Por: Federico Cedarri

En el tramo final de la campaña hacia las legislativas el peronismo intentará reeditar un épica que hoy asoma renuente y que lo vuelva a emparentar con las grandes jornada que jalonaron su historia.

El cambio de escenario del acto final del Frente de Todos marca la pauta de la nueva posición que está desplegando el oficialismo haciendo anclaje fundamentalmente en la operatividad de los intendentes y referentes distritales.

Justamente los alcaldes que han sido acicateados por el nuevo jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, son quienes enarbolan un mayor optimismo que los posiciona cerca de la aspiración de mejorar sustancialmente los números este 14 de noviembre.

Los jefes comunales entienden que una vez corrido Carlos Bianco del rol estelar que le cabio durante la primera parte del gobierno de Axel Kicillof, las partidas para obras comenzaron a agilizarse y puede verse una respuesta más contundente para con las demandas municipales que se encontraban ciertamente postradas.

En ese sentido, los principales estrategas del Frente de Todos prefieren esta vez ignorar los números de las encuestas que proliferan a su alrededor y que en general les son desfavorables, por lo que prefieren marcar presencia en el territorio: “Estamos yendo casa por casa a buscar los votos de quienes nos apoyaron en 2019 y ahora con justa razón nos dieron la espalda”, le cuenta a PDS un importante legislador provincial peronista.

En rigor, el conurbano vuelve a situarse como eje central del proselitismo y justamente tiene que ver con que la mayor sangría de votos el oficialismo lo sufrió en esos distritos donde la pobreza y la falta de trabajo son acuciantes: “Hemos dado respuesta en estos dos meses a la gente, tiene que comprender que fuimos asolados bajo una terrible pandemia”, continuó explicando el diputado bonaerense.

Lo cierto es que esta vez es comprobable que los alcaldes se han calzado la camiseta y han trabajado el doble que lo que le hicieron en la PASO para recuperar posiciones, impulsados también por el presentimiento que algunos tienen que, de repetirse o ampliarse la brecha con la oposición, corren el riesgo de arriesgar su supremacía en el control de los Concejos Deliberantes.

En el conurbano también ha comenzado un importante trabajo de hormiga del peronismo para escamotearle dirigentes de segunda y tercera línea al frente que encabeza Florencio Randazzo.

Peronizar al palo el tramo final

La elección de Merlo para el cierre de campaña parece ser un buen síntoma de la peronización que quiere imprimírsele al tramo final proselitista, y en ese menester el jefe de Gabinete Nacional, Juan Manzur, tiene mucho que ver, es que más allá de que el poder de movilización ahora estará en manos de los intendentes, dejando a un costado a La Cámpora y los movimiento sociales, también se buscó un distrito que pertenece al actual jefe del peronismo bonaerense, Daniel “Tano” Menéndez.

La sección también es clave para la futura composición de la Legislatura provincial ya que si el peronismo tiene intenciones de concretar un atisbo de recuperación del poder en el Senado, tendrá que hacer esfuerzos loables para revertir la relación de fuerzas que se reflejó en las PASO para al menos acceder a cuatro senadores.

Otra sección que enciende las alarmas en el laboratorio del oficialismo es la Cuarta donde la oposición parece estar cerca de conseguí otro legislador según las encuestas regionales y de concretarse complicaría raudamente los planes del peronismo en el Parlamento.

Para contrarrestar la hegemonía opositora, el flamante jefe de Gabinete insta a los funcionarios a mostrar gestión en aquellos distritos del corazón sojero y motorizar soluciones para las demandas de los alcaldes propios y también implora que no se descuide a los ajenos.

De hecho un importante intendente radical confirmo a este portal que desde la asunción de tándem Insaurralde-De Jesús las puertas de la gobernación se han abierto para las inquietudes opositoras.

La elección constituye un elemento esencial en la continuidad del proceso político, pero una parte sustantiva también lo representa lo que acontecerá posteriormente al 14 de noviembre, puntualmente el debate que se desatará y que platean muchos intendentes del interior sobre el abordaje de una nueva metodología que debe dotar a los últimos dos años del gobierno de Kicillof.

En ese sentido muchos actores que tendrá un papel preponderante en el futuro están planteando que más jefes comunales asuman lugares estratégicos en el gabinete del mandatario provincial, y que se le inyecte una impronta de dinamismo a la gestión para posibilitar una oferta electoral adecuada y con posibilidades de triunfo en el 2023.

“Hay que darle músculo político”, es una frase recurrente que no paran de reiterar como un mantra intendentes y legisladores, y en cierto modo constituye una perspectiva sobre la síntesis que buscará el peronismo en forma ulterior al 14 de noviembre.