domingo 25 de mayo de 2025 - Edición Nº2363

Policiales | 19 jul 2021

EFEMÉRIDE

“Chucky”, “pibes chorros” y un asalto frustrado: A 21 años de una toma de rehenes transmitida en vivo

El 19 de julio del 2002, un grupo de jóvenes armados encabezados por "Chucky" trataron de robar a mano armada un supermercado de Gerli, pero algo salió mal. Los delincuentes se atrincheraron más de cuatro horas y amenazaron con matar a las víctimas. Durante el tiempo que duró la negociación, se temió otro final sangriento como en "La Masacre de Ramallo".


El lunes 19 de julio del 2002, los noticieros de los diferentes canales de la televisión argentina concentraron sus moviles en vivo a una violenta toma de rehenes protagonizada por un grupo de “pibes chorros” que se atrincheraron junto a 18 personas dentro de un supermercado “Eki” de la localidad de Gerli.

Junto a 300 policías que rodeaban la manzana y apuntaban sus armas a los delincuentes, los camarografos apostados en frente del comercio hacían lo suyo y apuntabann sus cámaras para mostrar al público lo que ocurría en el interior del local, cuyas persianas estaban abiertas y sus vidrieras a la vista de todos.

Lo que allí ocurría era similar a una escena actuada de peliculas del género de acción, o de terror: mientras la tensión en la calle aumentaba y se sumaban a la improvisada vigilia jueces y fiscales que se encargarían de lidiar con los ladrones para tratar de iniciar una instancia de diálogo, adentro, un adolescente de 15 años completamente desencajado y cada vez más agresivo amenazaba a sus víctimas.

Se trataba de Miguel Angel Burgo, conocido por su precoz carrera criminal con el alias de “Chucky”, quien encabezó el asalto frustrado junto al resto de su banda, compuesta en ese entonces por  Cristian “Chispita” González (18) y Gabriel “Oreja” Verón, menos famosos que el cabecilla, pero no menos violentos.

Juntos trataron de robar a mano armada la recaudación del Supermerado “Eki” ubicado sobre Pavón 2300 de Gerli, partido de Lanús. El plan era sencillo, reducir a los empleados del local y escapar con todo el dinero de la caja registradora, pero algo salió mal.

La primera etapa la ejecutarían de manera eficaz, debido a que una vez adentro no se esperaban encontrar con ningún tipo de resistencia. Sin embargo, la parte más sencilla resultó la trampa y, en vez de escapar, prefirieron cambiar de idea y evitar un tiroteo en medio de un desesperado intento de fuga que les podía costar la vida.

Es que policías a bordo de un patrullero que pasó por la zona habrían advertido un moviento extraño dentro del negocio que llamó su atención y ahí se inició a lo que sería una toma de rehenes que tuvo en vilo al país durante más de cuatro horas.

Los tres asaltantes decidieron tomar a las 18 personas que había en el comercio como rehenes, aunque luego dejaron salir a cuatro niños, y mantuvieron a los demás privados de su libertad adurante el tiempo que duró la pesadilla.
 
En ese lapso, los adolescentes se dedicaron a consumir todo tipo de bebidas alcoholicas, lo que potenció la agresividad de “Chucky”, quien hasta se animó a salir a la vereda y efectuó varios disparos al aire para provocar a los uniformados. Incluso, una de los rehenes relató más tarde que el menor les gatillaba su arma “a cada rato pero la bala no salía”.

Ante este panorama, sus complices trataron de evitar que la situación se volviera aún peor y le sacaron su arma para evitar una muerte.
Sin oportunidad de fuga, los malvivientes se entregaron a las autoridades y fue notorio el estado de embriaguez que presentaba el menor de edad, quien salió con paso tambaleante del local y luego cayó de rodillas, antes de ser apresado.

Del otro lado, los negociadores tampoco estaban dispuestos a una decisión drástica que le costara la vida a una víctima y que podía significar un alto costo político al Gobierno del entonces presidente Eduardo Duhalde, dos años después de "La Masacre de Ramallo", precedente que marcó un antes y un después en la historia policial argentina en cuanto a las tomas de rehenes.

 

Cambió de rubro después de la fama

Lejos de dejar de lado el camino delictivo, el asalto frustrado solo significó una dura resaca en la vida de Chucky, que se siguió perfeccionandose en su carrera criminal hasta llegar a ser el lider de una organización dedicada a una modalidad más sofisticada.

En julio de 2008, Burgo, con 20 años, fue detenido en Avellaneda acusado de ser el jefe de una banda a la cual se le atribuía la autoría de una serie de secuestros “expres” cometidos en las semanas previas a su captura.

De acuerdo a lo determinado por la investigación, la Justicia desbarató al grupo luego de descubrir “dos aguantaderos” donde mantuvieron en cautiverio a sus víctimas.

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