domingo 03 de agosto de 2025 - Edición Nº2433

Gremiales | 23 abr 2021

ANALISIS

La dirigencia sindical empieza a ver las elecciones y arranca la “danza de los candidatos”

Los gremios quieren ser parte de la contienda de medio término, y empiezan a acercar sus propuestas a los distintos espacios. La CGT espera el guiño de la Casa Rosada, pero temen que viejas tensiones con Máximo Kirchner enturbien la relación. Pelea en la CTA Autónoma por el intento de vuelta de Pablo Micheli.


Por: Diego Lanese

La discusión respecto a la suspensión de las PASO para este año, por las razones sanitarias extraordinarias que impone la pandemia, crece en los distintos ámbitos, mientras que aumentan los esfuerzos para paliar la situación de crisis que vive el sistema de salud. Con las proyecciones que hacen los expertos, los comicios de agosto parecen ser un riesgo en materia de contagios, y la propia justicia electoral plantea que sin una vacunación masiva, ir a votar puede ser riesgoso. Esto es parte de la agenda de los bloques políticos, que discuten estas cuestiones por lo bajo, porque la prioridad sigue siendo combatir el coronavirus. Pero tanto en el oficialismo como en la oposición, de a poco se van acercando los posibles nombres que buscarán reforzar las cámaras legislativas. En esta carrera, los gremios quieren poner sus propios nombres, luego de una primera etapa de gobierno donde pusieron el cuerpo, pero se llevaron pocos resultados.

 

Los sindicatos son parte del esquema de poder del Frente de Todos, aunque en el reparto de lugares de poder al inicio de la gestión de Alberto Fernández esto non se vio. Los lugares de interés de la CGT y sus aliados, como el Ministerio de Trabajo, de Salud y dependencias satélites, fueron ocupadas por dirigentes cercanos al presidente. Incluso la salida de Ginés González García les quitó a los gremios un interlocutor de peso, con quien forjaron en pandemia una relación sólida. Ahora, en Azopardo creen que las elecciones de medio término es una oportunidad de salvar eso, con algunos lugares en las listas. Los “dipusindicales” son esencialmente integrantes de la CTA de los Trabajadores y la Corriente Federal, y ahora la CGT quiere tener algunos representantes en ese bloque.

 

Ante la inminencia del proceso electoral, ya hubo contactos con algunos armadores, como el titular del bloque de diputados nacionales del oficialismo, Máximo Kirchner, que a partir de la presidencia del PJ bonaerense quieren ser el dueño de la “lapicera”, como se dice popularmente. En septiembre del año pasado, los gremios se cruzaron feo con el hijo de la vicepresidenta, por las reuniones con empresarios. El encargado de criticar a Kirchner fue el massista Carlos Acuña, que lo acusó de “nunca haber trabajado”. La tensión se mantuvo dentro de los cabales, pero en la central obrera temen que esos cruces puedan “cobrarse” en el armado electoral que viene. Además, hace unos días, un dirigente que si bien no compone la mesa chica de la CGT viene ganando terreno, salió a empapelar el conurbano. “Peronismo o La Cámpora”, dice Leonardo Favre, líder del APOPS, gremio del personal de AFIP.

 

Por su parte, el presidente mantiene su buen diálogo con Héctor Daer, a quien promovió en su momento como líder de la CGT unificada. En uno de sus últimos encuentros, Alberto Fernández le “regaló” la extensión de los mandatos sindicales, a los co-conductores de la central obrera y todos los sindicatos, algo que se viene dando desde el año pasado por la pandemia. La medida es hasta el 31 de agosto, y beneficia a varios “pesos pesados” de los gremios, como el propio Daer (Sanidad), Luis Barrionuevo (gastronómicos), Antonio Caló (UOM), Rodolfo Daer (Alimentación), Amadeo Genta (municipales porteños), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Guillermo Pereyra (petroleros) y Omar Maturano (La Fraternidad), entre otros.

 

Interna estatal

 

Mientras esta pelea de baja intensidad se desarrolla en el entorno de la central obrera y uno de los referentes del oficialismo, otros espacios buscan ocupar un lugar en la mesa de negociación. Rápidos de reflejos, la conducción de ATE se reunió con Máximo Kirchner para ratificar la pertenencia de Unidad Popular, el partido creado por Víctor de Gennaro, al Frente de Todos. Además de mantenerse dentro del armado, la dirigencia estatal le llevó el nombre de Oscar de Isasi como posible candidato. En la reunión se habló de que sea candidato en la Octava Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires, pero tampoco se descartó que sea parte de la nómina nacional, le confirmó a Política del Sur una fuente del gremio. De Isasi comanda la seccional Buenos Aires de ATE y la CTA Autónoma, es reconocido por su militancia sindical y su formación política, y siempre se mostró abierto al diálogo con el peronismo bonaerense.

 

La movida de Ate llega luego que otro dirigente estatal comenzara a buscar un lugar en el armado electoral del oficialismo. Se trata de Pablo Micheli, ex titular del gremio y de esa fracción de la CTA, que fue apartado de su cargo luego de una fuerte interna con la cúpula de la central obrera, que lo acusó de encarnar “un proyecto personalista”, y no ser parte de la apuesta política en 2011, cuando De Gennaro fue candidato a presidente. A partir de allí –Micheli estuvo muy cerca de ser compañero de fórmula de Margarita Stolbizer –el dirigente perdió todo su armado en ATE y la CTA, hasta que la justicia desconoció su mandato, y ratificó a Ricardo Peidro como secretario general. Ahora, Micheli quiere ser candidato a senador provincial por la Cuarta Sección Electoral –es oriundo de Junín –para lo que busca respaldo en otros espacios, como el gremio Camionero. Recientemente, se reunió con los dirigentes del gremio de esa región de Buenos Aires, y compartió un zoom con Pablo Moyano, buscando levantar su imagen para pelear por esa postulación.

 

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