Por: Diego Lanese

Luego de reunirse con la mesa chica de la CGT, el jefe de Gabinete nacional Santiago Cafiero salió a mostrar sintonía entre el gobierno y el movimiento obrero, y remarcó que uno de los objetivos del gobierno es que los salarios “le ganen a la inflación”. La declaración buscó cerrar las renovadas versión es de malestar en las filas sindicales, que hace tiempo ven con alarma que la espiral inflacionaria iniciada en octubre del año pasado no se detiene, afectando a los trabajadores de forma directa.

 

Ese tema fue uno de los ejes de la conversación que tuvieron las partes esta semana, que sumaron al tema el clásico pedido de protección a las obras sociales sindicales, y otro novedoso, respecto a la vacunación de los sectores esenciales. Si bien el tono fue amistoso y cada uno salió públicamente a hablar de “una buena reunión”, quedaron incógnitas en el ambiente. La principal, la forma en que el gobierno va a evitar que la inflación pare, o los ingresos mejores por encima.

 

La pauta del 29-30 por ciento que proyectó la Casa Rosada para este año es una ilusión, coinciden los dirigentes sindicales consultados. A medida que avanza el 2021, los acuerdos salariales se alejan de ese horizonte, pretendido inicialmente por el gobierno. Cafiero dio el aval a acordar con “cláusulas de revisión”, una forma de “patear la pelota hacia adelante”.

 

Fuentes consultadas por Política del Sur afirman que en el entorno de la CGT creen que mayo tendrá un índice de precios “cercano a 4 por ciento”, lo que aumenta la preocupación. La promesa de ganarle con las paritarias se aleja, ya que además de mantenerse alta la inflación, el oficialismo no informa cómo pretende contener la ola de reclamos.

 

El descontento por la actual situación se hace sentir, y pese a los reclamos de la dirigencia, no hay indicios más allá de las promesas. “Nos dicen que para el segundo semestre habrá inflación promedio de dos puntos mensuales, pero no es demasiado creíble”, afirman.

 

Este contexto hizo bolar por los aires la pauta oficial pretendida para este año. Si bien en el gobierno mantienen el optimismo, las últimas negociaciones están claramente más cerca del 40 por ciento de incremento anual que del 30, y además suman otros beneficios para evitar perder ante los precios.

 

La inflación incluso será más alta: en el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central de abril, la mediana de los pronósticos de inflación para diciembre de 2021 se ubica en 47,3 por ciento. Acuerdos como el de SADOP, con un record del 68 por ciento (para docentes por fuera de la paritaria nacional), o el pedido de camioneros cercano al 45 por ciento según las ramas, marcan el termómetro de las discusiones. Los ferroviarios también cerraron acuerdos de más del 37 por ciento, y la firma de la paritaria nacional del Estado, con una cifra del 35 por ciento, generó tanto descontento que esta semana juntas internas se rebelaron, y realizaron una protesta por lo bajo del convenio.

 

 

Obras sociales

 

Además de hablar de precios, los dirigentes sindicales volvieron a plantear la necesidad de proteger a las obras sociales, en especial en pandemia, cuando los efectos de la crisis generaron incertidumbre sobre el sostenimiento del sistema, mucho más luego que la conducción de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) quedó vacante, ante la sorpresiva muerte de Eugenio Zamarini, el hombre de Ginés González García en este organismo clave.

 

Para hablar de la cuestión, la ministra de Salud Carla Vizzotti estuvo un rato con la dirigencia, buscando generar los puentes necesarios ante la falta de confianza mutua. Además, la dirigencia planteó en el encuentro la necesidad de incorporar a más sectores de trabajadores esenciales en la vacunación contra el coronavirus.

 

La preocupación que impera desde el año pasado entre los dirigentes cegetistas es el intento de realizar algún tipo de reforma en la seguridad social, algo que deslizaron integrantes del Instituto Patria, usina de pensamiento del kirchnerismo, y así debilitar el poder que tienen las obras sociales sindicales en el sistema de salud. Durante la pandemia, el gobierno realizó una serie de giros de fondos muy importantes, ante el aumento de la demanda de atención que se experimentó.

 

Pero el sistema es desde hace tiempo frágil, y no alcanza con entregar esos recursos –que los gremios remarcan con “genuinos” de los trabajadores –sino que además hay que darle mayor posibilidad de manejar esos recursos. Luego de la cumbre, trascendió que el pedido de la CGT fue que se cumpla con lo acordado con el presidente respecto del “mantenimiento de la obra social por actividad durante el primer año de ingreso laboral del trabajador, además de la participación en las prestaciones de educación y transporte en los afiliados con discapacidad”. Pero los ligares que la agrupación La Cámpora pretendía en la SSS fue un tema nombrado, u según las versiones es que hay un “freno” a las pretensiones del espacio, que ya maneja las dos grandes entidades sanitarias del país: el PAMI y el IOMA.

 

En cuanto a la vacunación, los funcionarios notificaron a la central obrera sobre los más de 2.500.000 de vacunas ingresadas en los últimos días, además de la espera de otros “2 millones en lo que resta de la semana”, por lo que los sindicalistas consideraron que sería “óptimo avanzar rápidamente en planes de vacunación de actividades esenciales, población de riesgo y comunidad en general”. El tema fue varias veces reclamado, desde los transportistas de la CATT –se lo repitieron en personal al flamante titular del Ministerio de Transporte Alexis Guerrera, en una cumbre esta semana –hasta los docentes universitarios, pero la escases de dosis frena cualquier resolución. En ese sentido, recordaron como los camioneros recibieron dosis, por su tarea esencial, y remarcaron que “no son los únicos” que deben inmunizarse.