

Mientras Chano Moreno Charpentier permanece internado en el Santarorio Otamendi donde se recupera lentamente de la herida de bala efectuada por un policía durante un presunto episodio de salud mental ocurrido el 23 de julio en su casa de Exaltación de la Cruz, la causa que investiga el caso sigue su curso con la declaración de los primeros testigos citados a indagatoria.
Ante el fiscal Martín Zocca, dos policías y uno de los ambulancierons que presenciaron el hecho hablaron de un Chano agresivo y fuera de sí. Sin embargo, el momento del disparo aun queda por esclarecerse y el efectivo acusado de dispararle, Facundo Amendolara, se encuentra imputado bajo la caratula de “lesiones gravisimas”.
"Todos los testigos relataron lo mismo, y eso deja muy claro que no estamos ante un caso de un policía que quiere salir a atacar a otra persona", señaló el abogado defensor Fernando Soto al aire del programa Política del Sur. En diálogo con este medio, expuso también la falta de preparación de la Policía para entrar en acción en situaciones de riesgo.
El letrado que representó al policía Luis Chocobar comparó el caso de su defendido con el del oficial Juan Pablo Roldán, el policía asesinado a puñaladas el 28 de septiembre de 2020 en Palermo y aseguró que “si Chano no se hubiera desplomado, lo hubiera apuñalado al policía de todas maneras, como pasó con Juan Pablo Roldan".
Soto defendió la reacción de Amendolara y atribuyó la responsabilidad del disparo a la supuesta falta de preparación que tendrían los miembros de la Policía Bonaerense para afrontar situaciones similares.
"Los policías no tienen los criterios, protocolos y armas para afrontar una situación así”, dijo y agregó que “en una distancia tan corta se desplomo de casualidad (Chano), porque si sigue corriendo, lo mata”. “Cuando está por clavarle el puñal, si le dispara en una zona que no lo desplome, Chano se lo clavaba el puñal igual", continuó.
Además, se sumó al debate sobre la implementación o no de las pistolas electricas Taser en nuestro país y se mostró a favor de su uso en la fuerza para su defensa y así evitar que ocurran otras situaciones identicas a la del artista. “Con una taser no hubiera muerto nadie antes y no estaría herido Chano", consideró.
El policía sigue libre, pero se encuentra procesado y afronta una grave acusación de gatillo facil por “lesiones gravisimas agravadas por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial", delito que prevé una pena de hasta 15 años de prisión en caso de ser considerado culpable, aunque para Soto “no hay posibilidades de que lo detengan porque no hay peligro de que se fugue o de que entorpezca la investigación".
El abogado cuestionó la imputación contra su asistido, debido a que para él “no quiso matar a Chano, solo lo quiso parar”, y que “los testigos vieron que le disparó cuando ya lo tenia encima” aunque “lamentablemente no hay protocolos en la policía para agresiones con armas blancas", reiteró.
Al ser consultado sobre si la fama de la víctima influyó en el transcurso de la causa, Soto no lo tomó de esa manera, pero si reconoció que a raíz de la fama del cantante, "la causa tomó una notoriedad que de otra manera no hubiera ocurrido".
Por ahora, la investigación gira en torno al testimonio de la madre del músico baleado, quien sería invitada a brindar declaración este jueves, aunque también hay otros datos que podrían ser las pistas “claves” para esclarecer lo ocurrido.
Zocca, el fiscal a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Delitos Complejos de Zárate-Campana suspedió la pericia balistica que iba a ser realizada este martes. “El fiscal pidió otra pericia, aunque todavía no es oficial”, precisó Soto.
El estudio balístico consistirá en el estudio de cuatro elementos: el arma que usó el policía para dispararle a Chano, el plomo encontrado de su cuerpo, la vaina de la bala y la remera que vestía el músico, en la que podrán encontrarse restos de pólvora, lo que indicaría un disparo a corto plazo”.
Hasta ahora, se supone, Amendolara le disparó a tres metros a Moreno Charpentier, una distancia considerada corta por el fiscal, en vista al ataque a punta de cuchillo que intentaba el músico, en medio de un aparente brote psicotico.
Así, lo que diga el estudio en su reporte forense será determinante junto con los testimonios de la causa, que completan el cuadro para determinar si el efectivo, imputado del delito de lesiones gravísimas -ya que comprometieron varios órganos de Chano como el pancreas o el bazo, que tuvieron extirpaciones parciales- agravadas por el uso de arma y su función, actuó en legítima defensa, en exceso de la misma o si directamente intentó matar a Charpentier, que evoluciona favorablemente en el Sanatorio Otamendi.