La elección interna del radicalismo bonaerense del 21 de marzo pasado fue una demostración que el radicalismo se moviliza masivamente cuando se trata de gestas convocantes. 120 mil radicales concurrieron las urnas. Aquellos radicales que participamos en la lista encabezada por Gustavo Posse, actuamos con la convicción que era el primer paso que debíamos dar para recuperar el protagonismo radical. Ahora nos toca dar el segundo paso y cumplir una de nuestra promesa de campaña: presentar una propuesta electoral dentro de Juntos por el Cambio, en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) convocadas para el próximo 12 de septiembre.

Tendremos el desafío de las PASO, con Posse a la cabeza, convocando no solo a todos aquellos radicales que quieran participar en una propuesta electoral que represente los valores del radicalismo sino también a todos los actores políticos y sociales con los cuales compartimos valores y objetivos para generar una alternativa electoral con contenido progresista, popular y bonaerense (enfatizo esta última cualidad porque no fueron exitosas ninguna de las experiencias de los últimos 30 años basadas en importar candidatos de la Ciudad de Buenos Aires).

Para que Juntos por el Cambio recree una esperanza en los bonaerenses, debemos dotar al frente de una mayor base de sustentación. La misma se logra en dos planos: (I) dotándolo de nuevas propuestas e ideas que puedan canalizar las demandas de una sociedad cada vez más empobrecida, desigual y escéptica, y (II) generar unas primarias dentro del Frente donde se de la competencia interna tanto en la lista de diputados nacionales, legisladores seccionales y en cada uno de los 135 distritos.

Las Primarias son una herramienta electoral que, bien utilizadas, fomenta la participación interna de cada frente político, devuelve legitimidad a la clase política y evita la selección de candidatos por el dedo de algunos pocos. Vamos hacia allí, con el convencimiento de hacer lo que el deber militante nos exige.