

Una discusión entre un vecino y un empleado municipal que realizaba tareas de despeje terminó en tragedia el miércoles en Rafael Calzada, con un muerto y dos heridos que sobrevivieron de milagro a la explosión de una casa provocada por el escape de gas de las garrafas que vendía el asesino.
Mientras el acusado se recupera de las quemaduras en el hospital Oñativia junto al compañero baleado de la víctima y un policía que resultó lesionado por la explosión, desde el entorno cercano del fallecido comenzaron el reclamo de Justicia.
“Lo mataron cuando estaba trabajando para los vecinos”, lamentó Iván, uno de los compañeros de Diego Peralta (42). De acuerdo a lo manifestado, el hombre trabajaba como cooperativista y se desempeñaba como chofer en la delegación de San José cuando encontró la muerte por dos disparos efectuados por un sujeto de 62 años que luego se atrincheró en su casa y trató de quitarse la vida.
Según contó, “Diego estaba podando unas ramas para mejorar la iluminación del barrio cerca de una parada de colectivos cuando se cruzó con este loco”. Además, criticó que la víctima “no tenía obra social ni un sueldo digno”, a pesar de que “trabajaba hace muchos años”.
“Lo único que queremos ahora es que esto no quede en la nada y que haya justicia por Diego, que no se merecía morir así”, agregó.
El violento hecho ocurrió en Catamarca y Ramírez del barrio San Javier de Rafael Calzada, en el límite con San José.
Diego Peralta falleció a pesar del esfuerzo de los médicos debido a un impacto de bala en la cabeza y otro en el tórax. El presunto autor, conocido en la zona como “Poli”, se habría opuesto a las tareas de poda que realizaban los empleados de la municipalidad de Almirante Brown por razones de seguridad.
Los efectivos de la Comisaría 2° del distrito que llegaron al lugar se encontraron con la persona baleada en la cabeza tendida en el suelo, mientras que el otro había sido llevado de urgencia herido de bala debajo de la axila, lo que le provocó la perforación de un pulmón.
Por su parte, para evitar su detención, el autor del crimen se atrincheró en su casa y explotó la casa. La vivienda se derrumbó y no hubo más víctimas fatales de milagro, aunque uno de los policías resultó fracturado de un brazo y sufrió la rotura del tímpano.
Interviene en la causa la UFI 3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, que caratuló la causa como “homicidio” y “tentativa de homicidio”.