia mediática: “Nos complica bastante cuando Mauricio sale a escena porque se le hace más fácil al oficialismo ponerlo en el centro de la escena”, explica a PDS un importante diputado provincial amarillo.

Macri siempre va a ser Macri y eso es un limitante, quizás ahí este la diferencia a favor que tiene Horacio Rodríguez Larreta”, completó el legislador.

Prefieren no encandilarse con algunas encuestas que hablan de una diferencia holgada en la provincia, saben que es ciertamente difícil para los consultores medir el impacto que el aceitado aparato del peronismo tendrá en la elección.

En realidad tratan de generar una baja expectativa debido a que si la diferencia se achica respecto a las PASO puede ser leído como una derrota, por lo que prefieren mostrarse cautelosos ante los altivos pronósticos que emergen de los entusiastas militantes.

Desde el PRO continúan destacando la buena química que se ha plasmado entre Diego Santilli y Facundo Manes, rescatan que se han complementado bien e inclusive el Colo ha propiciado un protagonismo compartido con el radical cuando han coincidido en los grandes centros urbanos.

Hay un dato particular que ilustra la simbiosis que se ha generado, en la ciudad de La Plata donde manda Julio Garro en la última semana fueron pintados en los paredones solo los nombre del dueto Manes- Santilli en letras amarillas.

Los radicales ríen socarrones, sobre todo cuando recuerdan la vandalización del garrismo sobre los carteles del neurocientífico cuando libraban la interna de septiembre.

Cuatro secciones electorales se constituyen como claves para la nueva composición parlamentaria

Si bien una elección legislativa generalmente adquiere menos relevancia que cuando se elige cargos ejecutivos, la coyuntura histórica hace que este medio término se revista de una trascendencia poco común.

Y las secciones electorales cobran vital importancia en el esquema que ira udiendo la conformación de la futura Legislatura, debido a que no será lo mismo para una gestión ciertamente debilitada como la de Kicillof retener la titularidad en Diputados a tener que soportar el embate de un Juntos envalentonado queriendo ir por la presidencia de la Cámara Baja amparándose en una hipotética primera minoría.

Es por eso que la Tercera sección cobra relevancia, porque si el peronismo logra subir unos cinco puntos porcentuales respecto a las PASO, sumará dos nuevos diputados y con sus aliados podría llegar a retener la mayoría simple.

En lo que respecta al Senado, también hay secciones que influirán decisivamente para verificar si Juntos puede continuar ostentando la primera minoría del Cuerpo.

La Primera sección electoral se vuelve clave, ya que renueva ocho senadores y de replicarse los resultado de las PASO Juntos podría colectar cinco senadores y el peronismo tres, por lo que cobra sentido el desembarco del presidente Alberto Fernández en San Martín, y la acentuación de las bajadas a los distritos de la región del ministro de Obras Púbicas de la Nación, Gabriel Katopodis, lo cual pone de relieve la significancia que representa para el oficialismo.

En rigor, el Frente de Todos aspira a dividir los lugares que se renuevan: quiere arrebatarle un senador a la oposición y repartir la cuenta en cuatro para cada uno.

Otra sección que imanta las miradas es la Cuarta, y aquí quienes tienen mayores apetencias son los referentes de Juntos, ya que según explican tienen el anhelo de llevarse cinco legisladores y dejar al peronismo con dos.

Para que esa empresa se haga realidad, la alianza opositora debería estirar la diferencia unos cuatro puntos lo que la dejaría en el umbral del objetivo, no fue casual la llegada a Junín la semana anterior de Manes y Santilli para apuntalar la campaña local, como tampoco fue inocente la posterior recorrida que realizaron por los principales distritos seccionales.

Por su parte, la Séptima sección electoral, con Olavarría como centro neurálgico, también despierta un interés desmesurado en ambos campamentos políticos, debido a que Juntos en las internas obtuvo más del 50% de los votos pero con la particularidad de que el peronismo quedo a solo tres puntos de poder llevarse un senador de los tres en juego que se consiguen en esta región del centro bonaerense.

Fuentes de Juntos contaron a PDS que esperan cosechar de mínima los mismos votos que en septiembre y sostienen que el peronismo también se mantiene en el orden del 30% pugnando por escalar los decimales que le faltan para arribar al 33%, lo que le permitiría escamotearle un senador a la coalición opositora y arrimar al objetivo de máxima de alcanzar los 23 legisladores propios en la Cámara Ata que le habiliten una correlación en la composición de fuerzas.

No en vano, tanto Insaurralde como Kicillof, viajaron en reiteradas oportunidades a los distritos gobernados por el peronismo para consolidar el voto propio e intentar seducir  a quienes no fueron a votar en septiembre.

Nadie quiere aventurase en pronósticos y desde los dos lados coinciden en que la definición por el tercer senador será muy ajustada en un margen estimativo de entre 5.000 a 10.000 votos.

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