El 19 de junio del 2019, los jueces Mariel Elizabeth Alegre, Nicolás Miguel Plo y Fernando Ariel Bueno anularon el juicio contra el policía acusado de gatillo facil Giuliano Fattori, al considerar ciertas “irregularidades” en la etapa de instrucción del caso. A dos años de aquel fallo, la Justicia de Lomas de Zamora dispuso una nueva fecha para los debates en los que será juzgado el imputado a partir del 17 de agosto.

Leer más: Anularon el juicio por el crimen de Leonel Sotelo y el policía acusado volverá a ser indagado

La víctima del hecho ocurrido en diciembre del 2016, Leonel Sotelo, falleció a raíz de dos heridas de bala por la espalda, mientras que la persona que lo acompañaba en la moto, Alan Devesa, sobrevivió y permaneció detenido más de dos años hasta el inicio del proceso judicial suspendido.

De acuerdo al relato de Fattori, este se habría resistido a un intento de robo de motochorros y habría mantendido un enfrentamiento armado con los presuntos delincuentes, aunque las pesquisas realizadas en el escenario de lo ocurrido solo determinaron el hallazgo de los casquillos de bala del policía. Además, desestimaron la presencia de armas en poder de los supuestos ladrones, los cuales fueron baleados por la espalda.

En diálogo con el programa Política del Sur, Noemi Robelli, madre de la victima fatal del caso, sostuvo la culpabilidad del acusado, que se desempeñaba en ese entonces en la Policía Local de Almirante Brown y contó sus espectativas respecto del nuevo juicio. “Lo único que queremos es que se haga Justicia y que a este asesino le den perpetua”, expresó.

Leer más: Caso Sotelo: A cuatro años de la muerte de su hijo, aún no hay detenidos por el hecho

Al igual que en 2019, Fattori llega libre al banquillo bajo la caratula de “homicidio cometido en exceso de la legítima defensa”, pese a que desde la querella esperaban que sea juzgado por “homicidio calificado por ser cometido por un funcionario de seguridad”.  Así lo aseguró Robellí, quien afirmó en declaraciones a este medio que "Fattori está libre, nunca estuvo detenido. Hace dos años que está esperando el juicio en su casa”.

"No sé que le pasó a este policía asesino, porque para mi fue gatillo fácil”, agregó la mujer en alusión al confuso episodio ocurrido el 1 de diciembre de 2016 que le costó la vida a su hijo.

Un juicio anulado por “irregularidades” en la instrucción

La causa que investiga la muerte de Leonel Sotelo había sido elevada a juicio y la primera audiencia se desarrolló el 13 de junio del 2019. Sin embargo, tras haber escuchado los lineamientos previos a comenzar los debates probatorios, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Lomas de Zamora pasaron a un cuarto intermedio para deliberar sobre el pedido de nulidad solicitado por la fiscalía y la querella.

Una semana después, el magistrado dio lugar al pedido, suspendió el proceso y ordenó que se vuelva a la etapa cero de la instrucción para que Fattori sea nuevamente indagado.

De acuerdo a lo expuesto por la fiscal Viviana Simone, la carátula de la causa “fue incurrida sobre un error sobre el hecho” y consideró necesario una nueva indagatoria al policía.

Tanto la parte damnificada, representada legalmente por la abogada y titular de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), María del Carmen Verdú, como la defensa de Alan Devesa, adhirieron al pedido de Simone.

En primera instancia, la investigación del caso estuvo a cargo del fiscal Pablo Rossi, al frente de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 especializada en delitos vinculados a hechos de violencia institucional, que caratuló la causa tal como llegó a juicio. Decisión que fue cuestionada durante la jornada de ayer.

Según la versión del efectivo de la Policía Local acusado por la muerte de Sotelo, se habría resistido a un intento de robo por parte del joven y Devesa, quienes lo habrían amenazado con un arma, por lo que -indicó- “repelió” la agresión con disparos de arma de fuego de su arma reglamentaria.

 Sin embargo, la víctima recibió los disparos por la espalda y los investigadores nunca encontraron la pistola con la que los presuntos ladrones habrían intimidado al efectivo para robarle. Las pesquisas policiales sólo encontraron nueve casquillos de bala, todos pertenecientes a la 9 milímetros de Fattori.