

Este viernes se cumplen dos años de uno de los hechos de inseguridad más dramáticos ocurrido en la región, que copó las crónicas policiales de medios de todo el país: “La masacre del vivero de Rafael Calzada”.
La causa que investiga el sangriento episodio que le costó la vida a tres personas ya fue elevada a juicio, aunque todavía resta saber la fecha de inicio del proceso judicial en el que será juzgado Jonathan Godoy, el acusado por los crímenes cometidos a puñaladas en el interior de la vivienda donde se desató la matanza.
“Lamentablemente fue todo muy lento, entiendo que la pandemia no ayudó, pero se movió todo muy lento, sobre todo en la última parte”, cuestionó Greta Gramuglia, hija y sobrina de dos de los fallecidos que murieron en el hecho.
En diálogo con el programa Política del Sur contó que “el imputado tiene una ONG que lo protege” con la cual se habría vinculado desde que fue puesto tras las rejas a raíz de una aparente denuncia por apremios ilegales dentro de la cárcel.
Para Gramuglia, se trataría de “una estrategia” del acusado para poder lograr “asesoramiento de un letrado”. “No puedo entender como un triple homicida puede hablar de tortura teniendo en cuenta que mató a mi papá por la espalda, que a Carlitos le disfiguró la cara y que a mi tío le cortó el cuello”, planteó.
Mientras el hombre espera ser juzgado por el triple crimen, la familia damnificada asegura que son amenazados a pesar de que se encuentra detenido desde el 8 de octubre del 2019 cuando se entregó a la Policía luego de varias horas que duró la toma de rehenes.
“Mandó gente desde la cárcel para amenazar a mi mamá”, aseveró Greta, quien manifestó que tuvieron que pedir custodia policial por miedo a represalias de parte del entorno cercano del acusado. Además, temen que la situación empeore con la confirmación del juicio oral.
Su padre, Vicente Gramuglia (67), falleció ese mismo día junto a Carlos Martínez (66). Ambos fueron gravemente heridos a puñaladas y perdieron la vida como consecuencia de los profundos cortes.
Por otra parte, el tío de Greta, Luis Gramuglia falleció a mediados de mayo del año pasado, luego de una larga agonía a raíz del mismo ataque, mientras que su madre, Gladys Rodas, sobrevivió de milagro y solo recibió algunas lesiones leves de arma blanca.
Durante las primeras horas posteriores a las muertes, trascendieron varias versiones acerca del caso. La primera de ellas hacía referencia a que el homicida habría contado con el apoyo de otros delincuentes que lo abandonaron y escaparon antes de ser rodeados por la Policía. Sin embargo, esta hipótesis fue descartada más tarde. “Las cámaras muestran que Godoy entró a la madrugada solo y estuvo en mi estudio escondido hasta que salió y atacó a mi papá y a Carlitos”, expresó Greta.
También trascendió que en medio de la locura, Godoy habría “confesado” que un cómplice de la familia los había “entregado”, aunque esto no se pudo comprobar. “Dijo en algún momento que había dinero de alguna venta de un departamento, pero nosotros nunca tuvimos departamento”, desmintió la mujer.
Para el futuro, se mostró confiada en que el imputado sea condenado a la pena de prisión perpetua, sentencia que adelantó que pedirán ante los jueces que llevarán adelante el proceso cuya fecha de inicio todavía se desconoce. “Va a ser el planteo de la fiscalía y de la querella nuestra también”, concluyó Greta.
El terrible hecho ocurrió el 8 de octubre de 2019 a la mañana en el vivero ubicado en 12 de Octubre y Presidente Illia, donde fallecieron Vicente Oscar Gramuglia y Carlos Martínez.
Ambos fueron asesinados a puñaladas en el lugar, mientras que Luis Gramuglia, quien había sobrevivido perdió la vida meses más tarde. Junto con su cuñada Gladys Rodas (77), salieron con vida de la masacre, aunque su evolución fue mucho más lenta y así permaneció hasta que finalmente se produjo su deceso.
La causa está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 especializada en escruches y entraderas del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo de la fiscal María Laura Alfaro.